En las noticias que ofrecen los distintos portales se recurre muy a menudo al señuelo de un famoso, futbolista, actor o actriz, cantante…, que ha expresado su opinión sobre cualquier asunto.
Nunca pico el anzuelo, porque siempre prefiero la opinión de alguien entendido sobre el asunto y del que me conste su respeto a los demás. En este caso me he enterado por terceras personas de que uno de esos ha dicho que si la alternativa a un gobierno del PP y Vox es la amnistía, sintiéndolo mucho prefiere la amnistía. La opinión de este sujeto, cuyo nombre no me he molestado en averiguar, no merecía la pena.
O sea, que si para evitar un gobierno del PP y Vox hay que acabar con la democracia, pues sintiéndolo mucho prefiere acabar con la democracia.
Hay personas muy documentadas y doctas en la materia que han dado su opinión, acompañada por argumentos contundentes sobre la amnistía. Es una barbaridad y a raíz de esas opiniones cabe lamentar que el hecho de proponerla no sea delito, porque si se lleva a cabo el daño hecho a todos los españoles será inmenso.
El hecho hasta el momento ya puede calificarse de impresionante. Una deuda descomunal, unos índices de paro desorbitados, una sanidad pública cada vez con menos recursos, empresas que se van al extranjero, un presidente que ha accedido al cargo por guaperas, que tiene acojonados a los diputados de su partido, pero que es incapaz de imponerse a los ministros de otros partidos, que se humilla en nombre de España ante delincuentes desalmados y casi analfabetos, que traiciona a las víctimas del terrorismo y especialmente a las de su partido, y ante una situación tan grave el periodismo patrio de bajo nivel juega a los barquitos. A conseguir clics fáciles, haciendo preguntas tontas a personas descerebradas. También hay periodistas más doctos que colaboran en el desastre.