¿Y qué dijo? Pues nada, o sea, todo lo que sabe. Zapatero no sabe nada de nada, pero habla de todo, y parece ser que se va forrando. Y sus hijas, allá en Venezuela.
Zapatero siempre está más a la izquierda de todos, porque, como les dijo a sus hijas, que ya se ve que aprendieron la lección, se preocupa por los demás, no como los de derechas, que son muy egoístas.
Hay que dejar constancia de que si las hijas de Zapatero han seguido la vil ruta del padre ha sido por decisión suya. Podrían haber utilizado sus cerebros para darse cuenta de que es una atrocidad. Zapatero nunca ha tenido ni una idea buena y concretamente en Venezuela están torturando y matando gente.
Si lo que hacen los personajes de la izquierda lo protagonizaran gentes de la derecha ya estarían en el último de los infiernos y no podrían ni asomar la cabeza en ninguna parte. Los de izquierda tienen bula y carta blanca y hagan lo que hagan sus defensores se cuentan por cientos. Es cierto que Sánchez no puede ir por la calle, pero no es por las fechorías que hace, sino por el ego desmesurado e incomprensible que muestra. Y porque se le ve desde muy lejos la mala intención.
Zapatero, disfrazado de hada madrina bienintencionada, habla de colaboración entre las distintas administraciones y con ello está claro que pretende repartir las culpas entre todos, señal inequívoca de que sabe que la culpa es de Sánchez, seguramente porque se lo han dicho, porque él no sabe distinguir una calabaza de un piano. Le han hecho ver que la culpa es de Sánchez y entonces pone a Mazón a su mismo nivel en el caso de la culpa, y no dice nada de la brutalidad con que el presidente está tratando a los afectados.
A Sánchez hay que echarlo, pero Zapatero lo está apuntalando.
