lunes, 30 de abril de 2018

Puigdemont querría ser exiliado

Él mismo lo ha dicho a algún medio extranjero: le esperan muchos años de cárcel o de exilio.
Ya da por hecho que lo van a condenar en el caso de que lo atrapen o de que se presente voluntariamente ante los jueces, aunque esto último, certificada sobradamente su cobardía, se percibe como más difícil. Mucha hambre tendría que estar pasando para que lo hiciera. Así que mientras lo mantengan y los países por los que discurra lo consientan seguirá escapando de la justicia.
Pero lo que hace él en modo alguno puede considerarse exilio. Para que lo fuera tendría que ser perseguido por motivos políticos, lo cual no ocurre, como lo demuestra el hecho de que en España hay mucha gente que difunde por las redes ideas similares a las suyas y no es perseguida por eso. De hecho, los de la CUP son mucho más radicales y no hay nadie de esta formación que tenga problemas con la justicia, salvo esa que se ha fugado a Suiza por un problema menor comparado con el de Puigdemont y, desde luego, no por sus ideas, sino por sus actos.
Puigdemont ya da por hecho que lo van a condenar, pero sigue hablando de exilio, para engañar a quienes quieren ser engañados. La palabra exacta que debería emplear si tuviera la intención de respetar a la audiencia sería la de prófugo. Huye de la justicia porque presuntamente ha violentado las leyes. Sólo faltaría que además siguiera cobrando un sueldo de ese Estado al que ha traicionado, presuntamente, y al que sigue burlando, desafiando y desprestigiando con sus actuaciones. Dado que la cara dura la tiene tan demostrada como la cobardía, no sería nada extraño que siguiera cobrando ese sueldo. Lo que es absolutamente impensable es que renuncie a ese sueldo. El nacionalismo es incompatible con la dignidad. Y en el caso de Puigdemont, doblemente.

domingo, 29 de abril de 2018

Catalá debería ser destituido

Realmente, debería ser sustituido por Ricardo González, el juez discrepante del juicio a La Manada, porque, al contrario que el ministro, ha demostrado tener carácter para defender los fundamentos de la democracia, que no son otros que la defensa de la ley.
Mientras este juez asume en solitario la defensa de la presunción de inocencia, el ministro se suma cobardemente al clamor de las turbas, cosa que, por otra parte, también han hecho sesudos doctores en filosofía y en historia.
Rajoy debería sustituir urgentemente a uno por otro y con ello demostraría su amor a la justicia y su respeto por los ciudadanos, pero dados los antecedentes se puede pensar que quizá prefiera ministros sumisos, con lo cual el hecho de que lo mantenga contamina a todos los demás. Si yo fuera ministro con Rajoy, posibilidad nada más que teórica, dimitiría de mi cargo, en solidaridad con los jueces y como protesta por la intromisión de Catalá.
Los jueces no han de estar al servicio de los podemitas, ni de ningún grupo humano que actúe de forma similar, soliviantando a las masas cada vez que las cosas no les salgan como quieren, para tratar de conseguir por la fuerza lo que no han podido por los cauces ordinarios. Han de estar al servicio de todos los españoles, interpretando la ley del mejor modo que saben y sin atender a presiones de ningún tipo. Deberían poder emitir sus sentencias atendiendo únicamente a sus conciencias y sin necesidad de recurrir al heroísmo, como es el caso de este juez discrepante. Sería una mala noticia que los otros dos jueces se hubieran dejado llevar por el temor a contradecir a la opinión pública. En esas condiciones nadie puede ir tranquilo a un juicio, sobre todo si ya ha sido juzgado previamente en la calle.

sábado, 28 de abril de 2018

Ana Botín y la civilización

Todo el mundo tiene derecho a opinar, como reclamó cierta estrella televisiva, y Ana Botín, lógicamente, también lo tiene; pero no se puede hablar de derechos, en este caso ni en ninguno, sin tener en cuenta la obligación moral (eso que algunas personas no tienen) de intentar hacerlo con justicia, tratando de no hacer más daño que el imprescindible, para lo cual, lógicamente, es necesario informarse bien y tener en cuenta todos los detalles.
Lo que hicieron los miembros de la manada, aun en el caso de que hubiera consentimiento de la chica, me parece muy feo e indigno de seres humanos. Pero no se trata ahora de lo que a mí me parece, sino de la labor de unos jueces, que consiste en ver si la conducta de los jóvenes está tipificada en el código penal y qué castigo corresponde en su caso.
Ana Botín parece que ha nadado a favor de corriente y quizá con la intención de ganar simpatías para su banco; hay que recordar que su padre aparecía apoyando a Zapatero cuando éste nos llevaba a la ruina. Ana Botín es un personaje relevante y debería saber que sus palabras tienen mucha más repercusión que las de muchos, las mías por ejemplo. No ha estado muy acertada, puesto que los jueces merecen un aplauso, pues no cabe duda de que han actuado en conciencia, y sin embargo las masas braman contra ellos.
Un jurista, tras leer el voto particular discrepante de uno de los jueces, ha manifestado que es muy posible la absolución. Ahora bien, ¿se atreverá el Tribunal a ello en el caso de que piense que debe hacerlo? A todos nos interesa que los jueces puedan actuar en conciencia, porque si no es así se acabó la civilización.
Cuando un futbolista mete un gol se le aplaude. Cuando unos jueces hacen su trabajo bien merecen un aplauso mucho más fuerte, porque nos beneficia a todos. Que hagan su trabajo bien no significa que sentencien como yo quiero, sino que estudien el caso en todos los detalles, por minuciosos que sean.

viernes, 27 de abril de 2018

Lo de la Manada

He visto que algunos juristas han dicho que no son especialistas en la materia y que tampoco han leído la sentencia, que consta de casi 400 folios, por lo que no se atreven a opinar.
También he visto a otros que sin ser juristas, ni haber leído la sentencia, por evidente falta material de tiempo, se han lanzado en contra del Tribunal, lo cual tiene poco que ver con la civilización. Si no recuerdo mal, en tiempos pasados algún Tribunal no ha podido condenar a algún etarra, a pesar de tener la certeza de que era el autor del atentado que se juzgaba, por algún defecto de forma o error en la instrucción del sumario, y ha habido que aceptar esa decisión sin aspavientos de ningún tipo.
Jorge Galindo, en El País, dice algo razonable sobre el caso: Los que no estén de acuerdo con el criterio del Tribunal tienen todo un sistema de apelaciones al que acudir y si, por el contrario, con lo que no están de acuerdo es con la ley han de dirigirse al Congreso de los Diputados.
El comportamiento de los componentes de la Manada es claramente salvaje y quienes protestan airadamente tampoco demuestran mucho apego a la civilización. Si los jueces tuvieran que regirse por los criterios de la masa, o por la opinión pública dominante, no serían necesarios. Deben regirse por sus conocimientos legales y su pericia. Tienen tanto derecho como los cirujanos o los controladores aéreos a equivocarse y la sociedad pone a su disposición toda una serie de adelantos técnicos y de medios de control para minimizar los errores que puedan cometer.
Los jueces que han hecho su trabajo del mejor modo posible, actuando en conciencia, aun sabiendo que su sentencia no iba a ser bien acogida, merecen el aplauso y el agradecimiento, aunque se piense que han cometido un error. Si se hubieran sometido al criterio de la opinión pública daría miedo ser juzgado por ellos.

jueves, 26 de abril de 2018

Rosa Díez no falla

Me refiero a su artículo ‘Niego mi consentimiento’, publicado en el diario El Mundo. Pocos políticos han sabido permanecer a lo largo del tiempo tan fieles a las víctimas del terrorismo como ella.
Eso significa que es fiel a los intereses de los españoles, porque con sus atentados los etarras pretendían, y lo lograron, aterrorizarnos a todos. La política española ha estado condicionada todo el tiempo por el terrorismo, de modo que todos esos que contemporizan con la banda, que se tragan sus tramposos discursos, ingenua o interesadamente, que de todo hay en la vida del Señor, están traicionando al pueblo.
Es esta falta de carácter, o esa poca fe en la justicia, lo que ha permitido que la banda perviva durante tanto tiempo y que ahora, cuando aparentemente ya no está, siga dictando su ley. Precisamente, UPyD sabía cuál era su lugar en la lucha contra el terrorismo y a quienes había que escuchar. No en vano alguna de las víctimas, como es el caso de Maite Pagazaurtundúa, estaba entre sus filas. UPyD era un bastión frente al terrorismo, nunca cedió en sus convicciones a cambio de votos, como sí es el caso de otros. En los feudos de los terroristas este partido nunca fue muy querido, pero no por ello dejó de luchar por la justicia, por reivindicar a las víctimas, por defender la dignidad.
UPyD también fue un dique frente a la corrupción y es por eso que todos se aliaron para hundir a este partido y quitarlo de en medio. Será difícil que los medios hablen de la corrupción que les atañe, porque nadie echa piedras a su propio tejado. Pero hicieron un flaco favor a los ciudadanos quienes a pesar de que dicen que están para servirles, pasándoles información veraz, se unieron contra Rosa Díez y su partido, en una infame campaña de descrédito.

miércoles, 25 de abril de 2018

¡Adiós, Cáritas, adiós!

Cáritas ha emitido una nota que comienza de este modo: «Con relación a la información publicada hoy en el diario digital OK Diario bajo el titular “Cáritas firma el manifiesto a favor del referéndum ilegal”, Cáritas Española señala lo siguiente:
1. Se trata de una información no veraz.»
La nota entera puede leerse siguiendo este enlace http://caritasdeleon.org/nota-informativa-ok-diario/
Por su parte, el principio de la nota del citado digital, que se puede leer en totalidad aquí https://okdiario.com/espana/2018/04/24/caritas-firma-manifiesto-favor-del-referendum-ilegal-2169709, es el siguiente: «Cáritas, asociación perteneciente a la Iglesia Católica, apoya el manifiesto de la independentista Plataforma por la Lengua’ para promover la imposición del catalán y que defiende el “derecho a votar”. Entre las entidades firmantes aparecen también los sindicatos CC.OO. y UGT, el Fútbol Club Barcelona, SOS Racismo, Fundesplai o la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña.».
Por mi parte, y una vez leídas ambas notas, he tomado la decisión de no volver a destinar ni un céntimo a Cáritas, puesto que no quiero se use para financiar causas nacionalistas.
Hay que fijarse en que la nota con la que la asociación diocesana pretende desmentir la información vertida por Okdiario está redactada con un estilo que recuerda al de Setién, ese obispo tan poco grato a las víctimas del terrorismo, por las razones que todo el mundo sabe.
Apoya Cáritas a los nacionalistas en su empeño y lo hace con el peregrino argumento de que su finalidad. Pretenden hacer creer esos que la lengua española jamás se ha hablado en Cataluña. Quien imponer por las bravas ese invento de Pompeyo Fabra, que, como es de común dominio, porque lo explicaba el Padre Batllori, que tomó como base el infame e infecto dialecto barceloní. No termina ahí la cosa, puesto que como el vocabulario era tan pobre lo completó con las palabras más alejadas del español que pudo encontrar. Y con el resultado se intenta sustituir, en todos los lugares en que tienen mando, a la lengua española, la más hablada en todas partes.
Lo dicho: ¡Adiós, Cáritas, adiós!

martes, 24 de abril de 2018

El FC Barcelona pide explicaciones

Se hacen los inocentes los directivos de este club de fútbol, que a veces dicen que es más que un club, pero que vienen demostrando que tienen muy poca vergüenza, en el caso de que la tengan.
Se extrañan de que se hayan requisado camisetas amarillas y amenazan con emprender acciones legales, o sea, que pretenden recurrir a esa misma justicia a la que faltan al respeto mediante el uso del color amarillo, al que han dado un significado insultante para los españoles.
Los nacionalistas no tienen reparos en apropiarse de lo que sea, en realidad los nacionalistas necesitan apropiarse de todo lo que precisan para existir. Es desconcertante que todavía distingan algunos entre nacionalistas demócratas y nacionalistas totalitarios, cuando la única diferencia entre ellos es que unos están esperando el momento de dar un paso adelante y los otros ya lo han dado. El nacionalismo es totalitario siempre y más pronto que tarde será prohibido en todos los países democráticos.
Se han apropiado del lazo amarillo para ofender a los demócratas, porque a los fascistas les gusta mucho injuriar a quienes no lo son, y del lazo han ido más allá y hay quien se ha tintado la barba de amarillo, otros u otras la melena, y los hay que ya no se conforman con el lazo, sino que lucen una bufanda enorme, con lo cual exigen la impunidad para los presuntos delincuentes, a los que, además y con toda la desvergüenza del mundo, llaman presos políticos.
Un nacionalista siempre tiene la cara forrada de piel de vaqueta y además un tornillo suelto, o más de uno. También hay rufianes haciéndoles la ola y verduleras gritonas que, a cambio de unos sustanciosos emolumentos, montan numeritos cada dos por tres, indignándose mucho, aunque lo que realmente tiene mérito y quizá sea por eso por lo que les paguen tanto es que logren aguantarse la risa.

lunes, 23 de abril de 2018

La candidatura de Manuel Valls

Sería una magnífica noticia para Cataluña y para el resto de España que Manuel Valls optara a la alcaldía de Barcelona, por el partido que fuera.
Obviamente, sólo puede ser candidato por muy pocos partidos. De hecho, algunos fascistas catalufos ya han comenzado a denigrarlo, llamándole facha. Para los catalufos fachas son todos los no catalufos. Afortunadamente, parece ser que queda un número mayor de catalanes que conserva la cabeza sobre sus hombros. Algunos de ellos se han significado valientemente, lo cual siempre es de agradecer y merecedor de apoyo.
Cabe esperar, si finalmente aparece en alguna candidatura, que Valls gane holgadamente, sobre todo teniendo en cuenta quienes son sus rivales, pero también se puede temer que la pulsión autodestructiva y el auto odio de los barceloneses se impongan de nuevo y repita como alcaldesa la impresentable Colau, que es casi tan nefasta como el alcalde de Valencia, el tal Ribó, que se cree que va a conseguir que los valencianos dejemos de hablar en español, e igual que la de Madrid, esa Carmena tan sectaria que no puede ser más.
La titularidad de Valls en la alcaldía de la Ciudad Condal sería muy beneficiosa para los catalanes y por ende para el resto de españoles, porque ese simple hecho serviría para desmontar las patrañas de los nacionalistas, que incomprensiblemente y al parecer son creídas en muchos puntos del planeta.
El mundo no es tan sano como podíamos creer en un principio, la gente maliciosa y envidiosa abunda mucho más de lo que podíamos pensar y aunque cualquiera que se detenga brevemente a meditar sobre la cuestión puede descubrir rápidamente que los nacionalistas siempre mienten, porque su ideología no puede perseguir beneficios para los ciudadanos, sino que necesita imperiosamente manipularlos y seducirlos con mentiras y engaños para que voten en contra de sus propios intereses, pocos son los que lo hacen, y eso es lo que permite que la miserable campaña de los nacionalistas tenga algún éxito.

domingo, 22 de abril de 2018

Latigazos que no duelen

Los latigazos que no duelen son, como todo el mundo puede adivinar, los que se dan en la espalda de otro. En este caso, me refiero a la condena de 800 latigazos, y no sólo eso, que se le impuso al poeta Ashraf Fayad por escribir un libro.
A Juan Luis Calbarro se le ocurrió servirse de su editorial, Los papeles de Brighton, para tratar de impedir esta salvajada. Fuimos 61 los autores que acudimos a su reclamo y surgió un libro muy recomendable, Palabras para Ashraf, que ya lleva algún tiempo en circulación. Ahora se trata de que esas palabras con las que se intenta vencer al látigo encuentren eco, o más bien oídos que las escuchen, ojos que las lean. He tenido la suerte de escuchar algunos de los poemas recitados por sus propios autores. Y tengo el libro, claro; lo tengo, porque creo que merece la pena conservar en las estanterías propias ese esfuerzo por hacer que este mundo sea un poco más civilizado, por conseguir que el fanatismo dé un paso atrás.
El caso es que el pasado día 12, acompañado en el evento por Elga Reátegui, hice una nueva presentación del libro, esta vez en la librería Clarión de Valencia, en donde quedan unos cuantos ejemplares. Con el fin de hacer la presentación más atractiva, unos cuantos poetas leyeron algunos de los poemas del libro. Creo que entre unos y otros invitamos a más de trescientas personas al acto, pero el resultado fue paupérrimo, apenas vino gente. Los participantes en el acto éramos más que los asistentes.
Ashraf Fayad merece mucho más. Su lucha por la libertad es la lucha de todos. Gracias a otros que cómo él arriesgaron sus vidas, y las perdieron muy a menudo, en algunas partes del globo terráqueo estamos a salvo de ciertas prácticas. Pero en otros lugares aún no se ha conseguido.