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domingo, 31 de marzo de 2019

El papa de Roma

Quiso recordar Bergoglio que hay hambre en el mundo, especialmente en los niños, pero lo hizo al modo podemita, como si señalara culpables. Dijo que la comida no es propiedad privada.
En mis tiempos, tirar la comida era pecado, por aquello de que era una falta de respeto y de caridad hacia quienes pasan hambre. Este papa no tiene aspecto de haber pasado hambre nunca. Hoy en día no solo se tira comida, sino también millones y millones en cosas que no repercuten de ningún modo bueno en los ciudadanos y que podrían y deberían servir para mejorar la situación de los desfavorecidos. Y hay obispos y curas que alientan y aplauden esos derroches e incitan a sus feligreses a ser egoístas, racistas y faltos de caridad. Me refiero, lógicamente, a esos obispos, curas y hasta cardenales, nacionalistas y a esas monjas, alguna de las cuales nos ha llegado desde la misma Argentina de este papa idiota.
En Venezuela, señor papa, hay hambre y sed, pero también hambre y sed de justicia. Pero no pueden esperar que se la satisfagan los podemitas. Al contrario, éstos lo que pretenden es multiplicar el número de pobres y hambrientos.
Para elaborar las materias primas con las que se hace la comida hay que trabajar mucho y estos trabajadores requieren un salario, porque ellos mismos necesitan comer y han de pagar la comida. De modo que ya vamos atisbando que la comida sí que es propiedad privada. En toda la cadena alimenticia intervienen muchas manos y sus dueños han de ser remunerados.
Quien compra un bocadillo y lo paga es el dueño de ese bocadillo. La causa del hambre no es esa, señor papa de Roma. Búsquela más en todos esos sinvergüenzas que apoyan causas injustas porque con ello logran que sus feligreses pongan más dinero en el cepillo. También le puede preguntar a Maduro qué es lo que hace con el dinero del petróleo.

martes, 28 de julio de 2015

La Iglesia veta a un transexual como padrino de bautizo

Dijo el párroco: Está muy lejos de mí rechazar a alguien así, todo lo contrario, ha sufrido muchísimo y necesita ser ayudado, pero no puedo cambiar 2.000 años de Historia de la Iglesia” .
Para añadir a continuación "El cambio de sexo no está permitido en la moral cristiana". ¿Y por qué está permitido el trasplante de hígado?, pregunto yo. Claro que el párroco no tiene la culpa. Supongo que lo máximo que podría hacer es abandonar la Iglesia, ante el estado de las cosas, porque mientras no lo haga tiene que obedecer a los papas y los obispos.
Estos papas se pasan la vida pidiendo perdón por cosas por las que no deberían pedirlo (y el hecho de pedir perdón no cambia en nada la situación), y no lo piden por cosas por las que sí deberían, como la discriminación de las mujeres y los homosexuales.
Durante siglos, los homosexuales han sido objeto de un trato injusto y cruel y la Iglesia debería estar en contra de todas las torturas físicas y psicológicas. Sin embargo, hay obispos que consideran la homosexualidad como una enfermedad mental y no se dan cuenta de que son ellos los que están como una cabra.
La Humanidad se viene desarrollando sobre la base de una injusticia, como lo es la idea de que el hombre está por encima de la mujer, error al que viene contribuyendo la Iglesia desde el principio, y lo sigue haciendo.
Si la Iglesia pretende hacer que las personas sean mejores debería actuar de modo justo, o intentarlo. El mismo párroco citado al principio dice que el transexual ha sufrido muchísimo y merece ser ayudado. ¿Por qué cree que ha sufrido? Hay que decirlo: ha sufrido a causa de la incomprensión del mundo en el que vive. Y la Iglesia alimenta esa incomprensión.

jueves, 24 de octubre de 2013

Calparsoro confunde valor y precio

Ahora resulta que porque ha salido de la cárcel la etarra que fue condenada a casi 4000 años de cárcel, a causa de sus atentados terroristas, ya no es terrorista para el fiscal superior del País Vasco, que alega que ya ha cumplido con la sociedad.
Sin embargo ella sigue siendo etarra. No sé cómo se puede ser etarra y no ser terrorista. Sólo faltaba saber que los fiscales del País Vasco son como los obispos del País Vasco, que saben ganarse el aplauso de los terroristas, y también de los votantes de Bildu, Amaiur, PNV y asimilados, y logran irritar a las víctimas del terrorismo, y sus simpatizantes, que en el País Vasco son menos que los de Bildu, por razones obvias. Cabe deducir de su forma de hablar que lo de irritar a las víctimas del terrorismo no les importa.
Supongo que este fiscal Calparsoro no sentirá ningún reparo, ni le afectará a su conciencia, en reconocer que esa a la que han soltado es una etarra. Peor que etarra no se puede ser. Ella no se ha arrepentido de sus crímenes, de modo que el tiempo que ha pasado en la cárcel no ha servido para nada. O fallan los métodos de la cárcel o falla ella, la asesina, puesto que no puede comprender que lo que hecho es una atrocidad. Mientras no lo comprenda y se arrepienta seguirá siendo una terrorista.
La sociedad pone unos castigos, que es una forma convencional de valorar los delitos. Supongamos, como dice el fiscal, que en España hubiera cadena perpetua revisable, cosa que me parece apropiada. ¿Qué méritos hubiera podido alegar la terrorista esa para que la soltaran?
Suponiendo que el tribunal que examinara a los reclusos cada X años fuera totalmente independiente, tendría en cuenta la evolución psicológica de la reclusa. O sea, que fuera capaz de comprender, eso por lo menos, el terrorismo, junto con otras, es la peor de las prácticas humanas.

martes, 28 de febrero de 2012

Aizpeolea, el de El País

Si tuviera que explicar mi idea del diario El País, podría recurrir a un símil. Lo compararía con un viejo abogado que tuvo una época gloriosa y que conserva sus conocimientos, su calidad argumental y hasta sus dotes artísticas, pero del que no me fiaba antes y ahora me fío menos. Creo que defiende más sus propios intereses que los del lector. Haría constar también su extraña fijación por la letra X, dados los casos del neologismo “clítorix” y el de Mister X.
Luis R. Aizpeolea escribe en El País, pero bien podría haber sido obispo. No creo que sus posturas con respecto a  la banda ETA difieran mucho de las de Setién o Uriarte. Quizá le conviniera proponer su candidatura a la Santa Sede.
En lo que a mí respecta, y sobre todo en este caso, prefiero la opinión de la ciencia a la episcopal. La opinión de la ciencia, y lo siento por Aizpeolea, es irrefutable. No obstante, si lo desea, puede hacer el intento de refutarla. Como ciencia hay que entender lo que explica Aurelio Arteta en Mal consentido, tan alejado de la charlatanería vacua de otros.
Catalogar como derecha radical a quienes exigimos que a los terroristas se les trate del modo establecido en las leyes es una pirueta nada seria. Minimizar el papel de la víctimas es cruel. Creo que fue en un programa de La Clave donde apareció un psiquiatra para explicar que las víctimas de ETA son las víctimas más inocentes de todas. Son los etarras quienes las seleccionan y luego las asesinan, sin que ellas puedan hacer nada en ningún momento. Que ahora, por parte de la sociedad, se les dé algún triunfo los etarras es una traición a sus víctimas. Y a todos los españoles.
Por otro lado, es obvio que la historia de ETA es un fracaso, y siempre lo será. Y quienes contemporizan con ETA deberán avergonzarse.
Otro libro que tampoco ha leído Aizpeolea es Hablar con corrección.

'Nuevo Brain Trainer'
'Detrás del nombre'
'La fragata Ligera'
'Retorn a l'Illa Blanca'
'El tiempo que nos une'
'Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes'
'La crisis del euro'
'Zero'


domingo, 20 de diciembre de 2009

Urkullu se declara profundamente católico

Los hay que presumen de católicos o, como en el caso de Iñigo Urkullu, de profundamente católicos. Al verlos actuar, se tiene la sensación de que se manifiestan de este modo para obtener ventajas en los círculos en que se mueven. Alguna importancia tendrá el catolicismo en el País Vasco cuando los curas se atreven a enfrentarse al Vaticano; deben de saberse apoyados por la gente. Pero no lo han hecho por motivos religiosos, sino políticos. La degradación es evidente.
A quienes se declaran profundamente católicos habría que preguntarles qué idea de Dios tienen, qué esperan obtener de su fe, dónde creen que está, etc. Nos llevaríamos más de una sorpresa, o no tanta sorpresa, porque una cosa es que digan ser católicos y otra que crean en Dios. El católico forma parte de una comunidad, pero la fe es un acto íntimo. No se puede engañar a Dios, puesto que lo ve todo, incluso los pensamientos. ¿Cómo explicarán estos nacionalistas el odio a España? Porque reclamar la independencia en estos tiempos que corren en los que hacen falta entidades supranacionales para resolver los problemas que trae la globalización, no parece un acto de caridad cristiana. Pero que para lograr esa independencia soñada haya que incitar a la ciudadanía a que odie al resto de los españoles, se le mienta y manipule, y se tergiverse la historia puede considerarse como una gran inmoralidad.
¡Ah!, pero los obispos les han dicho que están en pecado mortal por otra cosa. ¡Benditos estos obispos! No me extraña que los curas les mesen las barbas, metafóricamente, claro. Urkullu, a pesar de que el obispo le ha advertido de que está en pecado mortal, ha tomado la comunión de manos del mismo obispo. La vida es un teatro. Urkullu ha dicho que asume “toda la culpa”, para eximir de ella a los diputados que han votado lo que él les ha dicho. Eso es una burla a Dios, una burla a la religión, una burla a los votantes, una burla a la democracia. Pero no pasará nada.

sábado, 24 de octubre de 2009

Elogio de Savater

En estos tiempos que corren en los que los intelectuales se afanan por ingresar en algún consejo cultural, poniéndose al servicio del poder, para así tener una nómina y gozar, además, de los honores que conlleva el cargo, es de agradecer que alguien prefiera la dignidad que otorga la independencia y diga las cosas tal y como las ve.
Las consecuencias no son difíciles de explicar. Cualquiera puede intuir lo que hubiera sido Fernando Savater en el País Vasco si hubiera comulgado, como los obispos, por ejemplo, con las ruedas de molino que a lo largo de los años ha venido ofreciendo Arzallus. Si Savater hubiera pasado por el aro, como los pusilánimes, probablemente no necesitaría escolta y, además de eso, le hubieran dado medallas y le hubieran hecho homenajes sin fin. Pero como se dedica a intentar sacar los colores a quienes han perdido la capacidad de enrojecerse, se le trata de desacreditar por todos los medios.
Nada de eso lo hace callar. Por ejemplo, hoy ha publicado un
artículo en el que dice que se han acabado los tiempos en los que a quienes se someten a la estrategia de ETA se les llama “hombres de paz”. Se refiere también a la manifestación donostiarra como retrógrada. ¿Qué es eso de “todos los derechos para todas las personas”? ¿Significa que pedían el derecho a matar para todos? Otro de los lemas fue “A favor de la libertad”. En realidad, lo que pretendían los manifestantes era todo lo contrario, o sea la vuelta a la dictadura etarra, la pérdida de derechos, el miedo para todos. Lo que temen es que la gente piense que ETA ha desaparecido o está a punto de hacerlo y de pronto cada uno comience a expresarse con libertad y a darse cuenta de que no hay ninguna obligación de ser nacionalista. Es más, esta opción es una de las peores. Hemos de convenir en que Fernando Savater es uno de los que más empeño ha puesto en acabar con ETA.

lunes, 17 de agosto de 2009

Del Ebro para abajo

Son muchas las cosas que han dicho los prelados vascos, tantas que llegado el tiempo pueden alegar que ellos siempre han dicho eso; eso y lo equidistante y lo parecido y lo otro. Realmente, saben hilar fino. Tan fino que al PNV nunca le han afeado su comportamiento y, claro, ahora que el actual gobierno vasco está haciendo lo que debe, en lo que al entorno de los etarras se refiere, están quedando al descubierto tanto el PNV como ese clero vasco con el que tan bien se ha llevado siempre.
Tanto al clero como al PNV hay que decirles que no basta con las palabras, los hechos son más importantes. La realidad demuestra que el entorno etarra ha venido gozando de impunidad, que ha llegado a creerse que ETA tenía motivos para existir y que era de justicia que hubiera algún partido que apoyara la causa etarra. Por tener consecuencias tan trágicas este estado de opinión, debería haberse dejado bien claro que las cosas no son así.
Erkoreka, fiel a la montaraz línea de su partido, ha dicho que el PP y el PSOE sólo buscan el aplauso del Ebro para abajo. Eso de querer separar a los cristianos entre los que viven al norte del Ebro y quienes lo hacen al sur, que es el habitual método del que se valen los peneuvistas para captar votos, no debería sentar nada bien al clero vasco, que debería haber saltado de inmediato cada vez que se hubiera tratado de establecer algún tipo de prevalencia entre unas personas y otras, o sea, cada vez que se hubiera hablado de nosotros y ellos. Pero es que lo ha dicho Erkoreka es tremendo también porque lo mejor que se puede hacer por los vascos es erradicar el terrorismo definitivamente. Los obispos nunca han dicho a los directivos del PNV lo que merecen que se les diga.

miércoles, 12 de agosto de 2009

¿Conviene hablar de ETA?

Hace unos años, los medios se plantearon la idea de llegar a un acuerdo entre todos para silenciar en lo posible a ETA, relegándola a las páginas de sucesos y en letra pequeña, dada la evidencia de que lo que persigue la banda es publicidad. Pero se vio que se trata de un empeño imposible.
Por otro lado, conviene saber que ETA por sí misma no va a ninguna parte. Es el oxígeno que se le proporciona, consciente o inconscientemente, por interés, ignorancia o miedo, lo que le permite subsistir. Y hay que hablar de ETA para desenmascarar a quienes la ayudan a respirar. Va siendo hora de que quienes observan una exquisita equidistancia entre el dolor de los familiares de los etarras presos, que han de viajar lejos para visitarlos, y el dolor de las víctimas opten definitivamente por las últimas y cierren de una vez y para siempre las puertas de los templos a los etarras y sus seguidores. Deberían excomulgar a los etarras y a quienes no les condenen expresamente y sin subterfugios. Deberían los jesuitas explicarle a Arzallus que como no se sitúe exactamente de parte de ‘los otros’ en contra de ETA, emitirán un comunicado lamentando que haya sido uno de los suyos.
Deberían los obispos instar al PNV a situarse al lado del gobierno vasco en la lucha contra ETA, puede discrepar en todo lo demás. Mientras no sea así, la Iglesia vasca debería mostrarse abiertamente en contra del PNV. Hay que exigir las palabras y los hechos. Conviene tener en cuenta que la banda, mientras disponga de una mínima organización, seguirá matando. Nació para eso y no sabe hacer otra cosa. Todo lo que no sea perseguirla y asfixiarla es como echar gasolina al fuego. Los etarras y sus amigos siempre están tratando de crear resquicios por donde entre el aire que les permita respirar. Se les reconoce enseguida.

jueves, 30 de julio de 2009

Casa de Juntas de Gernika

En la edición de hoy del diario El Correo hay una carta al director de un ciudadano de Bilbao, llamado Ángel Argüelles López de Maturana. Dicha carta, que merece ser leída y además es muy breve, termina diciendo que cualquier guardia civil es más digno de entrar en la Casa de Juntas de Gernika que quienes se echan al monte envueltos en una bandera. Cabría añadir que no sólo es más digno que esos, sino también que quienes dicen que no son de ETA, pero tampoco de los otros, y que quienes siguen jugando la partida de cartas. Y a ese determinado grupo de personas habría que añadir bastantes más, concretamente a quienes en menor o menor medida hacen posible la existencia de ETA.
La prioridad de cualquier ciudadano vasco debería ser la de acabar con la maldita banda. Y todos los que no piensan colaboran con los asesinos. Situarse en la grada, como espectador, para ver si las fuerzas de seguridad pueden con la banda o no, es un acto criminal. Es lo mismo que ver a alguien ahogándose y no echarle una cuerda. La lucha contra la banda requiere del esfuerzo de todos. Y quienes no colaboren no son dignos de entrar en la Casa de Juntas de Gernika, aunque lo hagan todos los días.
Por otro lado, el hecho de que se hayan producido dos atentados contra la Guardia Civil en 24 horas induce a sospechar que las medidas de seguridad con las que se desenvuelve este Cuerpo no son muy buenas. Si a sus componentes les resultara fácil encontrar otro trabajo, a lo mejor no quedaría ninguno. Un obispo puede mostrarse equidistante y con ello salvar la piel. Un guardia civil no puede ser equidistante, ha de perseguir el delito y eso entraña un riesgo. ¿Qué puede contar Rubalcaba?

'Un viaje gastronómico por España'

miércoles, 8 de julio de 2009

La nueva encíclica del Papa

Ante la nueva encíclica del Papa ‘Caritas in veritate’ cabría decir aquello de ‘una cosa es predicar y la otra dar trigo’. En estos tiempos todo el mundo habla de la crisis, hasta el Banco de España lleva un tiempo haciendo unas inspecciones muy rigurosas y alertando sobre lo que puede pasar. Pero hubiera estado mucho mejor que estas cosas se dijeran antes de que estallara la crisis. Mucho antes.
Está muy bien que el Papa reivindique la dignidad de los trabajadores, pero a lo mejor hay empresas, yo no lo sé, en las que los trabajadores trabajan unas cuantas horas de más todos los días, y podría ser que luego un cardenal, o un obispo se dejara fotografiar, sonriente, con el dueño o el presidente de alguna de esas empresas. ¿Tienen los trabajadores que se sienten maltratados alguna posibilidad de ser defendidos por la Iglesia? ¿O quizá temerían ser delatados?
En España tenemos obispos, curas y cardenales, de modo que podemos ver lo que va del dicho al hecho. Hay muchos clérigos nacionalistas y lo cierto es que resulta muy difícil, por no decir que imposible, encajar la ideología nacionalista dentro de la fe. Una cosa es que los curas y los obispos tengan que aceptar que sus feligreses, o parte de ellos, sean nacionalistas, porque el nacionalismo es una opción legal. Pero de ahí a que los propios obispos sean nacionalistas va un trecho. Pero es que incluso da la impresión de que Roma elige a los obispos teniendo en cuenta esta circunstancia, para que se lleven bien con los poderes de cada lugar.
Para algunas familias del País Vasco ha resultado muy doloroso ver como sus hijos eran conquistados por el odio y han pasado a integrarse en la banda ETA. La actitud de los curas y obispos vascos con respecto a ETA no deja satisfecho a nadie.
Que es necesario reinventar la ONU ya lo sabe hasta el gobierno de Estados Unidos. Pero, por ahora, nos conformaríamos con que se respetaran sus resoluciones.

lunes, 9 de junio de 2008

Los forofos de Losantos

Durante estos días he sido atacado con virulencia en varios medios. En la mayoría de mis críticos se observa el deseo de ofender, de menospreciar, de amedrentar, de humillar. Se conoce que es lo que aprenden esos particulares escuchando la COPE. Pocos razonamientos han esgrimido y si alguno ha intentado algo que se pueda llamar así, no se refiere a los dos puntos en los que yo me centraba. Es parte de la España que embiste. Concretamente, del sector derechista de la España que embiste. Manuel Alcántara acaba su artículo de hoy manifestando que excluir a la derecha cerril sería conveniente. Tiene razón, y también la tendría si dijera lo mismo de la izquierda cerril, que también la hay.
No me extrañan las declaraciones que algunos obispos han hecho a la prensa, mostrando su disconformidad con ese espacio radiofónico. Alguna vez tenía que estar yo de acuerdo con los obispos. Pero no es necesario leer esas declaraciones para darse cuenta de que ese programa no encaja en esa cadena. Dicen que le han ofrecido mucho dinero al locutor para que se pase a otra y debería haber aceptado. No por el dinero sino por decoro.
Al igual que alguna vez puedo coincidir con los obispos, como en este caso, también puedo coincidir con alguna que otra opinión de Alberto Ruiz Gallardón. En el caso de la frase que ha dado pie a Federico Jiménez Losantos para atribuirle, de forma radicalmente injusta, actitudes infames. Coincido con Alberto Ruiz Gallardón porque los políticos deben dedicarse a las tareas por las que cobran y dejar que los policías y los jueces hagan las suyas. Quizá si el PP hubiera obrado así hubiera resultado vencedor en las elecciones. Por lo menos, si el PP hubiera hecho la labor de oposición que debía, en lugar de centrarse tanto en el atentado, el gobierno hubiera metido la pata menos veces.
Algunos de los que me han criticado me atribuyen, con más arrojo que fundamento, celos o envidias hacia Federico Jiménez Losantos. Incapaces de ver más allá de sus narices, quizá al pensarlo sintieron lo mismo que Arquímedes cuando gritó ¡Eureka!

domingo, 8 de junio de 2008

Más sobre Losantos

Yo me había referido a dos cosas obvias, incuestionables, como el hecho de que el programa que dirige Federico Jiménez Losantos no encaja con el medio en el que está, como lo prueba, por otra parte, el malestar de los propios obispos, y lo infame de la frase que le dedicó a Alberto Ruiz Gallardón.
Comencé diciendo que no recuerdo haber escuchado nunca su programa, pero demostré saber cosas del popular periodista. Esto sirve para que algunos tilden de mentirosa mi afirmación. Lo cierto es que leí muchos artículos de este señor, pero fue en su época anterior a la de la radio. De modo que tengo motivos para saber que es culto e inteligente.
Tampoco quise meterme en la labor del juez, que es quien ha de determinar si decir que "le da igual que haya 200 muertos y 1.500 heridos con tal de llegar al poder" cabe o no dentro de la libertad de expresión. En cualquier caso, supongo que esa misma libertad de expresión me faculta para decir lo mismo que probablemente pensará cualquier juez en el plano personal y no legal, o sea, que se trata de una frase infame.
De la gran cantidad de artículos que he tenido que leer acerca del programa de Federico Jiménez Losantos y de la gran cantidad de seguidores que tiene, creo que es correcta la deducción de que ha creado un personaje del que se ha convertido en prisionero.
Alguno de mis interpelantes, al que tengo por muy culto, se atreve, no obstante su capacidad intelectual, a plantear cosas que no se pueden comprobar y que además son improbables. Las cosas suelen ser más sencillas que todo eso. Comete otro error, a mi juicio, al desear dos o tres docenas como Losantos. Lo deseable sería una pléyade de locutores imparciales e independientes. Me compara también con Losantos, al decir que tengo muchos menos seguidores que él. Comparación que dice que no busca la ofensa, pero que añado yo que está fuera de lugar. No resulta muy halagüeño que este programa, o sus contrarios, tengan tantos seguidores.
Si nos encontráramos, cara a cara, Federico Jiménez Losantos (la persona, no el personaje) y yo, él no podría mantener ante mí la citada frase. Y supongo que tampoco muchas otras cosas. Yo sí podría defender con éxito todo lo que he escrito, no porque piense que he acertado siempre, sino porque siempre ha estado en consonancia con lo que pienso. Si la comparación se refiriera a otras facetas del ser humano, en algunas ganaría él y en otras yo.

sábado, 7 de junio de 2008

Losantos y la querella

Debo decir antes de comenzar que hace muchos años que no escucho a Federico Jiménez Losantos. Sin embargo, aparece en tantos medios y son tantos quienes se ocupan de él de vez en cuando que alguna noticia he de tener. Hasta los obispos están mayoritariamente en contra de sus modos, y lo dicen públicamente, y la verdad es que chirría ese programa que tan poco tiene que ver con el mensaje evangélico, en la cadena episcopal. Finalmente, le han renovado el contrato y acaso sea porque hace ganar mucho dinero al medio o porque ataca con dureza al gobierno. Porque ninguno ha dicho públicamente que esté conforme con línea del programa, o eso creo. No voy a negar que puede que haya programas peores o locutores que quizá sean de lengua venenosa, pero que no dan tanto que hablar. Pero si los obispos que, contradiciendo los deseos de los demás, le han renovado por alguno de los dos motivos citados, están tomando al locutor por un medio, y no como un fin en sí mismo. Esto también es desvirtuar el mensaje evangélico.
A Federico Jiménez Losantos le ha puesto una querella Alberto Ruiz Gallardón por decirle, entre otras cosas, lo que sigue:
le da igual que haya 200 muertos y 1.500 heridos con tal de llegar al poder”.
Si esta frase la hubiera dicho uno de cientos de locutores del montón que inundan las ondas no tendría importancia. Dicha por Federico Jiménez Losantos, cuya cultura es enorme y su inteligencia muy poderosa, cada palabra tiene exactamente el significado que señala el diccionario. Hay límites que no se deben traspasar, por lo menos no debe hacerlo alguien que se precie, ni por mantener la audiencia, ni la tensión del momento ni por todo el dinero que pueda ganar.
Puede que la frase pueda ser amparada por la libertad de expresión, no pretendo sustituir al juez. El plano en el que trato la cuestión no es el judicial. Otra cuestión es que si el alcalde ha decidido ejercer su derecho a querellarse, deba asumir personalmente los gastos y no cargarlos en la cuenta del ayuntamiento.

domingo, 30 de marzo de 2008

Bono, obispo

Bono no necesita decir ni mu para derrotar dialécticamente al llamado Erkoreka. Algunos se derrotan solos y no sabemos si el tener que callar le causa alguna molestia a Bono. Erkoreka es entendido en cabestros, según parece, y de ahí el cargo que ostenta en su partido. Probablemente será ese el motivo.
Rosa Díez dice que Bono le parece más bien un obispo, por lo sibilino, explica. Rosa Díez no debe de haberse fijado bien en los obispos españoles. Uno piensa Rouco, que no sé si es obispo, o en Setién, que no debería ser obispo, y no les encuentra ninguna similitud con Bono. Tampoco Cañizares, que no debe de vivir muy lejos de Bono. O García Gasco, que sabe cuál es exactamente su función. De modo que puede que piense en los obispos de otros lugares o quizá en los españoles pero de otros tiempos.
Rosa Díez no está conforme con que José Bono sea el presidente del Congreso, no por él, sino por el procedimiento empleado. Pero el digitalismo nos acompaña a los españoles desde la noche de los tiempos. No hay forma de hacerlo desaparecer. El digitalismo indica que probablemente la hora de Bono ya ha pasado. La presidencia del gobierno ya queda muy lejos de su alcance. Quienes quieren entrar en el juego saben que han de planificar sus movimientos a largo plazo, hablar cuando lo pide el jefe y callar las más de las veces. Un pequeño detalle que disguste al jefe puede dar al traste con todo. Hay que andar siempre por dentro de la senda.
Algo falla en el caso de Bono cuando los guardianes de las esencias ya han comenzado a lanzarle sus dardos, no por la cuestión de procedimiento como proclama Rosa, sino porque es un incontinente verbal, etc. Resulta muy fácil encontrarle defectos a alguien. No cabe duda de que Bono los tiene, como los demás. Lo significativo es la procedencia de algunas de las críticas.

viernes, 28 de diciembre de 2007

El obispo de Tenerife

Se llama Bernardo Álvarez Afonso, tiene 58 años y ha efectuado unas declaraciones en las que afirma que “la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad”. Sin embargo, los homosexuales pueden tener buenos sentimientos hacia los demás, pueden ser cooperantes, altruistas, abnegados. Pueden llevar a cabo actos heroicos, pueden diseñar fantásticos edificios o puentes, o ser cirujanos de primer orden. Dentro de la Iglesia, pueden llegar a obispos y quien sabe si a Papas. Pueden ser literatos de primera magnitud o pintores geniales. Pueden ser perfectos vecinos, solícitos porteros de finca o concienzudos barrenderos. Pueden ser jueces o camareros. Artistas de cine o funcionarios municipales. Pueden ser muchas más cosas, en ninguna de las cuales se aprecie nada perjudicial para el prójimo. En cambio, un obispo puede ser alguien capaz de hacer unas declaraciones en las que se aprecia que carece absolutamente de caridad y también puede, sin escrúpulos, ser capaz de complacer a los etarras. Puede un obispo, motu proprio, telefonear a un etarra y también compadecerse del dolor de los etarras encarcelados. La legislación española es la más ñoña del mundo con los terroristas, pero algunos obispos quisieran hacerla más ñoña aún. Pero quienes perjudican a la sociedad, según Bernardo Álvarez Afonso, son los homosexuales. He aquí un modo de pasar por alto el dolor, esta vez fundamentado, que durante siglos han tenido que vivir inmersos en la amargura. También ha dicho este avispado obispo que hay adolescentes de trece años que si te descuidas te provocan. Quizá esto lo sepa porque se lo ha contado un prelado que no ha podido resistir la tentación, el pobre. Y es que hay adolescentes peligrosos. Asusta pensar a este obispo en trance de confesar. Si aparece un homosexual por su confesionario, adolescente o adulto, por lo menos le ordena diez mil padrenuestros. Algo falla en la Iglesia cuando individuos como este Álvarez, Uriarte, Setién, logran encaramarse al obispado. Es necesario pensar que deben de haber curas que se preocupan por los que sufren, que se fijan en lo fundamental de las personas, en las cualidades humanas y no en lo accesorio, y que intentan hacer todo el bien que pueden. Por las alturas, lo que se ve es otra cosa. Creo que fue Rouco quien dijo que en la actualidad se peca mucho. Ignoro si sólo se refería a un tipo de pecado. Pero si hablaba de todos, puede que tenga razón y que sean los obispos quienes pecan.