sábado, 30 de noviembre de 2013

El gusto de privatizar

Hay una idea recurrente según la cual lo privado funciona mejor que lo público. Para contrastarla, se ponen unos cuantos ejemplos y ya está. A partir de esa idea básica, el político de turno, generalmente del PP, ya se puede sentir legitimado para privatizar.
El asunto es peligroso, porque luego los beneficiarios de la privatización pueden ser 'los más listos'.
Lo de privatizar servicios públicos tiene delito porque lo correcto cuando algo no funciona bien es tratar de solucionar lo que falla. Y si quien tiene que hacerlo no se siente capaz la solución correcta es presentar la dimisión y no darle el negocio a una persona que quizá sea amiga o familiar.
Esos políticos que sueñan con privatizar todo lo privatizable (y hay cosas que nunca lo serán), deberían fijarse en cómo funcionan las mismas cosas en otros países. Quizá se encuentren con que el problema no consiste en que lo público no funciona, sino que en España se premia a los pelotas y no a los que realmente pueden aportar utilidad al servicio.
Hay profesores en la enseñanza pública, médicos en la medicina pública, barrenderos en la limpieza pública, que desempeñan sus tareas del mejor modo que pueden. Si pasaran a depender de empresas privadas, su celo podría disminuir, puesto que ya se sabe, por lógica y por experiencia, que en las empresas privadas rige el afán de lucro.
Después de haber privatizado, con resultado calamitoso, aunque la propaganda diga otra cosa, parte de la Sanidad, ahora se pretende privatizar la gestión del desempleo.
La cuestión es la siguiente: El calamitoso Zapatero puso a España a los pies de los caballos. Y después de Zapatero ha llegado Rajoy, porque estamos en España y la política española da lo que da. Rajoy ha entregado España, cautiva y desarmada, a los oligarcas.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Elena Valenciano lloraba

Dicen que Elena Valenciano tiene ojo político. El caballo elegido por ella suele salir vencedor, no como en el caso de Carmen Chacón que se va al extranjero para estar fuera de la batalla y regresar cuando esté todo decidido para sumarse al bando del que haya ganado.
Pero el ojo político de Elena Valenciano, y el otro también, se puso a derramar lágrimas hace poco. Pero primero buscó un árbol para esconderse y luego periodistas para contarlo. La cuestión es la siguiente: en las vallas de Melilla hay concertinas y el gobierno es del PP; la ocasión para llorar la pintan calva. Y no la desaprovechó. ¿Por qué había de hacerlo?
Lo que ocurre es que como alguien de buen corazón se haya detenido a contarle a Elena Valenciano que esas concertinas fueron puestas por el gobierno de Zapatero todavía va a llorar más, y sin árbol que regar con las lágrimas ni nada. A moco tendido. Ignoro cuánto valdrá su chalet de Altea, y si tendrá vallas, pero no es cuestión de hacer demagogia de lo que se podría hacer por ayudar a los desfavorecidos con ese dinero. Lo que importa son las lágrimas. El buen corazón.
La cuestión es que el único partido que ha pedido que se quiten las concertinas es UPyD. Del mismo modo que es el único partido que exige responsabilidades en el caso de Bankia. Otra ocasión para Elena Valenciano. Ahí también hay motivos para llorar. Los jubilados que han perdido su dinero con las preferentes. Pobrecitos. Y unos cuantos cobrando sueldos desmesurados.
Lo que pasa es que Rosa Díez pone las querellas o hace las peticiones en el Parlamento, pero no llora. Quizá por eso la critican tanto quienes son capaces de perdonarle todo a Aznar, Rajoy, Zapatero, Rubalcaba, Urcullu, Arzalluz, Mas o Pujol. Y a uno que está encerrado en un hotel y no recuerdo como se llama.

 

jueves, 28 de noviembre de 2013

Las cosas de Tardà

El llamado Joan Tardà es un señor cuyas simpatías por España no están demostradas y, no obstante, es diputado en las Cortes Generales de España y cobra un sueldo por ello. Quizá piensa que es un sucio dinero español, yo no lo sé.
El caso es que Carmen Tomás le echó en cara que el Consejo Audiovisual de Cataluña pretenda multar a Federico Jiménez Losantos, Alfonso Merlos y Xavier Horcajo por fomentar el odio a los catalanes. Las multas serían como mínimo de medio millón de euros.
El asunto tiene miga, porque si alguien, en el ejercicio de la libertad de expresión, que consagra la Constitución española, critica que se fomente el odio a España, puede verse en la situación de que su alegato se interprete como fomento del odio a los catalanes. Aparte de que el hecho de admirar el carácter catalán, como es mi caso, no conlleva que haya que comulgar con ruedas de molino. Si yo digo que Tardà no me parece digno de admiración, no fomento con ello el odio a los catalanes. Y ni siquiera a Tardà. El odio es patrimonio de los seres mediocres. Los que odian a España son mediocres. Los que odian a esa parte de España que se llama Cataluña son mediocres.
La respuesta de Joan Tardà a Carmen Tomás, es decepcionante. Pone en la wikipedia que es catedrático. Una persona analfabeta y sin ningún interés por la educación y los buenos modales, hubiera reaccionado llamando fascista a Carmen Tomás. Tardá no respondió exactamente eso, sino que le dijo, en primer lugar que está enferma, y luego la llamó fascistona.
Ya se ve que un catedrático va más allá de la simple palabra fascista, puesto que es capaz de vislumbrar que las palabras tienen variantes y derivadas.
Lo que no ha explicado es por qué considera fascistona a Carmen Tomás y no a sí mismo.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El CAC y la democracia

Es curioso el comunicado del Consejo Audivisual de Cataluña, mediante el que ha dado a conocer un listado de cuarenta y tres expresiones que "fomentan el odio, el menosprecio y la discriminación por motivos de nacionalidad y opinión".
¿Cabe entender que según estos señores hay motivos por los que es lícito fomentar el odio, el menosprecio y la discriminación?
Por si faltara algo, este CAC propone unas multas desorbitadas. De medio millón de euros hacia arriba.
Supongo que el gobierno de Rajoy no hará nada, y creo que tampoco lo haría el de Zapatero. Sin embargo, la Constitución española, contra la que se alzan los independentistas catalanes, consagra la libertad de opinión.
Se puede fomentar el odio a España, según demuestra la experiencia, pero quizá al CAC le molesta que se critique el fomento del odio a España.
La Constitución española tiene defectos, qué duda cabe, pero está vigente, lo que significa que cualquier persona civilizada debe respetarla. Como es natural, una persona civilizada que piense que tiene defectos ha de querer que se subsanen. Si no se sigue el protocolo en la mayor parte de los casos se pierde todo. Concretamente, en el caso de la Construcción si no se siguen los procedimientos la catástrofe es inevitable. Ya se va viendo que uno de los agujeros de la Constitución es que no supo protegerse a sí misma, ni siquiera contra los ataques primarios e insolventes moralmente.
Lo que sigue fue dicho por Mas, con lo que demuestra su escasa fidelidad a la ley (¿quien puede creer en él en estas condiciones?):Las constituciones se adaptan o no, pero no someten la voluntad de los pueblos”.
Y lo que sigue es de Pujol (el estadista, ¡ja!): "El hombre andaluz no es un hombre coherente. Es un hombre anárquico. Es un hombre destruido. Es, generalmente, un hombre poco hecho, un hombre que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual. Es un hombre desarraigado, incapaz de tener un sentido un poco amplio de comunidad. De entrada, constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes. Es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña."
España es una democracia sin demócratas.

martes, 26 de noviembre de 2013

A Ana Mato no le gusta un libro

Es difícil que pueda darse una democracia en donde no hay demócratas. En España, sin ir más lejos, las manifestaciones de fuerza son frecuentes. Los argumentos no se atienden y quienes necesitan confiar en la ley se sienten burlados a menudo.
El libro que ha motivado la protesta de Ana Mato no es de mi interés tampoco. Pero no parece contener ninguna ilegalidad. El acto de pedirle al obispo que lo ha editado que lo retire, sirviéndose para ello de su cargo ministerial, apunta a cacicada fallida, puesto que no parece que se le vaya a hacer caso.
Sin embargo, este episodio pone de manifiesto que va siendo hora de que el Estado reconsidere sus relaciones con la Iglesia Católica. Se le da un trato de favor, motivo por el cuál otras Iglesias también piden que se les reconozcan derechos y al final todas acaban abusando de los ciudadanos.
La Iglesia Católica de vez en cuando saca a sus fieles a la calle a manifestarse contra actuaciones legales del gobierno de turno. En la Iglesia Católica hay elementos tan funestos como Setién, Uriarte, Carles, Reig Pla, Martínez, Pardo, etc. Por no hablar de Rouco o Cañizares. O de Osoro.
Sería conveniente que el Estado se desentendiera totalmente de la Iglesia Católica. Es decir, que dejara de financiarla y de consentirle extralimitaciones. Los sucesivos presidentes del gobierno y sus ministros, a título personal, podrían seguir manteniendo sus vínculos con el credo religioso que gustaran, pero, obviamente, sin comprometer a los españoles.
El obispo está en su derecho de editar ese libro y si a Ana Mato no le parece bien lo que ha de hacer es investigar si incumple alguna ley. Y si no es el caso, consultar con sus compañeros de gabinete si convendría que la hubiera.

lunes, 25 de noviembre de 2013

El arte de asustar a los suizos

Se ha celebrado un referéndum en Suiza en el que se preguntaba si se ponían límites o no a los escandalosos sueldos de los altos directivos.
Como podía esperarse, dada la experiencia que se tiene con esta clase de gente, los afectados se defendieron. Aunque sea ilógico e insolidario, a ellos les parece bien. Se defendieron argumentando que no se podría contratar a personal cualificado con esta medida, a la que con toda su cara dura tildaron de 'dictadura salarial'. Amenazaron diciendo que habría que cerrar muchas empresas, o que éstas se irían al extranjero, por lo que habría que despedir a un buen número de trabajadores. Curiosamente, el gobierno suizo también hizo campaña a favor del no.
Hay dos sentimientos que generan muchos votos, y son el odio y el miedo.
Ha ganado el no, de modo que estos tipos tan egoístas pueden seguir llevándose todo el dinero que quieran. Y mientras las cosas sean así en todo el mundo no saldremos de la crisis. Algún día tendrán que ponerse de acuerdo todos los gobiernos del mundo para pararles a estos tipos.
Pero me parece que los ciudadanos suizos que promovieron el referéndum mediante la recogida de las cien mil firmas necesarias equivocaron la estrategia. El referéndum debió hacerse para exigir que a partir de determinado nivel, los aspirantes a los cargos debieran presentar un documento, expedido por organismos homologados, mediante el que se certifique que no son psicópatas.
Una vez desterrados los psicópatas de la alta dirección de las empresas sería cuestión de tiempo que el tradicional egoísmo de este sector de la población menguara y a partir de aquí fuera más fácil llegar a acuerdos razonables.
Lógicamente, habría que hacer lo mismo en el campo de la política para que el mundo volviera a ser un lugar civilizado. En este caso, Suiza, pero ya se entiende que habría que hacer lo mismo en todas partes. Si se hiciera el test de Robert Hare a todos los 'poderosos' españoles, nos llevaríamos más de una sorpresa.

domingo, 24 de noviembre de 2013

La búsqueda de la felicidad

No se me ocurriría negarle el talento a Juan Manuel de Prada, ni tampoco tengo reparos en reconocer que su prosa me parece muy bella.
No obstante, le leo poco, puesto que no termina de convencerme el modo en que emplea esas cualidades tan estimables, y otras más que debe de tener.
Hoy, sin embargo, quizá porque en el titular de su artículo aparece la palabra felicidad, he empleado parte de mi tiempo en imponerme de su contenido. Me refiero al que ha publicado en El Semanal y que se titula Buscando la felicidad. Dice que la idea que más daño ha hecho a las personas la que figura en la Declaración de Independencia de Estados Unidos, La búsqueda de la felicidad.
Y yo creo que sí que es un derecho inalienable del ser humano. Esa declaración tiene un alto valor simbólico, y probablemente en aquellos tiempos aun lo tenía mucho más.
En los tiempos actuales, en los que, teóricamente, todos tenemos los mismos derechos y somos iguales ante la ley, abundan quienes no pueden asistir con impavidez a la felicidad de otras personas. Y si pueden, y creen que no pierden nada con ello, intentan bajarles los humos, o pincharles el globo, u otras iniciativas con la misma intención.
Lo dijo Ana María Matute en Aranmanoth, “los manipuladores no quieren que seamos felices.”
En los tiempos en que se escribió la citada Declaración de Independencia, había gente con suficiente poder para impedir la felicidad de otros. Y estas personas que odian la felicidad, porque ellas, obviamente, no son felices, siempre encuentran justificaciones para su proceder. De modo que el hecho de que en un documento oficial figure como derecho inalienable el de la búsqueda de la felicidad sirve para desautorizar de plano a estas personas cuya malasombra es indiscutible.
Hay que decir también que, en el peor de los casos, el ser humano puede replegarse en su interior y encontrar ahí un reducto en el que ser feliz. Y al que le pique que se rasque.

sábado, 23 de noviembre de 2013

La fenicia y dictatorial AVL

Se comenta en algunos corrillos que los académicos de la Academia Valenciana de la Lengua que lo son también del Instituto de Estudios Catalanes , están en este último para mejorar el currículo y adquirir prestigio, mientras que en la primera ganan dinero.
Hay que recordar que esta institución surgió porque Aznar necesitaba los votos de Pujol para alcanzar la mayoría y esta fue una de las contraprestaciones. Zaplana gobernaba en el Reino de Valencia, denominado oficialmente Comunidad Valenciana, y ordenó a Camps y González Pons que perpetraran el desaguisado. Todo eso por no atreverse a aceptar al catalán como lengua oficial. De hacerlo, hubieran ahorrado mucho dinero a los valencianos, porque hubiera bastado con asumir las normas y dictámenes del Instituto de Estudios Catalanes. Con esto, además, la labor de la casi centenaria Real Academia de Cultura Valenciana se hubiera visto menos contaminada o afectada.
En la actualidad ya no hay excusa para mantener a la AVL. Hecha la labor de zapa, prácticamente no hay diferencias entre ella y el IEC. ¿Por qué hay que seguir gastando dinero en balde? Parece mentira que no haya dinero para pagar a las farmacias o a los dependientes y sí para mantener instituciones perfectamente prescindibles.
Para postres, la fenicia AVL, demuestra su tendencia nacionalista, al reclamar que se obligue a los estudiantes a aprender catalán. Ya se sabe que el nacionalismo se ahoga en la democracia, puesto que no le interesa la libertad. Necesita obligar, imponer, adoctrinar.
Esta academia no sólo nos cuesta un dinero que hace falta en otros lugares, sino que pretende que los estudiantes dediquen tiempo y energía para aprender lo que ni les va ni les viene. Se vislumbran tiempos muy difíciles y sería bueno que los jóvenes pudieran prepararse bien para enfrentar lo que se avecina. No se les debería distraer con historias que sólo interesan a unos cuantos paniaguados.
Por otro lado, Aznar, Pujol, Zaplana y Camps, ya no están, al menos oficialmente, en la política. Lamentablemente, González Pons continúa.

viernes, 22 de noviembre de 2013

El riesgo de que Eduardo Madina gane las primarias

Quizá sea por el temor a que alguien como Eduardo Madina se alce con la Secretaría General del PSOE que Alfredo Pérez Rubalcaba, que sabe que está quemado, aguanta en el cargo.
Parece ser que la gran esperanza de los socialistas más sensatos se encarna en la persona de Susana Díaz, que para sorpresa de todos, ha tenido unos gestos que no pueden sino ser vistos con ilusión. Sobre todo, a la vista de los cuatro o cinco personajes que pugnan por el citado cargo.
La realidad es que los socialistas de verdad están mejor representados por UPyD que por el PSOE, pero en España las siglas tiran mucho y el sectarismo todavía más. Es un lugar común que el hábil manejo del odio proporciona muchos votos. De ahí que se instigue el odio contra UPyD, con el fin de que al pensar en este partido no entre el juego la razón, sino ese nocivo sentimiento.
Si uno se fija en las cosas de Madina, lo más probable es que le vea un paralelismo con Zapatero. Un socialista ilustre, en conversación conmigo, quiso defender a este expresidente y su estrategia consistió en diferenciar la primera legislatura suya y la segunda, cuando es obvio que si ganó las segundas elecciones es porque aunque ya había venido la catástrofe aún había mucha gente que no la percibía. Creo que Solbes, en ese libro que tampoco voy a leer, no lo explica bien. Es curioso que ninguno de los participantes de ese debate del que se habla tanto, Solbes y Pizarro, estén hoy en primera línea política. Zapatero, le dije, hubiera sido un gran presentador de telediarios. Parece educado, tiene un voz bella y buena estampa. Aparte de eso nada más.
Un Zapatero bis sería una broma de mal gusto. Tampoco conviene echar las campanas al vuelo con Susana Díaz, pero un suspiro de alivio sí que merece su irrupción en la pugna.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Botella y Aznar, tanto monta, monta tanto

Aznar va sacando pecho y pretendiendo dar lecciones de moral, sin darse cuenta de que lo que demuestra es que sus convicciones democráticas son endebles, que sabe engañarse a sí mismo y que no se da cuenta de que su esposa ha llegado a alcaldía de Madrid de un modo sonrojante.
Sus 'logros' en la alcaldía son tales que no es probable que el partido la elija como cabeza de cartel para las próximas elecciones municipales. Lo aconsejable sería que no fuera en ningún lugar de la lista. Lo tenía fácil esta mujer. Su antecesor en el cargo fue Gallardón, de modo que a poco que aplicara un poco de sentido común a las cosas se hubiera ganado a todo el mundo. Pero no. Ella se cree capacitada para llevar a cabo las más grandes empresas y ahí está el dinero gastado para conseguir que le den los Juegos Olímpicos. Quizá no se sepa con exactitud cuanto dinero se ha enterrado con este fin.
Ella, por otro lado, mostró su 'sapiencia' con el famoso ejemplo de las manzanas y las peras. Ana Botella dando lecciones al mundo. En cambio Zapatero había hecho algo que a todos los homosexuales a los que les he preguntado les ha parecido bien. La alcaldesa de Madrid (lo que da de sí en España el hecho de tener 'enchufe'), en cambio, no sólo ha demostrado hasta dónde llega su capacidad de razonamiento, sino también su sensibilidad hacia unas personas que a lo largo de la Historia han sufrido lo indecible por algo de lo que no tienen la menor culpa. Ha impuesto una multa de 160 000 euros a los organizadores de la fiesta del Orgullo Gay.
Lo que le faltó a Zapatero fue añadir en la legislación, como delito, a la homofobia. Quizá esta falta demuestre que no estudió el asunto bien del todo.