El alcalde de Barcelona mete a Valencia en "els Països Catalans"
La cuestión no es tan baladí como parece desprenderse de la indiferencia con que ha sido acogida. Refiriéndose al asunto, Rita Barberá ha dicho que es una osadía y una indignidad. No ha exagerado. Con respecto a la cuestión, hay una hecho cierto. Este señor alcalde de Barcelona no ha consultado a los valencianos. Ha obrado por su cuenta, pues, y así ha demostrado su talante dictatorial. Pueden estar satisfechos los barceloneses. Y digo esto a sabiendas de que probablemente lo están, pues no he visto protestas en la prensa catalana. Y si este caballero tiene talante dictatorial, también es un prodigio de insensibilidad, al que no le importa molestar a cientos de miles de valencianos. Claro que allí, en la culta y tolerante Cataluña, también existen tranquilamente engendros como este: Raco catala. Lo malo de estas actitudes es que generan opositores radicales. Harían bien los catalanes en defender sus intereses y sus bellas tradiciones y dejar que los valencianos sigamos nuestro camino. Deberían comprender que no hay otra solución.
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