Sánchez, el Felón, todavía se cree que es alguien, o actúa como si lo fuera. En este sentido, ha escrito una carta a la Unión Europea proclamando su rechazo a la medida sobre los coches no eléctricos. Parece fuera de toda duda que los destinatarios de la carta en realidad somos los españoles, porque él ya sabe que en Bruselas no le van a hacer ni caso.
En su empeño por hacer el mal tiene metidos entre ceja y ceja los automóviles tradicionales y ahora ve que se ha estado equivocando, algo que a lo mejor ya sabía, porque cuando se trata de cometer un disparate, o más, no necesita ayuda ni consejo de nadie. Por alguna rara virtud, está al cabo de la calle. Lo demostró con el Astronauta, con Marlasca, etc.
Falta ver cómo se va a trasladar el asunto a España, aunque ya sabemos que la UE manda y en este caso no va a dar marcha atrás, porque hay mucho dinero en juego, muchos puestos de trabajo y mucha ilusión puesta en esta decisión. También saben en Bruselas que a Sánchez le queda poco. Es un milagro que todavía sea el presidente del gobierno, gracias a la Constitución en la que tan importante fue Felipe González. Ahora ya se ve que está llena de trampas para que el PSOE siempre tenga ventaja sobre los demás. Aquéllos socialistas tan honrados, que no parecían tener nada que ver con el grupo -me refiero a Félix Pons, Pedro Aparicio, Paco Vázquez...- deben sentir vergüenza por haber sido atrapados de un modo tan infantil. Les tomaron el pelo a todos. Felipe González trata de salvar su nombre, pero la verdad siempre se impone y acabará siendo considerado como debe.
Al que no le tomaron el pelo es a Sánchez, el Felón. Pero tampoco le han salido las cosas bien.
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