En realidad, el titular apropiado sería: ¿Hubiera conseguido el PNV tanta preponderancia en la sociedad vasca si no hubiera existido ETA? La pregunta está en el ambiente y probablemente se la hacen la mayoría de españoles, incluidos los vascos. (Tengo que explicarle esta cuestión a Tristany, que no la ve clara).
Primero he de sacar a Tristany del paréntesis y explicar que se trata de un nacionalista catalán, de izquierdas, según él mismo se define y como ya saben muchos. Hay que comenzar diciendo que como buen nacionalista, niega derechos a los demás, cuando éstos chocan con sus deseos. Así, niega el derecho de los valencianos a decidir sobre su propio idioma. Conviene aclarar que defender el idioma valenciano no implica ninguna fobia hacia el catalán. Como defender el catalán tampoco debería implicar ninguna fobia al castellano.
La segunda cuestión que interesa sacar a relucir es la incongruencia de que alguien de izquierdas sea nacionalista. Se supone que alguien abraza las ideas de izquierda con la idea de lograr que haya más solidaridad, mayor apoyo a los humildes. Los nacionalismos son eminentemente egoístas, convienen más a los ricos, puesto que tratan de preservar situaciones ventajosas. A los trabajadores, a los humildes, les interesa más el internacionalismo. A los trabajadores europeos, incluidos los vascos y los catalanes, les interesa más Europa Unida, que decenas de países independientes. ¿Qué sería de la Seguridad Social en este último caso?
Tristany comete más errores. Dice que en España se persiguen ideas. Probablemente llama ideas a ciertas ideologías, que tampoco llegan a tanto. Los partidos que ofrecen cobertura ideológica a ETA, no tienen ideas y ni siquiera ideología. Permitir estos partidos puede considerarse como un acto autodestructivo. Tampoco se les niega el voto a los infames seguidores de estos partidos.
Volviendo al PNV, es lícito preguntarse si hubiera conseguido tantos votos y tanto poder sobre los vascos si no hubiera existido ETA. Es sabido que muchos vascos viven con permanente temor y que muchos más desean vivir sin ese temor. ¿Favorece este último dato al PNV?
Primero he de sacar a Tristany del paréntesis y explicar que se trata de un nacionalista catalán, de izquierdas, según él mismo se define y como ya saben muchos. Hay que comenzar diciendo que como buen nacionalista, niega derechos a los demás, cuando éstos chocan con sus deseos. Así, niega el derecho de los valencianos a decidir sobre su propio idioma. Conviene aclarar que defender el idioma valenciano no implica ninguna fobia hacia el catalán. Como defender el catalán tampoco debería implicar ninguna fobia al castellano.
La segunda cuestión que interesa sacar a relucir es la incongruencia de que alguien de izquierdas sea nacionalista. Se supone que alguien abraza las ideas de izquierda con la idea de lograr que haya más solidaridad, mayor apoyo a los humildes. Los nacionalismos son eminentemente egoístas, convienen más a los ricos, puesto que tratan de preservar situaciones ventajosas. A los trabajadores, a los humildes, les interesa más el internacionalismo. A los trabajadores europeos, incluidos los vascos y los catalanes, les interesa más Europa Unida, que decenas de países independientes. ¿Qué sería de la Seguridad Social en este último caso?
Tristany comete más errores. Dice que en España se persiguen ideas. Probablemente llama ideas a ciertas ideologías, que tampoco llegan a tanto. Los partidos que ofrecen cobertura ideológica a ETA, no tienen ideas y ni siquiera ideología. Permitir estos partidos puede considerarse como un acto autodestructivo. Tampoco se les niega el voto a los infames seguidores de estos partidos.
Volviendo al PNV, es lícito preguntarse si hubiera conseguido tantos votos y tanto poder sobre los vascos si no hubiera existido ETA. Es sabido que muchos vascos viven con permanente temor y que muchos más desean vivir sin ese temor. ¿Favorece este último dato al PNV?