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martes, 18 de abril de 2017

La Iglesia ofende a las víctimas del terrorismo

En el simulacro grotesco que organizó la ETA y que sus simpatizantes insisten en consagrar estuvo el arzobispo Matteo Zuppi.
Estaría a título particular o en nombre de la Comunidad de San Egidio. En cualquier caso, su presencia en el acto fue ofensiva para las víctimas del terrorismo y para todos los españoles a los que repugna ser cómplices activos o pasivos de ETA. Puesto que el Vaticano no lo ha desautorizado ni amonestado, puede decirse que la Iglesia de Roma es responsable del hecho.
Llueve sobre mojado, porque el Vaticano tampoco excomulgó, y ni siquiera amonestó a Setién y Uriarte, tan comprensivos con los etarras como distantes con las víctimas, ni a ninguno de los infames curas que han hecho de las suyas en el País Vasco.
Le gusta mucho a la Iglesia pedir que se ponga la x en su casilla de la declaración de la renta, pero yo prefiero dejar que lo hagan los etarras y sus simpatizantes. ¿Cómo puedo querer ayudar económicamente a unas personas que se han portado tan mal con las víctimas del terrorismo?
Pero es que en Cataluña también hay cardenales, obispos, curas y monjas que fomentan el odio hacia el resto de los españoles y el Vaticano no los llama al orden. Si al Vaticano le parece bien que haya cardenales, obispos, curas y monjas que bendigan toda esa burla hacia la legalidad que están llevando a cabo los catalanistas y que fomenten el menosprecio hacia otros seres humanos, no debe esperar que yo contribuya económicamente al mantenimiento de esos individuos e individuas.
El Vaticano debería explicar qué relación puede haber entre el catolicismo y el nacionalismo y si no es capaz de encontrar ningún punto de sintonía entre ellos será cuestión de que empiece a excomulgar a buen ritmo a todos esos impresentables que hablan en su nombre.

domingo, 10 de julio de 2016

Caram, Caram, Caram

El actual papa, que procede de Argentina y que, como todo el mundo sabe, es de corte populista, a pesar de lo cual creo que es muy del gusto del fino escritor Pablo d’Ors, debería decirle a su compatriota, la monja Caram, que lo que hace está muy mal, aunque mejor sería, por el bien de la Iglesia y de la humanidad, que la obligara a colgar los hábitos, excomulgándola si fuera preciso.
Esta monja vino a España a joder, empleando este término en el sentido figurado que cualquiera puede imaginar. Ha venido a predicar el odio de unos españoles contra otros, tarea en la que, por cierto, no está sola. Hay otras monjas y otros curas y otros obispos y otros cardenales empeñados en la misma tarea sucia. Cabe señalar que un número significativamente alto de representantes de la Iglesia Católica se han mostrado de un modo comparable al de los peores monstruos de la especie humana sin que, por ello, se hayan conmovido las estructuras del Vaticano, más atentas, por lo que se ve, al aumento o disminución del número de fieles y, por tanto, de su poder, que al comportamiento de sus integrantes. Si lo que hacen supone un peligro para su poder, actúan drásticamente, pero si conlleva un aumento de fieles, aunque sea a costa de un comportamiento infame, se hace la vista gorda.
Aquí tenemos, pues, a esta monja argentina, que ha venido a España a lo que ha venido, a la que la justicia le importa un pimiento, ella lo que quiere es estar en la cresta de la ola y no le importa decir una cosa y luego la contraria.
Bien, cada cual tiene derecho a ser como es y si esta monja ha decidido ser una impresentable no hay nada que objetar. El caso es que no se quita el hábito y a lo mejor hay monjas que sí que son buenas personas y no tienen por qué cargar con culpas ajenas.

lunes, 17 de junio de 2013

Debe de ser fácil comprender a los asesinos

Quizá sea por la gran cantidad de odio que flota en el ambiente. Se nota el odio en el gusto por denigrar a otros, y en el sectarismo, que es indispensable en esta tarea. Cuando alguien busca hacer mal necesita saberse protegido, sentir que juega con ventaja.
Esto es lo que han venido haciendo los etarras a lo largo de todo el tiempo de su existencia, y también la labor que han llevado a cabo quienes han ido aprovechando la maldad etarra.
Sobre este particular, el Vaticano y la Iglesia española, que recibe mucho dinero de los españoles, debe una explicación sobre el comportamiento de ciertos obispos y curas, que deberían haber sido excomulgados fulminantemente y, sin embargo, se les ha dejado continuar con esa labor suya tan anticristiana.
Es tan fácil confundir con las palabras para presentar el mal como un bien que la Biblia lo deja claro: Por sus hechos los conoceréis. Hay que ver con quienes se juntan y con quienes se muestran comprensivos y de quienes se apartan para saber quienes son. El Vaticano y la Iglesia española deberían explicar por qué han consentido todo eso.
La gente que odia necesita coartadas, y cualquier cosa le sirve para este fin. Para esta clase de personas es mucho más fácil comprender a un criminal que a alguien bondadoso. La bondad requiere método y determinación. La maldad permite dar rienda suelta a los instintos más bajos. A alguien bondadoso se le buscan las vueltas. El malo inspira simpatía a los que son como él. El asesino confeso de Marta del Castillo recibe muchas cartas de admiradoras. No me extrañaría que Bretón también tuviera las suyas. El etarra Azpiazu, cuyo crimen fue tan horrendo y que luego montó una cristalería en los bajos de la casa en la que vive la mujer a la que dejó viuda, pudo decir que en el pueblo lo querían más a él que a ella. Debe de ser a causa del influjo del mal.

jueves, 21 de junio de 2012

Un obispo que no parece homosexual

Monseñor Fernando María Bagalló ha sido fotografiado en una actitud más que cariñosa con una señora en una playa de México. Yo no creo que monseñor, en este caso, hiciera daño a nadie, porque en las fotos se ve que la señora lo consentía todo, pero el Vaticano se ha puesto a investigar.
La experiencia dice que al Vaticano le molestan los curas homosexuales que dicen que lo son y los obispos que van a la playa con una mujer.
Sé de un sacerdote que dejó de serlo por hacer explícita su condición homosexual. Pero yo supongo que hay muchos sacerdotes homosexuales, e incluso obispos, y que quizá abundan los que dan rienda suelta a su deseo. También supongo que más de un sacerdote, y quizá algún obispo, se mete en la cama con alguna mujer. Y que se sepa, nunca el Vaticano ha abierto una investigación un sacerdote u obispo por estar en una cama con otro hombre o una mujer. Tampoco se la abierto a ninguna monja.
Se conoce que lo que molesta al Vaticano es la publicidad. Mientras todo ocurra de puertas adentro no pasa nada.
Sin embargo, en España padecemos una serie de curas y obispos nacionalistas, e incluso de columnistas religiosos nacionalistas, y el Vaticano calla. El nacionalismo de algunos llega hasta el extremo de haberse negado a celebrar funerales por las víctimas de Eta, y a exigir el diálogo con la banda terrorista. El Vaticano calla por el nacionalismo de esos curas y obispos les permite estar cerca del poder, que es lo que quiere. El nacionalismo es la ideología más egoísta que hay, pero eso no le importa al Vaticano.
En los lugares en los que el nacionalismo no manda no hay curas ni obispos nacionalistas. Franco lo sabía. Trasladó a uno muy nacionalista a Valencia y enseguida dejó de ser nacionalista.

'La energía después de Fukushima' 
'Limones dulces' 
'Ocurrió en Valencia' 
'Los invitados de la princesa' 
'La vida y la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer contada a los niños' 
'Los mejores dibujos publicados en El País 2004-2011' 
'España, un proyecto de país' 
'La hoguera del capital' 

sábado, 25 de febrero de 2012

Los prelados, a favor de corriente

Debería haber dicho los prelados vascos, que ahora defienden la “reconciliación” entre los etarras y sus víctimas, pero es que los prelados todos suelen ir a favor de corriente. No sólo los vascos. Ahora presumen de que cada vez hay más gente que pone la X en la casilla de la Iglesia. Quieren ir al cielo y es más fácil poner la X, que ir a misa. Ignoro si los prelados prefieren la X o la asistencia.
Los prelados quieren ahora que los vascos se reconcilien, o sea que los verdugos y las víctimas se besen y se pidan perdón, porque las víctimas se pusieron en el camino de las balas y por culpa de eso algunos angelitos etarras están en la cárcel.
No han dicho los prelados que votar a Amaiur o a Bildu es una canallada. No lo han dicho, porque eso no es cosa suya. Lo suyo es instar a la “reconciliación”, predicar la bondad y todo eso. Lo de criticar a los votantes de Bildu y Amaiur es cosa de pensadores como Aurelio Arteta, que escribió Mal consentido, libro sobre el que los prelados, en el supuesto de que lo hayan leído, no van a hacer comentarios, no vaya a ser que se le cabreen algunos de sus feligreses.
Los prelados tampoco van a referirse a esos más de 300 asesinatos que falta esclarecer. Para ello ya está el libro Vidas rotas, sobre el que igualmente prefieren guardar silencio los prelados. Ni se les ocurre sugerir a quienes sea, ni ofrecer la indulgencia plenaria a quienes colaboren con la policía y los jueces al esclarecimiento de estos delitos. No vaya a ser que metan a más etarras en la cárcel y la “reconciliación” se vuelva más difícil.
Sería de una gran ingenuidad esperar que estos prelados pidan al Vaticano que castigue a los curas que se negaban a oficiar funerales por las víctimas de ETA, o que sean excomulgados Setién y Uriarte.
Lo que quieren los prelados es acaparar portadas. Son humanos.

'Nuevo Brain Trainer'
'Detrás del nombre'
'La fragata Ligera'
'Retorn a l'Illa Blanca'
'El tiempo que nos une'
'Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes'
'La crisis del euro'
'Zero'

martes, 11 de marzo de 2008

Los nuevos pecados sociales

1. Las violaciones bioéticas, como la anticoncepción.
2. Los experimentos moralmente dudosos, como la investigación en células madre.
3. La drogadicción.
4. Contaminar el medio ambiente.
5. Contribuir a ampliar la brecha entre los ricos y los pobres.
6. La riqueza excesiva.
7. Generar pobreza.


Han salido publicados en L’Osservatore Romano los nuevos pecados sociales, que son los que anteceden. Al repasarlos se tiene la impresión de que el Vaticano se ha metido, o está a punto de meterse, en un berenjenal. Decir, por ejemplo, que contaminar el medio ambiente es pecado es abusivo. ¿Quién no contamina el medio ambiente? Hay un grado a partir del cual sí lo es, pero ese grado depende de cada persona o situación. Conviene distinguir entre cuando se hace por necesidad o cuando es fruto del egoísmo.
La investigación con células madre contiene demasiados matices, muchas cuestiones a considerar y no puede despacharse el asunto con una sola línea. Conviene tener en cuenta la cantidad de niños que mueren de hambre cada día, sin que nadie se conmueva, los niños con enfermedades raras que no son investigadas por falta de presupuesto, etc. Ocurren muchas cosas que no deberían ocurrir y las aceptamos. Las investigaciones se hacen para curar. Si no nos preocupamos por los nacidos, ¿a qué vienen tantos remilgos con las células? Salvemos primero a los niños que ya están entre nosotros.
Catalogar como pecado la riqueza excesiva resulta sumamente ambiguo. O acaso haya sido dicho así para que nos e enfaden los amigos ricos del Vaticano. Porque no dice a partir de que caudal se considera excesiva la riqueza. ¿Puede ahorrar alguien para la vejez? ¿Puede hacerlo por temor a que sus hijos pasen hambre el día de mañana? ¿Y si ya de paso ve que puede ahorrar también para los nietos y decide hacerlo? Algunos legan fortunas con las que pueden sobrevivir tranquilamente muchas generaciones futuras. El Vaticano debería precisar más.
En lo que es más fácil estar de acuerdo es en que generar pobreza es pecado, pero aquí también convendría precisar. ¿Quién genera pobreza y porqué? Habría que señalar claramente o callar. Porque para decir algo que ya sabía y por lo que nadie se da por aludido, no hacían falta alforjas.

'Movimientos cívicos'
'La respuesta está en el colágeno'
'Saber qué decir'
'La máscara'
'El Camino del Cid'
'La cortesana de Taifas'
'Guerrilleros'
'Hablar con corrección'

miércoles, 26 de diciembre de 2007

El Papa calla

Este Papa, tan puntilloso en algunas cuestiones, sabe muy bien no darse por enterado en otras. Mientras el Cardenal Cañizares, también llamado le petit Ratzinger, clama una y otra vez contra la nueva asignatura Educación para la ciudadanía y el recién nombrado cardenal García Gasco, el mismo que llenó de lujo la habitación que iba a utilizar el Papa durante una noche y le puso un palco VIP en la misa, repite una por una todas las consignas papales, el obispo Uriarte, recuerda a los etarras presos. Ni el Papa ni los cardenales le van a reconvenir, porque no es la primera vez que Uriarte comete una de estas barbaridades sin que nadie le diga nada. El Papa denuncia la violencia de la que son víctimas mujeres y niños y Uriarte con su actitud permite la violencia que sufren los vascos. Es mucho lo que puede hacer la Iglesia en el País Vasco, para conseguir que la gente pueda expresarse con libertad y andar por la calle sin temor. En el País Vasco hay obispos y cientos de clérigos. Habría que ordenarles que cumplieran con su obligación y que explicaran día tras día que matar es pecado y que apoyar a ETA también. Sin embargo, lo que hacen es preocuparse por los etarras que están en la cárcel, por sus actos atroces. Debería el Papa expulsar a Uriarte de la Iglesia. Ése es un asunto grave, del que no debería desentenderse. ¿Quizá teme el Papa enfadar a Ibarretxe si actúa así? Con Setién el Vaticano hizo un gesto ambiguo, destinado a contentar a todas las partes. Puesto que su caso es tan grave, resultaba escandaloso que siguiera siendo obispo, pero tampoco lo quería castigar, para que el gobierno vasco no se lo tomara como una ofensa. Así que el Vaticano decidió jubilarlo. Ya no es obispo, pero tampoco lo han castigado. Las víctimas de los etarras tienen motivos para no olvidar jamás a Ibarretxe, Setién, Uriarte y otros. El Papa haría bien en explicar a Dios, en lugar de tratar de imponerlo por decreto.

sábado, 27 de octubre de 2007

Lo de Setién es maldad

Concedió una entrevista monseñor Setién a El Periódico, ayer día 26, y en ella se pone de manifiesto, como tantas otras veces, la escasa calidad moral del personaje. Dice que no sólo está al lado de las víctimas, sino también al lado de las víctimas que son de ETA. Cuando la entrevistadora, Núria Navarro, le hace notar que las víctimas de ETA eran inocentes, el obispo emérito responde que no cree que el poder represor de España con ETA y los sujetos que han motivado esa represión sean inocentes. Olvida decir el representante de la Iglesia que la Justicia persigue a quienes quebrantan la ley, tanto si pertenecen al Estado como si no, por lo que su actitud equidistante entre los asesinos y el Estado es francamente indecente e inmoral. A lo largo de toda la entrevista va buscando razones para sentirse cercano a los etarras, a los que dice que también tiene la obligación de amar. Olvida que ese amor a los etarras obliga a decirles y hasta exigirles que deben dejar inmediatamente su actividad terrorista y entregarse a la policía. Sin embargo, no los quiere tanto, y lo que hace en cierto modo es justificar la existencia de ETA al hablar de las esperanzas frustradas del pueblo vasco y de las violencias que sufre. No se priva de mentir el prelado, ya que dice que está en la misma línea que Zapatero y luego resulta que se refiere a una frase de éste. Olvida monseñor que los vascos Fernando Buesa, Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez, Ramón Baglieto Martínez, Enrique Casas y muchos más, no sentían que el País Vasco estuviera oprimido. Por eso los mataron, sin duda. Se mete luego en política el obispo, lo cual es una intromisión, puesto que no es su labor, y pide el diálogo con ETA, la legalización de ANV y el referendo.
La Iglesia ha suspendido a divinis o ha excomulgado a sacerdotes por mantener actitudes que en el pasado fueron consideradas correctas por esa misma Iglesia, o que lo pueden ser en el futuro. En el libro El Poder y la Gloria, de David Yallop, se afirma que las relaciones homosexuales están a la orden del día en el Vaticano, por lo que es posible que algún día tenga que replantearse su postura acerca de esta cuestión. Sin embargo, lo de Setién era maldad en cualquier tiempo pasado y lo será en el futuro.

viernes, 17 de agosto de 2007

¿Qué hará el Vaticano ahora?

Quizá tenga al personal entretenido, modificando la wikipedia, y no hayan llegado hasta allí los efluvios del funeral de Xirinacs. Éste, una vez muerto y por tanto inofensivo, es digno de lástima y compasión. Sobre todo a la vista de la jaula de grillos que poblaron su cabeza. ETA tenía estilo, decía el finado cuando estaba en vida, puesto que a pesar de lo que cuesta robar la dinamita, avisa cuando sus bombas pueden matar “inocentes”. Se conoce que José Edmundo Casañ, por ejemplo, no era “inocente”, ya que no lo avisaron de que lo iban a matar. Y allí estaban 17 sacerdotes, nada menos, oficiando la misa. Y Carod, como presidente en funciones, representando a los catalanes. ¡Qué bien representados están los catalanes! Carod, en su día, viajó en coche oficial a entrevistarse con los etarras. Carod homenajea a uno que se declaró amigo de los etarras; y muy amigo, por lo que se sabe. Carod se puso la corona de espinas sobre su cabeza, y sonrió. ¿Si permiten que éste entre en los templos, por qué les niegan el paso a otras personas? En la homilía, el predicador dijo que Xirinacs fue un cristiano de una pieza. El Señor permitió que se dijeran esas palabras, para que el mérito y la paciencia de las víctimas de ETA sean mayores. A la vista de lo que les toca soportar, les espera el más glorioso de los destinos en el otro mundo. Dijo también el encargado de decir las sandeces, a cual más gorda, que Xirinacs vivió en la búsqueda permanente de la libertad y que la vida trae violencia. Esto se lo debió de inventar, porque que yo sepa la vida no trae violencia. La violencia la traen algunas personas. Las hay tremendamente pacíficas, aunque nadie las proponga para el Nóbel de la Paz. ¿Suspenderá a divinis el Vaticano a esos diecisiete sacerdotes? ¿Suspenderá a divinis a monseñor Uriarte? Si fuera homosexual y no lo ocultará, quizá. Dicen que Carod jamás ha sido condenado por corrupción, luego no es corrupto. Bien, pero al menos es Carod. Con eso ya tiene bastante.