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domingo, 23 de noviembre de 2014

La estupidez del gobierno valenciano

Iba por la calle y he visto un coche del sistema de salud valenciano con el que se atienden las urgencias rotulado totalmente en catalán y sólo en catalán.
A estas alturas de la historia hablar del valenciano da risa según a quiénes, que son muchos, unos por bobería y otros por pasotas.
Pero la cuestión no es esa, sino que se da la impresión de que el Reino de Valencia es una nación independiente de España, en donde sólo se habla catalán. Y lo que ocurre es que el idioma que más se habla por estas tierras, al igual que ocurre en el resto de España, es el español. No es que el gobierno valenciano tenga complejos, sino que para tener apaciguados a los nacionalistas nos hace tragar sapos a los valencianos decentes.
El ayuntamiento de Valencia cae en la misma estupidez. Se ha gastado un montón de dinero de los impuestos de los valencianos en rotular las calles, que ya estaban rotuladas, en ese idioma que impone la fenicia Academia Valenciana de la Lengua. Valencia era una ciudad agrícola y pasado a ser de servicios. Ahora vienen muchos turistas y los nuevos rótulos de las calles no ayudan a fomentar el turismo. El español está muy difundido en el mundo, pero el catalán no se habla en Valencia, salvo cuatro catalanistas desorientados que creen que con ello ayudan a la humanidad, aunque a lo mejor lo que realmente pretenden es meter el dedo en el ojo a los que no pensamos como ellos.
Hay que recordar que en Valencia existe la RACV que pronto cumplirá cien años. Y que Pujol dijo que pactó con Aznar la fundación de la fenicia AVL, y que Zaplana dice que de eso nada, que la idea se le ocurrió a él solito. Y que Camps la incrustó en un nuevo Estatuto que nadie pedía.
La estupidez, la estupidez, la estupidez...

sábado, 5 de julio de 2014

La insumisión del Consell

El gobierno valenciano ha pedido al ministerio de Hacienda 1000 millones de euros para poder cumplir con el objetivo del déficit.
Al margen de que el Estado de las Autonomías, que era en principio una buena idea, se hizo mal y que como consecuencia es muy difícil hacer un reparto justo de fondos, y puede que ni siquiera haya voluntad de hacerlo así, y teniendo en cuenta además que el Reino de Valencia puede que sea el gran perjudicado en este reparto, cabe reprocharle algunas cosas al gobierno valenciano. Y también a la oposición, por inoperante.
El ministro Montoro pidió a las Comunidades Autónomas que suprimieran a los defensores del pueblo autonómicos y el gobierno valenciano, junto con otros ocho, se ha negado.
¿Cómo puede pedir mil millones un gobierno que sigue gastando dinero innecesariamente? Pero es no sólo debería suprimir al defensor del pueblo valenciano, es que también debería hacer lo mismo con el Consejo Jurídico Consultivo, con la fenicia Academia Valenciana de la Lengua, y con toda esa serie de instituciones y organismos que sólo sirven para colocar a los afines o para apaciguar a unos cuantos.
Todo ese dinero que se gasta en vano es dinero que se quita a los más indefensos. Quienes cobran esas nóminas deberían pensar en ello.
Pero Montoro tampoco debería gritar mucho. Debería haber exigido desde hace mucho la supresión de las diputaciones y la fusión de todos aquellos municipios que están pegados unos a otros. Si cuatro pueblos, o dos, están juntos, un solo ayuntamiento para todos resulta mucho más racional y barato. Aducir razones sentimentales para impedir esas fusiones y poder seguir esquilmando los bolsillos de los ciudadanos no es serio.
La Administración todavía puede ahorrar mucho dinero, pero no se le ve ninguna intención de hacerlo, ni tampoco las Comunidades Autónomas están dispuestas a dar facilidades en este aspecto.

lunes, 25 de marzo de 2013

Rajoy debe su cargo a Camps

A pesar de que Rita Barberá se lo ha recordado más de una vez, Rajoy parece haberlo olvidado. No le conviene ahora tener en cuenta esas cosas.
Lo que le interesa ahora a Rajoy es exprimir a los valencianos para pagar con ese dinero las embajadas catalanas y contentar de este modo a Mas.
Por supuesto que no ordenará investigar la corrupción catalana, ni clamará por el hecho de que Millet todavía ande por la calle y los Pujol amenacen con eso de que todos se pueden hacer mucho daño. Se le han hecho regalos, con dinero de los españoles, a CaixaBank. A los bancos y cajas catalanes no se les investiga con el mismo rigor que a los valencianos.
Rajoy también ha olvidado que puso como ejemplo de lo que quería hacer al gobierno de Camps. Entonces todavía le estaba agradecido, y lo debe de seguir estando, puesto que no ha emitido ni una sola contra él. En cambio, castiga a los valencianos, que las están pasando canutas precisamente a causa del gobierno de Camps, que se gastó todo el dinero que había y, no contento con eso, lo que no había, pues consideraba que la financiación de la Comunidad Valenciana era injusta y que cuando ganara Rajoy se resolvería esto. Rajoy no le dijo entonces que no y cualquier observador desinteresado se daba cuenta de que en lugar de eso, lo que planeaba el entonces candidato a presidente del gobierno era ponerle una metafórica soga al cuello, dada la insistencia de Camps en recordarle lo que le debía y cobrárselo por anticipado.
Y ahora resulta que Camps ya no está, pero los votantes valencianos, que mayoritariamente votaron a Rajoy, sí. Y a los votantes valencianos, que también son contribuyentes, les hace un corte de mangas. Tiene que quedar bien con los catalanes, como Aznar, que nos procuró la fenicia AVL.

lunes, 7 de noviembre de 2011

El dictador Alberto Fabra

El contribuyente valenciano que utilice los servicios de la Sanidad recibe una nota con la leyenda “Coste del tratamiento X euros”. Es el reproche que le hace el gobierno de Alberto Fabra a quien tiene la desgracia de ponerse enfermo.
La cuestión es que el contribuyente no lo ha preguntado. Se le notifica en un acto de innegable prepotencia. El contribuyente, por lo general, anda intrigado por otras cuestiones. Lo que quisiera el contribuyente que le explicara el gobierno valenciano es de qué hablan los diputados por el móvil y qué sentido tiene que esas facturas vayan a su cargo.
Otro asunto sobre el que quisiera ser informado el contribuyente valenciano es el que concierne a Canal 9, puesto que su plantilla es superior a las de Tele5 y Antena3 juntas.
También tiene curiosidad por saber cuando terminará el goteo de escándalos de las entidades financieras controladas, directa o indirectamente, por la Generalidad Valenciana, a resultas de los cuales se han ido todas al garete.
Tampoco estaría de más, puesto que ha decidido congelar el sueldo de los funcionarios, que explicara las razones que tiene para no disolver la Academia Valenciana de la Lengua, que fue fundada para satisfacer a Jordi Pujol, puesto que José María Aznar necesitaba sus votos. Habida cuenta de que ni Aznar ni Pujol están ya en la política, no hay motivos para que el gobierno valenciano siga despilfarrando la gran cantidad de dinero que nos cuesta. Entre la AVL y el poder adquisitivo de los funcionarios la cuestión es obvia.
También quiere conocer el contribuyente las cuentas de la Fórmula 1. Que se hagan públicos los contratos del Gürtel. Que se explique qué necesidad había de hacer el Ágora. O la Nueva Fe.
Todas esas cosas y otras muchas más las podría saber el contribuyente si viviera en una democracia. Pero como no es así, le muestran lo que quiere el que manda.
'El hombre que quiso entrar en Auschwitz'
'La estrategia de los antílopes'
'Pedro I el Cruel'
'Episodios ocultos del franquismo'
'Bonaventura'
'El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde'
'Alrededor del deseo'
'Cuentos neuróticos'

 

sábado, 29 de octubre de 2011

La desesperación de las farmacias valencianas

No todas las farmacias ponen en sus escaparates carteles como el de la foto, pero de lo que no cabe duda es de que todas están apuradas. Según mis noticias, el mes de agosto no lo han cobrado todavía y, lógicamente, tampoco los siguientes. Se ha anunciado que cobrarán en enero. Falta por saber qué es lo que cobrarán en dicho mes.
El actual presidente de la Generalidad, con esa flema a la que nos vamos a tener que acostumbrar, ha dicho que no se trata de un impago, sino de un retraso. Es una afirmación sin contemplaciones de ningún tipo, propia de quien sabe que los interesados no tienen más remedio que aguantar. Pero a ver quién es el guapo que se atreve a decirle al Molt Honorable que eso está feo.
Dijo hace poco, y se conoce que nos tiene por tontos, que la Generalidad no gastaría ni euro en nada que no fuera rentable para el contribuyente. Lo cierto es que los proveedores, y entre ellos las farmacias, siguen sin cobrar, y mientras tanto sigue el derroche en otros organismos sin utilidad para los ciudadanos.
Puede preguntar a los ciudadanos si prefieren que pague los medicamentos que toman, o que siga manteniendo a la fenicia AVL, al obsecuente CVC, al rimbombante CJC, o el Sindic de Greuges, que al final no vale para nada.
Si la Generalidad eliminara todos esos organismos, inútiles, y dejara al mismo tiempo de derrochar en Canal 9, con ese dinero podría pagar sus deudas y las pequeñas empresas respirarían y podrían contratar gente, y lo mismo las farmacias, algunas de las cuales puede que se hayan visto obligadas a despedir empleados.
La situación en la Comunidad Valenciana puede calificarse de dantesca. La Nueva Fe está a medias, la vieja, que funcionaba perfectamente, está en situación de abandono, el Ágora está a punto de convertirse en un símbolo de la irresponsabilidad, si no tuviera la competencia del Puente de las Flores, o de la Fórmula 1.
¡Quién iba a pensar que en su megalomanía se atreverían a arriesgar el dinero de las recetas!

'La estrategia de los antílopes'
'Pedro I el Cruel'
'Episodios ocultos del franquismo'
'Bonaventura'
'El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde'
'Alrededor del deseo'
'Cuentos neuróticos'
'Alfonso X el Sabio'

martes, 5 de agosto de 2008

Rafael Blasco y los catalanes

Quizá sea porque el PP perdió las elecciones en Cataluña, en donde quedó a mucha diferencia del PSOE, que Camps ha tocado a rebato. Primero fue él mismo, el propio Francisco Camps, quien hizo unas declaraciones a un medio catalán, procurando resultar agradable a los catalanes. Luego fue la presidenta de la fenicia Academia Valenciana de la Lengua, que tan cara nos cuesta a los valencianos, la que fue entrevistada por otro medio de la citada Comunidad Autónoma, acaso por indicación del presidente, también intentando que el organismo que preside, y ella misma, resulten del gusto de los catalanes.
Hoy le ha tocado el turno a Rafael Blasco Castany, que en estos momentos es el titular de la consejería de Inmigración y Ciudadanía de la Comunidad Valenciana, no sé si queda alguna consejería en la que no haya estado. Lo que ha hecho Blasco ha sido escribir un artículo en El País, titulado Valencianos y catalanes, cuya finalidad es la misma que las entrevistas citadas anteriormente. En el artículo dice cosas curiosas, como “Catalanes y valencianos necesitamos una España mejor gobernada, una España que funcione mejor”. Quizá después de escribir eso se ha secado el sudor, y no porque no funcione el aire acondicionado de su despacho. Si el artículo lo ha escrito en horas de trabajo nos ha timado. Lo extremeños no necesitan una España que funcione mejor, ni tampoco los demás.
Se refiere, como no podía ser de otro modo, al balance fiscal, y sólo se fija, como conviene a la intención que le mueve a escribir, en los intereses de los catalanes y los valencianos. Lo que ocurre es que los catalanes ya defienden los suyos ellos solos, sin hacer mención a los valencianos. Incluso Montilla ha dejado las cosas bien claras ante Zapatero. Ya lo hizo anteriormente con ocasión del trasvase. ¿Lo hubiera hecho Camps ante Aznar o Rajoy?

jueves, 22 de mayo de 2008

Ricardo Costa, asombrado

Dice, en un artículo que ha publicado en el diario Levante, que le asombra el gobierno de Zapatero, pero pide que no se le interprete mal, porque lo que le sorprende no es lo bien que hace las cosas, sino lo espectacularmente mal que lo hace. Y es posible que sea cierto lo que dice el bueno de Ricardo Costa, especialmente si quitamos la grandilocuencia con que lo dice.
Dice que el PSOE no tiene en cuenta a los ciudadanos valencianos como si el PP sí los tuviera. Para los políticos, los del PSOE y los del PP, los ciudadanos somos medios, mediante los cuales obtienen lo que desean. En el caso concreto de la Comunidad Valenciana es el PP el que decide lo que nos conviene a los valencianos, así que ni corto ni perezoso ha dispuesto que la Educación para la Ciudadanía se dé en inglés.
También fue el PP el que decidió crear primero e introducir en el Estatuto después, a la fenicia Academia Valenciana de la Lengua, que tanto dinero nos cuesta, sin que su existencia responda a ninguna necesidad ni sirva para nada bueno.
También fue el propio PP el que decidió que había que hacer un Estatuto nuevo, sin que la calle demandase tal cosa. Todo para la mayor gloria de la clase política. Son los políticos del PP quienes han decidido las recalificaciones futbolísticas, que desfiguran por completo la ciudad.
Al Partido Popular los ciudadanos le importan poco. Si ese partido respetara a los ciudadanos, cuando ocurrió el accidente del metro, el consejero responsable hubiera dimitido, para hacer patente ese respeto. Tampoco dimitió la consejera implicada cuando se incendiaron algunas residencias de ancianos. Y luego fue apartada del gobierno, pero por su adscripción al zaplanismo.
Los ciudadanos, por nuestra parte, tampoco salimos de nuestro asombro al comprobar que los políticos, inveteradamente, nos toman por tontos. Quizá lo seamos.

miércoles, 16 de abril de 2008

El derroche valenciano

Escribo avisando de que se nos incita a los valencianos, como parte de los Países Catalanes, a odiar a España y de que habiendo necesidades tan graves en Cataluña y en el mundo, el gobierno catalán malgasta mucho dinero en subvenciones indebidas y como respuesta me acusan de odiar a Valencia y me echan en cara la corrupción valenciana, supuesta o real.
Lo del odio cae por su base. Parece una prédica de hoy eso de endilgarle el auto odio a todo aquel que no sea nacionalista. En lo que se refiere a la corrupción, es evidente que perjudica a todos. Ojalá se sustanciaran pronto todos los casos que pudieran haber pendientes y se depuraran todas las responsabilidades. Pero la manipulación también forma parte de la corrupción y las subvenciones que otorga Cataluña a Eliseu Climent no pueden tener otra finalidad que ésa. Pero para manipulación la que señala
Baltasar Bueno. He aquí que quien la descubrió, el profesor Ubieto, tuvo que abandonar Valencia, puesto que llegó a temer por su vida.
También el gobierno valenciano derrocha dinero público, habiendo como hay tantas necesidades, tanta gente viviendo en la penuria. Lo derrocha con la fenicia AVL, totalmente innecesaria, puesto que podía haber optado por la valenciana
RACV o el catalán IEC. Cualquiera de estos dos nos hubiera resultado mucho más económico a los valencianos. Como también es corrupción que haya encargado a una comisión que analice los estudios sobre la reversión del Teatro Romano de Sagunto. La sentencia es clara e inequívoca y lo que procede es cumplir la ley. Sin el cumplimiento de las leyes no hay democracia. Desmoraliza a la sociedad que un grupo de destacados ciudadanos se preste a este juego. Conviene rescatar a Elena Negueroles de este grupo, puesto que supo desmarcarse del dictamen de sus compañeros del CVC; éstos parecen estar al servicio del gobierno valenciano y más concretamente del farisaico Camps, al emitir los dictámenes que más se acomodan a sus deseos.

domingo, 20 de enero de 2008

La RACV y la corrupción

No cabe ninguna duda de que la RACV representa una gran molestia para muchos, como tampoco la cabe del pasado autoritario de España, que viene de mucho antes de la dictadura. Y este fondo autoritario que pervive en los españoles entra en pugna con los deseos democráticos y genera muchas confusiones entre la gente descuidada y así vemos como quienes defienden el diálogo con los etarras, desean silenciar sin contemplaciones a quienes defienden el derecho de los valencianos a poner las normas de su propio idioma. La RACV recibe subvenciones, como es obvio. Pero no se puede comparar el dinero que recibe la entidad valenciana, de cuyo arraigo social habla el hecho de casi tiene un siglo de vida, con el que recibe la innecesaria y fenicia AVL. Hay votantes del PP que puesto que este partido ha incumplido sus promesas de defender la lengua valenciana, cierran los ojos y dan por bueno lo que hace el partido de sus amores. Por su parte, los catalanistas son quienes menos pueden hablar de corrupción, puesto que TV3 viene emitiendo en la Comunidad Valenciana. Cabe recordar que la finalidad de las televisiones autonómicas es la de proteger y difundir el uso de las lenguas vernáculas. Puesto que la Comunidad Valencia tiene sus propios canales televisivos, que supuestamente cumplen este fin, y habiendo tantas necesidades que cubrir, es un despilfarro emplear el dinero de los impuestos para este fin. Malgastar el dinero es corrupción. También conviene hablar de las subvenciones que percibe Eliseu Climent, por promocionar el catalán en la Comunidad Valenciana. ¿Ya no hay nada mejor en qué gastar el dinero? Podemos preguntarnos también por los motivos por los que la prensa catalana no emite ni una sola crítica a los líderes nacionalistas catalanes. Así vemos como personajes tan nefastos como P.Maragall, J. Pujol, e incluso Carod-Rovira son ensalzados e incluso endiosados por los periodistas catalanes. Sólo los “malditos” se atreven a criticarlos. La democracia para los catalanistas consiste en alabar sin tasa todo lo catalán, no investigar denuncias como esta, e insultar y tratar de acallar por la brava a quien ose defender el valenciano que habla desde pequeño. El que defiende la valenciana RACV.

viernes, 18 de enero de 2008

De la Vega frente a González Pons

La confrontación entre ambos no tendría color si no fuera en Valencia. Pocos recursos dialécticos podría oponer Esteban González Pons frente a los de la vicepresidenta del gobierno. Lo más destacable de él en este campo es su afición a decir gracias, como aquella de que iba a hacer un urbanismo sandía, verde por fuera y rojo por dentro. Todavía no ha explicado de dónde le surgió ese prodigio imaginativo, ni de qué modo pensaba llevarlo a la práctica. Fácil lo tendría De la Vega en un debate con él si le saliera con una de esas ocurrencias. Ocurre que al ser en Valencia en donde han de batirse, electoralmente hablando, González Pons juega en casa y puede decirse que con el árbitro a favor. No va a desperdiciar ninguna ventaja. Recuérdese la facilidad con la que la acusó de haberse empadronado ilícitamente y aun de haberse beneficiado de una recalificación.
La ventaja de uno sobre la otra es que él es, oficialmente, quien ama y defiende a Valencia y ella, como representante del gobierno, es quien la odia. Y ninguna de las dos cosas es cierta. Los dos quieren lo que creen que es mejor para Valencia y sus modos de ver las cosas, aunque parezcan contrapuestas, no lo son tanto. Ambos hacen por Valencia lo que les mandan sus jefes. González Pons va de número uno porque Rita Barberá ha declinado el honor. Y De la Vega ya ni se acordaba de en qué lugar está Valencia y se dice que no quiso que J.I. Pla figurase en su lista.
González Pons ama tanto a Valencia que, por orden de sus jefes de entonces, fue a Barcelona a negociar con J. Pujol la creación de la fenicia AVL. Fue en compañía de otro diputado que ya no pertenece a su partido y que ahora suele votar con el PSOE, dice que porque así se lo dicta su conciencia. Antes, su conciencia le dictaba votar con el PP y ahora con el PSOE. De la Vega estuvo de acuerdo desde el primer día con la derogación dictatorial del PHN y con otros agravios a Valencia. Apañados estamos.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

El boicot de J. Pujol

Según publica hoy el diario Levante-EMV, Eugenio Burriel, Consejero de Obras Públicas de la Generalidad Valenciana en 1993, propuso ejecutar el AVE a Barcelona por Valencia, a lo que se opuso J. Pujol. El Consejero valenciano encargó un estudio a la firma francesa Sofrerail un estudio de viabilidad del AVE Madrid- Valencia, del que resultó que el máximo número de viajeros correspondía al trayecto Madrid-Valencia/Alicante. Pero no fue J. Pujol el único en boicotear este proyecto. José María Aznar prefirió gastar el dinero de todos los españoles en dos trayectos menos rentables y que, por tanto, debieron esperar. Él prefirió hacer llegar primero el AVE a Valladolid y a Málaga que a Valencia, cosa que jamás podrá explicar. La Comunidad Valenciana viene siendo el pariente pobre, al que todos los gobiernos contentan con palabras y le conceden pocos gestos. Para los catalanistas, además, la Comunidad Valenciana es algo que consideran de su propiedad, pero de un rango inferior. Tampoco los catalanistas están dispuestos a concederle nada. Prueba de ello es un paniaguado suyo de aquí, llegó a decir hace tiempo en la TV3 que “todo lo que hemos hecho los valencianos os pertenece”, sin que ningún catalán protestara ni apagara la televisión. Al igual que los socialistas hicieron bien algunas cosas en la Comunidad Valenciana, también las ha hecho el PP, pero entre ambos, y sobre todo este último, están a punto de acabar con el idioma valenciano. El peor regalo que pudo hacer Aznar a los valencianos fue Zaplana. Fue quien consintió el engaño del AVE, sin hacer ninguna presión ente el gobierno para que fuera prioritario y fue el autor del endiablado y carísimo invento de la nefasta y fenicia AVL. La mala suerte para los valencianos fue que la nauseabunda banda etarra asesinara a Broseta. Si la Generalidad Valenciana hubiera estado presidida por Broseta, hubiera habido más seriedad y menos posibilismo. Broseta, por su parte, no hubiera tenido ningún complejo a la hora de defender al valenciano, ya lo había hecho anteriormente, explicando que los valencianos no tenemos el porqué decir xe, xufa y orxata, en lugar de che, chufa y orchata u horchata. Cuando se mata o se perjudica a una persona, no sólo se mata y se perjudica a esa persona. Los valencianos seguimos igual, viendo como los políticos de uno u otro signo se gastan nuestro dinero en publicidad, para ofrecernos palabras, frases, eslóganes, consignas.

lunes, 12 de noviembre de 2007

El cinismo del PP valenciano

Exige el PP valenciano que De la Vega reconozca el valenciano como idioma oficial. Y resulta que el PP y el PSOE van de la mano en lo que se refiere a la aniquilación de este bello idioma. “Cuando un idioma desaparece, se pierde una forma de mirar la vida”. Ambos partidos, el PP y el PSOE crearon la fenicia AVL. Joan Ignasi Culla, un valenciano que sí ama y defiende a su lengua, dice que los dictámenes de la citada AVL son tan nocivos para la lengua valenciana como en su día lo fue el Decreto de Nueva Planta. I ara dirán els catalanistes: I com sempre, està escrit en castellá. Puix ací tenen un articul del citat Joan Ignasi Culla en valencià. Este PP valenciano que dice defender la lengua valenciana con un empeño que sería patético, sino fuera porque en realidad es desvergüenza pura. Los académicos de la AVL son, casi con absoluta seguridad, los mejor pagados del mundo. Y su misión no es otra que ir sustituyendo el valenciano por el catalán. ¿Por qué el PP y el PSPV no tienen la gallardía de recurrir al IEC? Las ingentes cantidades de dinero destinadas a pagar a los académicos de la AVL podrían destinarse a obras sociales, que tan necesarias son en la Comunidad Valenciana. Por su parte, el socialista Rafael Rubio, tacha de xenófobo a Ricardo Costa, del PP, puesto que éste había criticado el nombramiento como candidato por la provincia de Alicante de un andaluz que habla catalán. Rubio sólo tiene en cuenta lo de andaluz, puesto que le parece correcto que Soria diga que habla catalán. En este caso, es evidente que las declaraciones de Costa son xenófobas. Lo que ocurre es que Costa se refiere a las declaraciones de quien ha permutado la ciencia por la política en su totalidad, es decir que se trata de alguien que ha nacido en valencia, que se siente ciudadano andaluz y que habla catalán. Costa quiere aprovechar electoralmente esta última cuestión, la de que habla catalán. ¿Y puede explicar Ricardo Costa la idea que tiene del valenciano?

domingo, 9 de septiembre de 2007

Se equivoca El País

El rotativo madrileño suele estar de parte del gobierno socialista y en contra de los intereses valencianos, cuando éstos los defiende el PP. Hace mal, porque si se pone de parte de quien no tiene razón, fomenta el sectarismo, del que ya andamos bastante sobrados. El gobierno socialista ha asumido por la brava la presidencia del Consorcio de la Copa América y, como bien explica Enrique Arias Vega, Rita Barberá la reclama para sí no por el huevo, sino por el fuero. Recuerda, además, Enrique Arias que cuando los Juegos Olímpicos del 92, el presidente del gobierno, Felipe González, se mantuvo en un discreto segundo plano y dejó que Pasqual Maragall acaparara todo el protagonismo. Yerra El País al no defender lo que es justo y también el gobierno al tratar de atropellar a Rita Barberá, que en modo alguno se va a dejar. Lo que va a conseguir el gobierno de Zapatero es que el pueblo valenciano piense que ha sido agraviado de nuevo y arrope aún más a su alcaldesa. Por decreto y con urgencia, derogó el PHN, y luego viene la Narbona sonriendo y hablando de campos de golf. Por decreto ha suprimido el gobierno el idioma valenciano y por decreto se queda con la presidencia del Consorcio. Dice la ministra Salgado que se siente valenciana y que quiere representar a todos los valencianos. Si eso fuera cierto, no se apoyaría en los decretos, sino que dejaría que la presidencia la ostentase quien debe y apoyaría las causas valencianas. Podría ganarse la voluntad de los valencianos muy fácilmente si recomendara la disolución de la fenicia AVL, ese nefando invento de Zaplana. Conviene recordar que los primeros gobiernos democráticos de la Comunidad Valenciana fueron socialistas y que parecían invencibles. Eso significa que si el gobierno de la nación quiere lograr el favor de los valencianos lo que tiene que hacer es interesarse por sus asuntos. El pueblo valenciano tiene que ver que se le respeta y se tienen en cuenta sus deseos.

martes, 28 de agosto de 2007

Pedro J. y Ruiz-Gallardón

El director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, escribió un artículo en el que se refirió a la ya muy conocida salida de tono de Alberto Ruiz-Gallardón, mediante la que se postuló para figurar en las listas del PP en las próximas elecciones generales. A estas alturas ya es muy sabido que el interés de Pedro J. consiste en vender muchos periódicos y también que Ruiz-Gallardón no le sirve demasiado en este propósito, puesto que se decanta más por El País, su competidor. Evidentemente, merecerían ser tenidas en cuenta muchas de las cosas que dice Pedro J. , si no fuera porque principalmente van destinadas a influir en el dedo de Rajoy, que es el que teóricamente señala quien debe ir en las listas y quien no. Y este es el meollo de la cuestión. He aquí los motivos por los que los políticos se ven obligados a ganarse la voluntad del jefe en lugar de la de los electores. Con las listas abiertas, o cualquier otro procedimient0 que implicase una mayor participación de los ciudadanos en la cuestión política, quizá no hubiesen salido elegidos Zapatero, Rajoy, Ruiz-Gallardón o Montilla. Los políticos se relacionarían de otra forma entre sí, pero es que también tendrían que modificar su forma de hacer política. Con listas abiertas, no es probable que los valencianos nos viéramos obligados a soportar, y pagar, a la fenicia AVL, porque cualquier político, fuera del partido que fuera, que se comprometiera a procurar su disolución obtendría un gran caudal de votos. Del mismo, quienes en Cataluña propugnaran por destinar las subvenciones del Omnium Cultural a las guarderías, tendría mucho ganado. Y así, más o menos, en todas partes. Y no sólo se haría política de otro modo, y quizá viéramos caras diferentes en los Parlamentos; también tendría que ser diferente la forma de hacer periodismo, al menos en lo que a la faceta política se refiere. Pedro J., por ejemplo, no tendría que convencer a los votantes del PP de que Rajoy haría bien desestimando la candidatura de Ruiz-Gallardón, sino que tendría que convencer directamente a los votantes para que votaran a otro, si esa fuera su intención.

sábado, 2 de junio de 2007

El cine y la vida

En el cine no hay dudas. El espectador sabe exactamente quienes son los buenos y quienes los malos. Detecta sin esfuerzo cualquier comportamiento innoble, aplaude, agradece y hasta exige el abnegado heroísmo de sus héroes, los grandes sacrificios en pro de la justicia.
Cambian las cosas en la vida real. En este caso no hay espectadores, sino participantes. Ya no se le puede exigir a John Wayne que mantenga el tipo, sino que cada uno ha de hacer lo que sea capaz. Ello conlleva la consabida serie de concesiones ante quienes llevan algún tipo de ventaja, con el fin de no tener que enfrentar los problemas, puesto que esta actitud muy a menudo resulta cara.
Así, hoy en Las Provincias, Ángel Calpe, académico de la fenicia AVL, critica a la valenciana RACV. Naturalmente que no lo dice todo. Calla lo que cobra él, por ser académico, lo que cobran sus criticados y omite decir que no había ninguna necesidad de crear esta AVL. En el diario Valéncia hui hay completa información acerca de la AVL y los motivos por los que fue creada.
El juez Grande Marlaska ha decidido reabrir la causa contra Otegi y esto es algo que debería hacer enrojecer al Fiscal General. ¿Por qué los terroristas o sus amigos han de ir libres por las calles si se les puede encerrar? Pero María Antonia Iglesias tiene una explicación sobre el comportamiento del juez Marlaska. Dice que tiene fobia a Batasuna. Creo yo que tener esta fobia no debe ser motivo de preocupación.
El hecho de que las listas sean cerradas propicia que quienes mandan en los partidos puedan pensar en ellos mismos más que en los ciudadanos, que son quienes les pagan el sueldo. Rajoy ha dicho que Gallardón no es el único aspirante, sino que hay otros muchos muy brillantes. Lo que no ha revelado es en donde los tiene escondidos.