viernes, 31 de agosto de 2007

Pla I, el Listo

Joan Ignasi Pla, el candidato socialista derrotado, que tan pronto pide camas individuales para los hospitales, como aplaude “la cremà” de les gaiates, aprovechó su primera rueda de prensa, tras las vacaciones estivales, para lanzarle un envenenado dardo a Rajoy, preguntándole por su postura sobre los trasvases. La cuestión radica en que el PP puede perder votos en aquellas Comunidades en las que no gustan los trasvases. Hay que recordar, sin embargo, que J. I. Pla apoyó la candidatura de Rosa Díez, frente a la de Zapatero. Si fuera Rosa Díez la presidenta del gobierno, no es probable que se hubiera generado ese odio entre Comunidades Autónomas que antes se llevaban muy bien a causa del agua. El socialismo es esencialmente un intento solidario y, sin embargo, en este Estado de las Autonomías que, con tan poca gracia dibujó Martín Villa para España, está dando pie a los más descarnados egoísmos. De este modo, Joan Ignasi Pla, al hacerle el juego al líder coyuntural de su partido, traiciona los intereses valencianos, que son los que debería defender. No se puede negar esta insolidaridad socialista puesto que el propio Zapatero se ha jactado en otras Comunidades Autónomas que el trasvase del Ebro hacia el sur ya no se podrá llevar a cabo jamás. Cabe añadir que sí se hacen trasvases hacia el norte, el último de ellos hacia Cantabria. Será muy difícil volver a plantear el citado trasvase, no porque no sea una solución correcta o porque las dificultades técnicas sean insalvables, sino porque son tan grandes las egoístas corrientes de opinión que se han formado en contra que quien lo plantee puede perder las elecciones generales. Joan Ignasi Pla puede reírse mucho y bien, pero haría mejor si dedicara ese tiempo de la risa a meditar sobre los motivos por los que viene perdiendo estrepitosamente todas las elecciones a las que se presenta. Quizá sea porque los ciudadanos perciben que se preocupa poco por ellos.

jueves, 30 de agosto de 2007

Rosa Díez

Intentó, aliado su partido el PSOE con el PP, arrebatar la mayoría al nacionalismo vasco y formar gobierno. A la alianza de partidos le faltó conseguir un diputado más para poder gobernar en el País Vasco. Si lo hubiera conseguido, ETA lo hubiera pasado peor, quizá hubiera desaparecido. Todo sería diferente en el País Vasco y en España. De todos modos, los resultados obtenidos por ambos partidos tampoco fueron malos. Lo prudente y aconsejable hubiera sido seguir en la misma línea. La prioridad es acabar con ETA. Pero las ideas de Zapatero son diferentes. Para él lo principal es arrinconar al PP y pensó que podía negociar con ETA la disolución de la propia banda, logrando con ello otro triunfo sobre el PP. Aznar también había utilizado la lucha antiterrorista de modo electoral, indebidamente por supuesto. Y a un pequeño hombre le sucedió otro de no mayor talla, como demuestra también su modo de combatir a ETA. Dicen que es inoportuno crear un partido nuevo y que las discrepancias políticas deben manifestarse dentro de los partidos ya existentes, utilizando los cauces establecidos al efecto. Pero desde aquello de “quien se mueva no sale en la foto” que sabemos que los cauces no existen o son muy estrechos. Con el sistema de listas cerradas, los partidos tienen la sartén por el mango. Tampoco Rosa Díez podía esperar tiempos mejores en el partido en el que ha militado los últimos 30 años, puesto que su amistad con aquellos compañeros suyos que prefirieron ofrecer su fidelidad a la línea de mando a cambio de la tranquilidad y el sueldo, forzosamente ha tenido que ir deteriorándose y esto ya no tiene vuelta de hoja. No se puede decir tampoco, como ha dicho Gotzone Mora, que los postulados por los que se crea el nuevo partido ya los defiende el PP, porque aunque fuera exactamente así, lo que no parece ser el caso, seguirían teniendo derecho a fundar el partido. Decir que el nuevo partido al que va a quitarle votos es al PP también parece arriesgado.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Un accidente laboral

Alguien que, hipotéticamente, desde su nacimiento viviera al margen del resto de la humanidad y desconociera la existencia de ésta, no tendría ninguna posibilidad de alcanzar la dignidad humana, sino que se vería abocado a vivir como un animal hasta su muerte. La dependencia de los demás es inobjetable en el género humano. El ser humano, desde el mismo momento de su nacimiento, ya es deudor de la humanidad, puesto que recibe todo su legado cultural. Puesto que es así, debería emplear su vida en el intento de pagar esa deuda, trabajando en beneficio de la colectividad. Así se entiende oficialmente, por otra parte, puesto que todos los premios y galardones públicos se conceden a personas a las que se pueden atribuir beneficios para la humanidad. Uno vez dicho lo anterior, habremos de convenir en que en los tiempos actuales rige el individualismo atroz. Investigadores científicos tratan de apropiarse del trabajo de otros; escritores que plagian cruda y descaradamente; etc., ¿para qué seguir? Este estado de cosas se da entre quienes mejor debían saber que actuando así van en contra de sí mismos, pues niegan su propia capacidad para lograr cosas y no contribuyen en nada al emplear trabajos de otros. El actuar pensando en sí mismo, olvidando al prójimo, o robándole, a veces tiene consecuencias trágicas. Un trabajador ha fallecido, tras caerle encima el ascensor que reparaba y este accidente ha destapado la situación en la que estaban inmersos unos cuantos trabajadores, que desarrollaban su labor sin licencia municipal de obras, sin medidas de seguridad, sin contrato de trabajo, sin cobrar y quedándose a dormir por las noches en la misma obra, en colchones en el suelo. Llevaban un mes trabajando en la reforma de ese edificio y durante ese tiempo nadie había detectado nada, a nadie le había parecido raro, nadie se había preocupado por averiguar las condiciones en las que se estaba haciendo la reforma. Quizá sea esto la civilización.

martes, 28 de agosto de 2007

Pedro J. y Ruiz-Gallardón

El director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, escribió un artículo en el que se refirió a la ya muy conocida salida de tono de Alberto Ruiz-Gallardón, mediante la que se postuló para figurar en las listas del PP en las próximas elecciones generales. A estas alturas ya es muy sabido que el interés de Pedro J. consiste en vender muchos periódicos y también que Ruiz-Gallardón no le sirve demasiado en este propósito, puesto que se decanta más por El País, su competidor. Evidentemente, merecerían ser tenidas en cuenta muchas de las cosas que dice Pedro J. , si no fuera porque principalmente van destinadas a influir en el dedo de Rajoy, que es el que teóricamente señala quien debe ir en las listas y quien no. Y este es el meollo de la cuestión. He aquí los motivos por los que los políticos se ven obligados a ganarse la voluntad del jefe en lugar de la de los electores. Con las listas abiertas, o cualquier otro procedimient0 que implicase una mayor participación de los ciudadanos en la cuestión política, quizá no hubiesen salido elegidos Zapatero, Rajoy, Ruiz-Gallardón o Montilla. Los políticos se relacionarían de otra forma entre sí, pero es que también tendrían que modificar su forma de hacer política. Con listas abiertas, no es probable que los valencianos nos viéramos obligados a soportar, y pagar, a la fenicia AVL, porque cualquier político, fuera del partido que fuera, que se comprometiera a procurar su disolución obtendría un gran caudal de votos. Del mismo, quienes en Cataluña propugnaran por destinar las subvenciones del Omnium Cultural a las guarderías, tendría mucho ganado. Y así, más o menos, en todas partes. Y no sólo se haría política de otro modo, y quizá viéramos caras diferentes en los Parlamentos; también tendría que ser diferente la forma de hacer periodismo, al menos en lo que a la faceta política se refiere. Pedro J., por ejemplo, no tendría que convencer a los votantes del PP de que Rajoy haría bien desestimando la candidatura de Ruiz-Gallardón, sino que tendría que convencer directamente a los votantes para que votaran a otro, si esa fuera su intención.

lunes, 27 de agosto de 2007

Sarkozy y los pederastas

Lejanos quedan los tiempos en los que había presidentes nacionales que no buscaban salir en los medios si no era estrictamente necesario, que quizá iban al trabajo en bicicleta (no necesitaban guardaespaldas) y que podían vivir en una casa de alquiler, a la que volvían terminado su periplo presidencial. En los tiempos actuales se ha hecho necesaria una presencia constante en los medios, poniendo más atención en la imagen que en el mensaje. A los franceses les gusta ser los primeros en todo y en este aspecto Sarkozy es totalmente francés y a la vista de la debilidad de la primera figura mundial, que es Bush, trata de arrebatarle todo el protagonismo que pueda. Ahora ha abogado por la castración química de los pederastas, lo que, como probablemente pretendía, le ha llevado a acaparar los titulares de prensa del mundo entero. Algo bueno ha tenido, no obstante, la propuesta y es que ha propiciado el debate sobre la cuestión, lo que siempre resulta positivo. Lo que olvida el presidente de los franceses es que el simple deseo sexual no es delito. Sin el delito de por medio no se puede saber quien se siente atraído sexualmente por los niños. Una vez cometido el delito, ya es asunto judicial. Aquí convendría apuntar que sería bueno establecer la cadena perpetua en España para ciertos delitos, entre los que estarían la pederastia, el terrorismo y ciertos tipos de asesinato. Los posibles casos de indulto deberían estudiarse con mucho cuidado y uno a uno. Volviendo a la propuesta de Sarkozy, y en el caso de que alguna persona que se sienta sexualmente atraída por los niños, no desee sentir ese deseo y piense que medicándose puede mitigar o vencer sus instintos, debería recurrir a los médicos. Es decir, siempre se trataría de una opción individual y el tratamiento no debería ser irreversible.

domingo, 26 de agosto de 2007

¿Ilegalizar a ANV?

Conviene recordar lo poco que duró Terra Lliure en Cataluña. ¿Sería porque allí no era necesario que nadie vareara el árbol para poder recoger las nueces? ETA tampoco debió haber durado nada en el País Vasco y constituye una vergüenza para los vascos su pervivencia en el tiempo. ¿Cómo puede ser que una banda tan desnaturalizada y de modales tan rudos obtenga tantos apoyos y miramientos? Si toda la sociedad vasca, incluidos el PNV y la Iglesia, hubiera estado en contra de la banda y se hubieran planteado como primer objetivo erradicar el crimen, los asesinos no hubieran encontrado el modo de sobrevivir como tales. Pero los interesados y los cobardes descubrieron la equidistancia, que para ellos fue tan importante como descubrir la ley de la gravedad. El PNV nunca se ha alineado con el PP y el PSOE para ir todos al unísono contra los terroristas. El PNV dice que está contra los terroristas, pero todavía está más interesado en remarcar que hay “nosotros” y “ellos”. En este estado de cosas, permitir además que los etarras tengan representación en el Parlamento es darles muchas ventajas. No sólo no se les asfixia en la calle y se les deja sin apoyos ni comprensión hacia sus atrocidades, sino que encima se les permita que puedan chulearse en el Parlamento y se les paga ello. Eso es la ñoñería elevada al cubo, que puede conllevar también consecuencias trágicas. El independentismo vasco no necesita a ETA para estar representado. Dice el representante de ANV que condenar el atentado no es el camino para resolver el “conflicto”. He aquí que se atreven hasta a poner nombre a las cosas. ¿Qué conflicto? ¿Qué camino? ¿Qué hacen en el Parlamento quienes se muestran a favor de los asesinos? Por su parte, tanto María Teresa Fernández de la Vega (orgullosos están los setabenses de ella) y Mariano Sánchez Bermejo han dicho más o menos lo mismo, que el gobierno está vigilante por si alguien traspasa lo más mínimo el límite de la ley. Parece mentira que personas mayores y formadas y con tan altas responsabilidades tomen el pelo así al personal.

sábado, 25 de agosto de 2007

Arranca la liga

Me han hablado de alguien, que no vive demasiado lejos de mi casa, en Valencia, que cuando pierde el Barcelona arremete a puñetazos contra el televisor. ¿El nacionalismo tiene esas cosas? No. En este caso el fútbol, eso que ni es deporte ni es espectáculo, es el culpable. No se puede considerar espectáculo porque los que pierden no lo pasan nada bien. Y tampoco puede considerarse deporte un juego en el que sólo vale ganar. Yo dejé de ver el fútbol por culpa de las terribles patadas que se dan. Nada que ver, en este aspecto, el fútbol de ahora con el de la época de Puchades. Pero el fútbol no ha traído sólo las patadas destempladas, también ha propiciado las recalificaciones, las construcciones o ampliaciones ilegales, los incumplimientos con Hacienda o la Seguridad Social, las condonaciones de deuda por parte de la Administración. Los clubes de fútbol españoles se han gastado más de 3000 millones de euros esta temporada, cantidad que, sin duda, crecerá en cuanto alguno de los equipos pierda dos partidos seguidos. Probablemente, dirá alguien que la vida es así y que no se puede luchar contra este estado de cosas. Eso no es cierto del todo. Numerosos empresarios y próceres, que por lo visto no tienen nada mejor que hacer, pugnan por alcanzar la presidencia de los clubes, o al menos, algún cargo directivo. Quizá piensan que así hacen un bien a la humanidad, o acaso que con su dinero hacen lo que quieren. La gente de la calle, por fin, escapa de sus angustias, con la hipoteca o con lo que sea aplaudiendo o insultando a unos seres muy hábiles con los pies y, en muchas ocasiones, con nada más. Muchos acaban siendo juguetes rotos y nadie de su entorno había sabido preverlo, ni considerado oportuno avisarle. Alguien debería poner sosiego y cordura en este asunto, como en tantos otros. Sin embargo, no sólo se le deja correr a su aire, sino que los organismos oficiales lo ayudan y espolean.

viernes, 24 de agosto de 2007

Las hipotecas

Durante los años en que los tipos de interés se mantuvieron bajos, nadie se preocupó por quienes contrataban hipotecas. Nadie quiso decirles que ese estado de cosas no tenía el porqué ser perenne. Lo que han venido recalcando los sucesivos gobiernos es que España va bien, es la nación cuya economía más crece, etc. No es cierto que España vaya bien. Va bien para las grandes fortunas. Los más necesitados pierden poder adquisitivo. Cosas de la globalización, dicen, contra la que no se puede luchar. Parece ser que a los partidos políticos les convenía la fiebre constructora. Los concejales de urbanismo han vivido su edad de oro. Por otro lado, cada uno de los gobiernos autonómicos españoles y también el gobierno de España, han procurado ganar la voluntad de los votantes. Son ingentes las cantidades de dinero las gastadas en las distintas televisiones, principalmente con motivos propagandísticos. Hay mucho dinero gastado en asuntos “culturales”, que acaso no lo sean tanto, sino que más bien tienen que ver con la manía de diferenciar. El ser humano, cada ser humano, adquiere su personalidad por sí mismo, con sus lecturas, sus meditaciones, sus experiencias, sus decisiones, etc. Al final, es valenciano, español, vasco o inglés, quien no puede ser otra cosa, puesto que ni ha leído, ni meditado, ni aprovechado sus experiencias, ni ha tomado decisiones correctas. Al final resulta que muchos de quienes contrataron las hipotecas, mediante las que daban vida a toda una serie de estamentos, organismos y empresas, han quedado atrapados en la trampa. Para poder pagar los plazos de la hipoteca han de prescindir de cosas absolutamente necesarias. Y no pueden escapar de la hipoteca puesto que les resulta imposible vender el piso por el precio suficiente para pagar al banco y quedar libre de deudas. Si estos gobiernos, estos partidos, en lugar de gastar el dinero en cosas que al final no le producen ningún beneficio al contribuyente, lo hubieran gastado en cosas productivas, en investigación y educación, las cosas ahora no presentarían tan mal cariz.

jueves, 23 de agosto de 2007

400 ejecutados

Cualquier persona, sea lo que sea lo que haya hecho anteriormente, puede en un momento dado de su vida, a causa de una repentina inspiración o por cualquier suceso fortuito que le motive, iniciar un proceso reflexivo que le lleve a reconocer sus errores y las repercusiones que los mismos han tenido en los demás. El interesado puede no considerar conveniente dar a conocer este proceso interior suyo, aunque es evidente que no podría disimularlo en su comportamiento. Parece muy difícil que algunas personas, dados los horrendos crímenes que han cometido, puedan llevar a cabo un proceso reflexivo de este calibre, pero teóricamente no se puede descartar a nadie. Por otro lado, conviene tener en cuenta que lo único que salva al ser humano es precisamente la capacidad de redención. Con la pena de muerte se priva al condenado de esta posibilidad. Es decir, un grupo de seres humanos, organizados legalmente, con sus leyes privan a otras personas de su condición humana. Esto es una atrocidad de la que, es obvio, quienes la causan no son conscientes. Negar la condición humana a otro significa dar muy poco valor, más bien ninguno, a la propia. Sólo el propio interesado puede renunciar a la suya; lo ha hecho al cometer sus crímenes y, sin embargo, la naturaleza le permite aún que pueda redimirse. Los que anteceden son razonamientos que puede hacer cualquiera y que, por tanto, deberían bastar para erradicar la pena de muerte. Sin embargo, la respuesta del gobernador de Texas, estado en el que acaban de llegar a la cifra de 400 ejecutados, Rick Perry, resulta bastante descorazonadora
"Los tejanos desde hace mucho tiempo decidieron que la pena de muerte es un castigo justo y apropiado para los delitos más graves que se cometen contra nuestros ciudadanos"

puesto que da a entender que no hará nada para convencer a sus conciudadanos de que hay que cambiar la ley. Conviene resaltar que la ley ha sido establecida democráticamente y que habría de ser derogada del mismo modo. El procedimiento no es otro que el de convencer a los interesados de que no es una medida correcta. Si la Unión Europea fuera un hecho, su voz sería más escuchada.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Latas de atún con los rostros de Chávez y Humala

Han aparecido en Perú, entre la ayuda humanitaria destinada a las víctimas del terremoto, unas latas de atún con las fotografías de Chávez y Humala y la leyenda "Ante los saqueos, desesperación y caos. Solidaridad con nuestros compatriotas". Chávez y Humala han negado que sea obra suya. Por otro lado, es dudoso que la clase gubernamental peruana elabore una etiqueta como la citada. Los partidarios de Chávez hablan de una mano oscura, olvidando que la del propio Chávez es absolutamente negra, metafóricamente hablando. Cabe recordar, no obstante, que Chávez tiene partidarios en España. La Regàs, por ejemplo. Después de decir que se alegraba de que se vendiera menos prensa, luego matizó que se refería a la de extrema derecha. Quizá para ella toda la derecha sea extrema derecha. Más adelante, se descolgó con unas fervorosas alabanzas a Chávez, de modo que ya hay una prueba más de su respeto por la democracia y los demócratas. Chávez no ayuda a Cuba, sino a una facción de Cuba; tampoco ayuda a Bolivia, sino a una facción de este país; tampoco le importa Perú, sino que hace lo que puede para colocar a Ollanta Humala como presidente de este país. Todas esas ayudas y maniobras las hace con dinero de los venezolanos, cuyos votos se procura mediante un populismo de muy bajo nivel, en el que ocupan un lugar principal los insultos barriobajeros constantes, a los Estados Unidos y a todo el que se le oponga. Entra totalmente dentro de lo posible e incluso de lo probable, que Chávez esté utilizando la ayuda venezolana para promocionar a Hullanta. Probablemente, nunca se podrá probar de dónde salió la idea. Habría que ver la repercusión que ha tenido el reparto de esas latas y el hecho de que la noticia haya saltado a los medios entre las clases pobres de Perú, para saber a quien ha terminado beneficiando. Ojalá Ollanta Humala no logre alcanzar jamás la presidencia de ese bello país andino. La prensa de este país lo llama subordinado de Chávez.

martes, 21 de agosto de 2007

A propósito de Ruiz-Gallardón

Supongamos que las listas electorales son abiertas y que en los primeros lugares de la de Madrid, o de cualquier otra provincia, van Acebes y Zaplana y en el último lugar de la misma lista figura Ruiz-Gallardón. No es difícil imaginar que, en la actualidad, el último lograría más votos que los otros dos juntos. Y sin embargo, Acebes se ha mostrado irritado con Ruiz-Gallardón e incluso le ha “ordenado” callar, según informan algunos medios. Es decir, el preferido de los votantes está subordinado a la opinión y los deseos de quienes aportan menos votos al partido. Y es que con el actual sistema electoral, que quizá fue útil en el inicio de nuestra democracia, el votante no es más que el medio que utilizan los partidos alcanzar sus objetivos. Acebes y Pepiño Blanco, o acaso sean otros quienes lo hacen, pero para el caso es lo mismo, deciden quienes van en las listas y qué orden y luego los aparatos de propaganda del partido nos bombardean con mensajes publicitarios, pagando dichas campañas con nuestros impuestos. Uno de los efectos perversos de este sistema es que los candidatos a figurar en las listas no se ven obligados a ganar el favor de los votantes, sino de quienes deben incluirles en las listas. Como consecuencia, los políticos no se sienten servidores de los ciudadanos (una ministra dijo hace poco que sólo se iría si se lo pidiera el presidente), sino mandatarios suyos. Un político obligado a someterse a los caprichos de su jefe es un político ideológicamente disminuido. El sistema digital conlleva que Rajoy no se saque de encima el complejo de haber sido elegido por Aznar. ¿Con qué legitimidad le puede ordenar que calle? Tampoco puede desprenderse de Acebes o Zaplana, situados en sus puestos por Aznar. Un político como Ruiz-Gallardón, que sabe que cuenta con una bolsa de votos importante, se ve obligado a actuar de forma inusual y contradictoria, para no verse fuera de las listas.

lunes, 20 de agosto de 2007

Consecuencias del terremoto

Las grandes catástrofes suelen cebarse en los más desprotegidos, que vienen a ser los más humildes. Esto es sabido y ya se cuenta con que corren ese riesgo y otros similares, como que están más expuestos a todo tipo de enfermedades y pandemias. Pero aparte de eso, sirven para poner de manifiesto una y otra vez el lado malo de la estirpe humana. Cada vez que surge una situación extrema, aparecen los instintos homicidas, la rapiña y el saqueo. Se habla del Holocausto y de los nazis, como si fueran cosas pasadas. La realidad nos viene a demostrar que las características que dieron lugar a esas atrocidades están latentes en buena parte de la humanidad. Y en los individuos en los que no ocurre así es porque ellos se han esforzado para arrancarlas de sí. El odio, el menosprecio por el prójimo, la codicia, el deseo de venganza, inficionan los corazones de muchas personas. Ahora, en el lugar de la catástrofe se suceden los actos de rapiña, como indefectiblemente viene ocurriendo en todo aquél lugar en el que la naturaleza ha hecho de las suyas. Eso tiene como consecuencia que los gobiernos de los lugares afectados no pueden dedicar todos sus esfuerzos a socorrer a quienes precisan de ayuda, sino que han de dedicar gran parte de la atención a evitar el vandalismo. Tampoco sería de extrañar, puesto que ha ocurrido en otros lugares del mundo entero, que algunos de los administradores gubernamentales, encargados de recibir y distribuir la ayuda internacional, hagan negocios particulares con ella, o se la queden para sí directamente. También puede ocurrir algunos funcionarios de los países de los que sale la ayuda, se queden con parte de ella y esto tampoco sería nuevo. En este estado de cosas, no parece descabellado pedir que la ONU tenga preparada permanentemente ayuda militar para acudir en ayuda de los países que sufran estas desgracias. También se deberían establecer canales absolutamente seguros y vigilados, para repartir las ayudas.

domingo, 19 de agosto de 2007

La paloma de la paz

Acaso porque no duermo suficientes horas, no suelo recordar mis sueños (sé, no obstante, que este preámbulo es ocioso); me interesa recalcar, por otro lado, que esporádicamente sufro alguna pesadilla, como me ha ocurrido esta mañana, temprano. He soñado que la paloma de la paz (llevaba un ramito de olivo en el pico) cagaba en vuelo sobre la cabeza de Arzallus y, seguidamente, la cagada se iba filtrando, partícula a partícula, en su cerebro. Esto no le hubiera podido ocurrir a Anasagasti. He de confesar que la visión de los sesos de Arzallus, tal como los soñaba, tan cargados de odio, tan repletos de cinismo, con tanto afán de conseguir sus propósitos aun a costa de lo que sea, era particularmente terrorífica e intranquilizadora. Con la vigilia ha desaparecido la pesadilla y, tranquilamente, me he dispuesto a leer la prensa. Al llegar a El País me he tropezado con la entrevista que le han hecho a Arzallus y me he reencontrado con el malestar y con el mal sabor de boca. Pero cuando uno está despierto tiene algunos recursos a su alcance; en mi caso, han consistido leer lo que dicen personas como Rosa Díez, a la que he encontrado rápidamente en Basta Ya, Fernando Savater, que tiene colgado en el mismo sitio su artículo “Regreso al progreso”, o Félix de Azúa, a cuyo blog he accedido a través del mismo portal. Con ellos se regresa al discurso racional, la vida vuelve a tener sentido, puesto que el odio no aparece ni implícita ni explícitamente en ninguno de sus artículos. Sí que hay preocupación, ¡cómo no iba a haberla!, y una inmensa rebeldía ante tanta atrocidad, tanta ignominia, tanto desinterés, sobre el que camina la barbarie. Sobre esta última cuestión, el desinterés de tanta gente, me permito recomendar el artículo de la ya citada Rosa Díez que se titula La iglesia cómplice y que fue publicado el 17 de agosto. ¿Qué tienen que ceder los perseguidos, monseñores? Lo que quieren los monseñores, al menos algunos (y a ésos no los desautoriza nadie), es tener contentos a Arzallus y compañía.

sábado, 18 de agosto de 2007

Personas que han cometido tremendos delitos

Creen algunos que las palabras sirven para ocultar los pensamientos, pero esto sólo ocurre con quienes quieren dejarse engañar, con aquellos que desean escuchar precisamente cierto tipo de mensajes. Algunos de estos que gustan de retorcer las palabras y sus significados han sido, y lo siguen siendo, cumplidamente desenmascarados por los grandes teóricos de los que gozamos, pero ellos siguen impertérritos su discurso, puesto que cuando hablan no se dirigen al cerebro de las personas, ni al corazón; pulsan directamente las más bajas pasiones. Así, por ejemplo, cuando Ibarretxe, cuyo torvo gesto no anuncia nada bueno, habla de la defensa de todas las personas, también de aquellas que han cometido “tremendos delitos”, da a entender que es a estas últimas a las que se refiere únicamente. Arteramente, incluye a todos, para disimular su interés por los etarras, a los que se conoce que debe mucho. Ha olvidado, y no es un lapsus, a las víctimas. Puesto que no se ha conformado con referirse a todas las personas, sino que ha querido singularizar a un grupo, ha puesto de manifiesto su desdén por el otro. Entre las víctimas y los asesinos prefiere a los segundos. No es extraño. En la misma línea están Arzallus, Eguiguren, el famoso calvo, no por su calvicie sino por lo que ésta le preocupa, y tampoco cuesta mucho situar en este grupo a Imaz (¿qué hace junto con los anteriores?).
Son hueras, pues, todas sus condenas a los atentados y claramente hipócritas sus referencias u homenajes a las víctimas.
La principal tarea de los políticos debería ser la de procurar el bienestar de las personas, pero algunos montaraces se empeñan en llevarlas por donde ellos quieren. Pretender que el País Vasco está ocupado es una estupidez, tiene privilegios con respecto a las demás Comunidades Autónomas. Es legal que algunas personas pidan la independencia y aparte de tacharlas, legítimamente, de egoístas, poco más se les puede decir. Insistir del modo en que lo hacen esas personas, sin colaborar decididamente con los demás partidos en la persecución del terrorismo, es claramente insano.

viernes, 17 de agosto de 2007

¿Qué hará el Vaticano ahora?

Quizá tenga al personal entretenido, modificando la wikipedia, y no hayan llegado hasta allí los efluvios del funeral de Xirinacs. Éste, una vez muerto y por tanto inofensivo, es digno de lástima y compasión. Sobre todo a la vista de la jaula de grillos que poblaron su cabeza. ETA tenía estilo, decía el finado cuando estaba en vida, puesto que a pesar de lo que cuesta robar la dinamita, avisa cuando sus bombas pueden matar “inocentes”. Se conoce que José Edmundo Casañ, por ejemplo, no era “inocente”, ya que no lo avisaron de que lo iban a matar. Y allí estaban 17 sacerdotes, nada menos, oficiando la misa. Y Carod, como presidente en funciones, representando a los catalanes. ¡Qué bien representados están los catalanes! Carod, en su día, viajó en coche oficial a entrevistarse con los etarras. Carod homenajea a uno que se declaró amigo de los etarras; y muy amigo, por lo que se sabe. Carod se puso la corona de espinas sobre su cabeza, y sonrió. ¿Si permiten que éste entre en los templos, por qué les niegan el paso a otras personas? En la homilía, el predicador dijo que Xirinacs fue un cristiano de una pieza. El Señor permitió que se dijeran esas palabras, para que el mérito y la paciencia de las víctimas de ETA sean mayores. A la vista de lo que les toca soportar, les espera el más glorioso de los destinos en el otro mundo. Dijo también el encargado de decir las sandeces, a cual más gorda, que Xirinacs vivió en la búsqueda permanente de la libertad y que la vida trae violencia. Esto se lo debió de inventar, porque que yo sepa la vida no trae violencia. La violencia la traen algunas personas. Las hay tremendamente pacíficas, aunque nadie las proponga para el Nóbel de la Paz. ¿Suspenderá a divinis el Vaticano a esos diecisiete sacerdotes? ¿Suspenderá a divinis a monseñor Uriarte? Si fuera homosexual y no lo ocultará, quizá. Dicen que Carod jamás ha sido condenado por corrupción, luego no es corrupto. Bien, pero al menos es Carod. Con eso ya tiene bastante.

jueves, 16 de agosto de 2007

Problemas de la adormilada sociedad opulenta

La opulenta sociedad occidental, que parece adormecida, quizá por falta de estímulos, y henchida de egoísmo, se enfrenta en la actualidad a dos problemas que siendo aparentemente sencillos, pueden resultar totalmente irresolubles. El primero y más grave por ahora y acaso por mucho tiempo, es el que plantea el mundo islámico. Los emigrantes islámicos, en contacto con otros estilos de vida tendían a relajar su fervor religioso. Esta realidad tenía como consecuencia que los líderes religiosos del Islam fueran perdiendo paulatinamente influencia sobre sus seguidores. La pérdida de influencia conlleva la correspondiente disminución del poder y también de dinero. El modo que han elegido para evitar esto no puede ser más desastroso. El recurso al odio siempre parece dar buenos resultados cuando se trata de reclutar voluntades. En este caso, se trata de fomentar el odio extremo hacia todo lo que provenga del mundo occidental, incluyendo, como todos sabemos, actos terroristas. Cambiar nuestro modo de vida por su causa, es concederle una victoria al terrorismo. Los métodos de Bush no pueden hacer grandes cosas frente a esta lacra. El hecho de que se reduzcan nuestras libertades, hará partirse de risa a los líderes de los terroristas.
El otro problema nos lo plantean los chinos. Es de otra índole y tampoco lo sabemos combatir. Fabrican objetos con un coste de mano de obra mínimo, e inundan con ellos nuestros mercados, lógicamente, con unos precios con los que es imposible competir. Los suelen vender, además, en comercios regidos por chinos, que abren todos los días del año, con unos horarios también muy largos. Tampoco parece que los Servicios de Inspección de las Administraciones se atrevan a visitarles, porque esos horarios son claramente ilegales. Y es que, ante cualquier problema que sufran los chinos o sus productos, el gobierno chino toma medidas inmediatamente. Son muchos consumidores los chinos, por lo que no hay gobierno que se atreva a hacerles frente. ¿Corremos peligro con los productos chinos?

miércoles, 15 de agosto de 2007

Los vientos de la historia

Caminamos inexorablemente hacia la unión europea, no por convencimiento, sino por necesidad. Esto último es lo positivo, pues viene a significar que por muchos impedimentos que surjan, se llevará a cabo. Los beneficios que resultarían de dicha unión son muchos, como el de lograr una mayor solidaridad entre todos y una mayor homogeneización de derechos y deberes. Por otro lado, una Europa fuerte sería mucho más eficaz a la hora de intentar resolver los grandes problemas que surgen en el mundo y muy frecuentemente en las cercanías de nuestro continente. Podría también ayudar en el desarrollo de los países más desfavorecidos. Sin embargo, parece que la historia tiene movimientos pendulares, o quizá resulta que como dicha unión no progresa por convencimiento sino por necesidad, simultáneamente surgen movimientos disgregadores. Ahora surge el zarpazo nacionalista en Escocia. Mientras caminamos hacia el futuro, surgen movimientos que pretenden llevarnos al pasado. Los nacionalismos hoy en día se nutren de egoísmo y de odio. Su modo de lograr adeptos consiste en fomentar el odio al necesario enemigo y también en prometer ventajas si se logra la independencia. Estos sentimientos, que a veces están muy a flor de piel, porque las gentes pueden presentir que algunas de sus costumbres ancestrales están en peligro de desaparecer, no deberían ser aprovechados por los políticos. ¿Pero cómo esperar que dejen pasar la oportunidad de lograr una poltrona, de influir en las gentes y manejar el presupuesto? Dentro de lo irresponsable que viene demostrando ser la clase política, que con tal de ganar las elecciones o de gobernar es capaz de cualquier cosa, hay quienes destacan en este aspecto. Muchos tienen al elector como un medio para lograr sus fines. Acaso, fue Adolfo Suárez el único que permitió pensar que lo tenía como un fin al que dedicó sus esfuerzos. Supongamos que Escocia y algunas otras regiones se independicen. Más pronto que tarde, cuando la Unión Europea se haga realidad, tendrán que volver a unirse, aunque bajo otra bandera, a sus antiguos enemigos. ¿Se preguntarán si valió la pena el viaje?

martes, 14 de agosto de 2007

Cuando el presidente me lo pida

Ha dicho la ministra que dejará su cargo cuando el presidente se lo pida, como si fuera éste quien le paga el sueldo. No está bien que todo el mundo pida su dimisión, en el intento de buscar un chivo expiatorio, de depositar las culpas en una única cabeza. Y si puede ser que el culpable provenga de Madrid, mejor. Pero ella jamás debió dar esa respuesta; con defender su trabajo era suficiente. No pueden los políticos catalanes, a los que se les han caído tantas cosas de las manos, distraídos como están en lo único que al parecer les importa. El portavoz popular, que tuvo la oportunidad de sacar los colores a sus oponentes, prefirió sumarse al coro y pedir también la dimisión de la ministra. A tenor de lo visto, pocas esperanzas cabe poner en él. Magdalena Álvarez, con su respuesta, dio a entender que si el presidente la ha hecho ministra es por su obsecuencia. Cuando alguien no confía en si mismo se rodea de gente sumisa y obediente. Y la cuestión consiste en que no se puede confiar en quien no permite a sus colaboradores que le muestren su desacuerdo cuando se produzca. De modo que lo que ocurre al final es que los ciudadanos, que estamos representados por los diputados, no tenemos voz ni voto. Si con las listas cerradas los ciudadanos ya vemos muy mermada nuestra representación, sólo faltaba que una ministra dijera que sólo depende de la opinión del presidente.
Cada vez va siendo más evidente que el sistema autonómico español fue mal planteado y peor resuelto, por mucho que quienes lo idearon vayan presumiendo. Lo que debería servir para resolver los problemas de las Comunidades Autónomas entre sí y los de éstas y el gobierno central, lo que hace es aumentar las dificultades y fomentar los egoísmos. Es inconcebible, por otra parte, que con tan gran cantidad de políticos, con casa y coche oficial, hayan sucedido tantas catástrofes, en tan poco tiempo, en la que debería ser la Comunidad Autónoma más avanzada de España y ejemplo de cosmopolitismo y tolerancia. Al parecer, sus políticos tienen otras metas y otras inquietudes.

lunes, 13 de agosto de 2007

La ineficaz clase política catalana

Carod pedía mano dura contra las eléctricas. Si hubiera triunfado la OPA de Gas Natural hubiera sido otra cosa. No hay nada como conocer el percal, para saber interpretar las cosas. Hay que cargarle todas las culpas a Madrid. Pero si todo el dinero y el empeño que pone la clase política catalana en convencernos a los valencianos de que formamos parte de los Países Catalanes y hablamos catalán lo dedicaran a resolver los asuntos catalanes, probablemente no se hubiera producido toda esa serie concatenada de desastres. No es que no habían hecho nada por evitar que ocurrieran, es que les ha pillado totalmente por sorpresa. Ahora quieren gestionar ellos esos asuntos y piensan que pidiéndolo salvan la cara. Para saber cómo son basta con fijarse en su actitud ante la figura de Xirinacs. Cualquiera de las víctimas del atentado de Hipercor merece mil veces más el homenaje que el que se declaró amigo de quienes pusieron la bomba y que es quien lo ha recibido. Xirinacs se declaró amigo de ETA y enemigo de España y eso es una confesión, por partida doble, de maldad. ¿Cómo se puede ser enemigo de un país, sea España, Tailandia o Estados Unidos? Hay que ser malvado para decir algo así. Y peor todavía es declararse amigo de una banda criminal. Presentarse a renglón seguido como pacifista constituye una descomunal tomadura de pelo. Pujol le definió como un “profeta bíblico”. A mí, Pujol siempre me ha parecido un botarate. Nadal le citó como “luchador antifranquista”. La clase política catalana se entretiene, y entretiene al personal, con mitos, quimeras y falsedades y es incapaz de reconocer su parte de culpa en las cosas que les suceden. Homenajean a un enemigo de España y amigo de ETA y de vez en cuando son aliados o forman parte del gobierno español. Esto también habla de gobernantes de España que se alían con ellos. El asunto del tres por ciento ha pasado a mejor vida. Ahora, la gota malaya va cayendo, una y otra vez, sobre otra cabeza.

domingo, 12 de agosto de 2007

Xirinacs

Ha muerto Xirinacs, al que algunos describen como antifranquista, lo que no estaría mal sino fuera porque el prefijo anti- se le puede añadir a más cosas. Dijo que ha vivido 75 años en unos Países Catalanes ocupados por España, por Francia y por Italia, desde hace siglos. Fue antiespañol, por tanto. Y claramente ofensivo. ¿Cómo es que yo, como español, esté ocupando los Países Catalanes y no haga nada? ¿Cómo es que como valenciano, y por tanto, ciudadano de esos (quiméricos) Países Catalanes, no haga protesta alguna por esta cuestión? Ni España, ni los demás países que cita el ex-clérigo, ocupan nada, ni existen los Países Catalanes. Otra cosa es que los catalanes, o parte de ellos, deseen la independencia, cuestión que no tiene nada que ver con que Cataluña esté ocupada, cosa que se desmiente por sí sola además en cuanto aparece el fantasma imperialista de los Países Catalanes. Xirinacs dedicó su vida a la nada. Sorprenden dos cosas, o no tanto. La primera es que fuera propuesto para el premio Nóbel de la Paz y la segunda que no le fuera suspendida por la Iglesia su condición sacerdotal. Se conoce que la Iglesia presta más atención a unas cosas que a otras. Este sacerdote, al que se le puede aplicar aquello de que cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo se dedicó a predicar la nada y a hacer perder el tiempo a las gentes. Eso es pecado mortal. Sólo se vive una vez y conviene aprovechar la vida, esto es, dedicarla a cosas de provecho. Luchar por la dignidad de los seres humanos, tan pisoteada en los lugares en los que se presume de que se respetan mucho como en los que la ignoran deliberadamente, sí es algo que valga la pena. Sin embargo Xirinacs se declaró amigo de ETA. Y es entonces cuando pensamos que quizá debamos alegrarnos de que este sospechoso pacifista no haya matado a nadie. Y cuando quedan en ridículo quienes le propusieron para el Nóbel y quienes le aplaudieron en vida. Descanse en paz.

sábado, 11 de agosto de 2007

La identidad de España

Artículo 9.

Contribución a la Vertebración y la Cohesión Territorial.
La Corporación RTVE asume el objetivo y la obligación, como servicio público, de contribuir a la construcción de la identidad y la vertebración de España como país, asumiendo la existencia de las diversas nacionalidades y regiones que la integran y que constituyen las Autonomías reconocidas por la Constitución Española.





Yo soy valenciano y español, porqué nací y resido en la Comunidad Valenciana, que es parte de España. Contribuir, en la medida de lo que pueda y me dejen, al bienestar de la sociedad en la que vivo me parece fundamental y necesario para la buena marcha del mundo en general. Podría haber nacido en cualquier otro lugar y la cuestión sería exactamente la misma. Contribuir a lo que es justo y rechazar lo que no lo es, es un buen lema. No debe uno vivir exclusivamente para sí mismo, puesto que todos somos deudores de la sociedad. Ninguna de estas cosas tiene que ver con la identidad colectiva. La identidad de los pueblos es coyuntural, motivada por el lugar geográfico en el que están enclavados, por los sucesos históricos acaecidos y por los progresos humanos. Es un deber de las personas buscar su propia identidad, creando un discurso propio, a partir de la cuál colaborar con el resto de la humanidad. Poco tiene que ofrecer a la colectividad quien no ha sabido crear su propio sistema de creencias y valores. Los sistemas de creencias y valores de los pueblos son pues los de los individuos que los componen y por tanto son cambiantes. Hay quienes, incapaces de lograr su propia individualidad, toman la que en ese momento puede ser la más habitual entre sus conciudadanos y con ello cree que ha resuelto su problema. Hablar de la identidad de España contribuye a fomentar el camelo en el que se refugian muchos. Habría más bien que comprometerse a difundir y fomentar unos valores y eso sí que sería útil para todos.

'Una pica en Flandes'
'La nostalgia de la casa de Dios'
'Terrorista'
'Carmen Conde'
'Pasajes de la historia'
'Teresa de Ávila y la España de su tiempo'
'Drogas fuera'
'La mente criminal'

viernes, 10 de agosto de 2007

Vascos alejados de Homero

Algunos vascos sostienen que las raíces de su pueblo se hunden en la noche de los tiempos. Me parece muy bien, pero no entiendo que tiene el asunto de meritorio. Entiendo que sólo es mensurable el mérito de las personas, y coincido con Cervantes en que éste procede de sus hechos. Las naciones son entidades coyunturales creadas para servir a las personas. Cuando se pretende que las personas actúen en función de las naciones, se está desvirtuando gravemente el sistema. Algunos vascos, por su parte, permanecen anclados en ese pasado remoto. Sus cerebros son muy pequeños y desde luego están muy lejos del grado de civilización que demostró Homero. Tampoco parece probable que lo tengan más desarrollado del mono que bajó del árbol, para dar lugar al género humano. Tan es así, que lejos de haber logrado ese don de la palabra del creador de la Ilíada, ni siquiera llega a la altura de los calzados de los personajes de la obra. ¿Qué heroísmo pueden alegar los etarras? A ver si se creen que son como Aquiles, Héctor, Eneas o Ulises. ¡Qué lejos están estos vascos del romano Marco Atilio Régulo! Éste sí que tenía amor a la patria. Sin embargo, en lugar de avergonzarse de los etarras, se les planean homenajes y se hacen manifestaciones en su honor. Eso se llama denigrar a la patria, echarla sencilla y llanamente por los suelos. La patria que se asienta en una banda criminal, que acoge y protege a esta banda, ni es patria ni es nada. Y resulta que el presidente del partido que gobierna en el País Vasco atribuye a ETA la voluntad de disolverse, algo totalmente ilógico, y culpa al PP de que haya vuelto a su monte. Y acusa al PP de lo que hace él mismo, de comenzar la mañana mirando la encuesta y actuar en función de ella. En la lucha contra el terrorismo, el PP ha hecho dos cosas mal: utilizarla electoralmente y negociar con ETA. El partido que menos ha hecho en la lucha antiterrorista es el PNV. ¡Pobre patria vasca!

jueves, 9 de agosto de 2007

Comprar un piso

Los constructores españoles piden calma a los compradores y les dicen que no tengan miedo. ¡No tengáis miedo!, decía Juan Pablo II, pero no parece que los constructores se sitúen en el mismo campo que el fallecido Papa. Lo que buscan ellos no es que la gente mire cara a cara a la vida, sino que compre pisos. Y si quien planea comprar un piso en nuestros días no tiene agobios financieros, probablemente hará un buen negocio si lleva a cabo su compra. Cosa diferente ocurre con quienes tengan que hacer un gran esfuerzo, puesto que si por algún motivo se ven obligados en los años posteriores a desprenderse del piso, pueden encontrarse con alguna coyuntural bajada de los precios, que suponga un gran quebranto para ellos. Esto no ocurría en años anteriores, en los que las viviendas se vendían con gran rapidez y cada día más caras. Entonces, si quien se había involucrado en una hipoteca se veía obligado a vender el piso, por cambio de residencia o por cualquier quebranto de tipo económico, podía estar seguro de que iba a poder pagar al banco y aún le sobraría dinero. Esa seguridad no se puede tener actualmente e incluso es posible que suceda al revés, sobre todo la urgencia se produce a corto plazo. A largo plazo, se podría asegurar que los pisos subirán. Vistas así las cosas, lo que pueden hacer los promotores para quitar el miedo a sus posibles clientes es asumir ellos el riesgo. Podrían establecer una cláusula en los contratos mediante la cuál si el comprador, por motivos justificados, debía desprenderse de la vivienda y no encontraba comprador por un precio igual o superior al que había pagado él, se la revendería al constructor por el mismo precio. Para los constructores no representaría ningún problema, puesto que suelen tener solvencia y todo consistiría en volver a poner esos pisos en el mercado. ¡No tengáis miedo!, se les puede decir a los constructores.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Que se preparen

Que se preparen, dijo Rafael Correa, refiriéndose a algunas empresas españolas. Es sabido que las empresas, las españolas y las de los demás sitios, por lo general, lo que buscan es ganar dinero y en cuanto las cosas se complican un poco, toman el montante y se van. Este estado de cosas se acabará cuando sólo haya un gobierno en el mundo. Mientras tanto, hay que atenerse a la realidad. Sin duda que Correa sabrá muy bien que las empresas que tengan planes para establecerse en Ecuador observarán atentamente lo que ocurra en este asunto. Ningún país, tampoco Ecuador, puede prescindir de la inversión y, por tanto, hasta que punto lo que dijo no es más que una bravata cargada de populismo barato. Porque es indigno que el máximo mandatario de un país se exprese de este modo. También podría ser, por otra parte, que estuviera planeando romper con las multinacionales empresariales para caer en una multinacional peor, la del aspirante a dictador Hugo Chávez, que no se conforma con subyugar a los venezolanos, sino que además gasta el dinero de éstos para mangonear en todos los países en los que puede. Puesto que Chávez es un esclavo del poder, no hay más que ver como trata de acrecentarlo más y más, no puede tener ningún respeto por los humildes. Ningún poderoso lo tiene. Los utiliza, los manipula y los explota. Este mismo camino sigue Rafael Correa, a quien no se le puede atribuir ningún amor por la justicia, puesto que mantiene encarcelada injustamente a Sandra Correa León. Ninguna huelga de hambre ni ningún llamamiento ha sido capaz de ablandar al presidente ecuatoriano, acaso porque piensa que eso sería una flaqueza y que no se puede permitir ninguna, si quiere llegar a alcanzar sus ambiciosos objetivos. Con la ayuda de Chávez, claro. María Teresa Fernández de la Vega le pide reglas de juego claras. Transparentes se las van a dar.

martes, 7 de agosto de 2007

Los renglones torcidos de Chávez

Ciento cinco peruanos partieron de su país para ser operados de cataratas en Venezuela. Si yo hubiera sido uno de los afectados, hubiera aceptado la ayuda, en caso de necesitarla. ¿Cómo no hacerlo? Pero es evidente que todo lo que hace Chávez tiene intencionalidad política. Con esta ayuda, a quien pretende favorecer realmente es a su aliado (¿se le puede llamar así?) Ollanta Humala. Sin embargo, esto no significa que Ollanta tenga que ganar necesariamente las elecciones, la gente vota a quien quiere. De momento, algunas personas van a salir beneficiadas y esto es algo positivo. Es casi milagroso que Chávez haga algo bueno y en este caso el dinero de los venezolanos, que el aspirante a dictador emplea como si fuera suyo, para torcer los rumbos los pueblos hacia donde él quiere. La ayuda de Chávez hacia los enfermos de cataratas, con el aparato propagandístico consiguiente, puede propiciar además que Alain García, que tan catastrófico resultó en su anterior mandato, afine su forma de gobernar y trate de favorecer al máximo a los ciudadanos, tratando de mejorar las prestaciones que reciben y de fomentar el progreso del país.
Es sabido, por otra parte, que cuando alguien hace una obra buena y recibe el agradecimiento del beneficiado, puede sufrir tal impacto emocional que es fácil que repita con otras personas y hasta incluso puede acabar dedicando su vida a este menester. Pero esperar esto de Chávez sería francamente ilusorio. No acabará creando una red de hospitales, ni de escuelas o similares. El dinero que con tanta prodigalidad utiliza podría servir para cosas muy prácticas. Por otro lado, si lo empleara para mejorar las circunstancias de vida de los venezolanos, acabaría por comprender que nadie es imprescindible y que lo sano es que unos mandatarios sean sustituidos por otros. Está infectado por la pasión del poder, que es una pasión mayor. Quien venera al poder acaba por ser esclavo suyo. Pero está bien que de vez en cuando escriba con renglones torcidos y de ello salgan beneficiados algunos.