En todo el mundo se habla de las hazañas que ha llevado a cabo. Y más que piensa hacer, para asombro del personal. Todos los presuntos delincuentes, Begoña, Pedro, Barrabés, confían en él. He escrito presuntos, que conste.
Decían que Begoña había tomado una decisión inteligente al optar por el silencio ante el juez. Pero no dijo humildemente ‘me acojo a mi derecho a no declarar’, sino que se mostró arrogante: ‘no le voy a decir nada’, que sonó a algo así como ¿quién se cree que es este juez para atreverse a preguntarme a mí?
Pero el juez no se cree nadie. Cobra su sueldo de los españoles y su cometido es defender sus derechos. Los de ellos. Está intentando averiguar si Begoña les ha causado perjuicio. Ella no colabora con el juez. ¿Porque no entiende de qué va el asunto o porque sí que ha cometido delito?
Como consecuencia de la ‘decisión inteligente’ el juez ha imputado a Goyache y ha citado a declarar a Sánchez como testigo, lo cual constituye un gran problema, porque los testigos están obligados a decir la verdad y a él le resulta imposible decirla.
Con respecto a la citación de Sánchez ha dicho Pachi López que el juez Peinado ha prevaricado. Como todo el mundo sabe, Pachi López es una eminencia. Está a la altura de Otegui, de Rufián, de Iglesias, de Yolanda…
Todos confían en que Pumpido enderece lo que les pueda salir torcido al final del proceso judicial, y él sonríe complacido al ver cuanta estima le tienen, qué bien valoran sus capacidades jurídicas, pero mientras tanto, ellos y por si acaso y también apoyados por toda la artillería mediática subvencionada, intentan apabullar, amedrentar, desprestigiar…, al juez Peinado, un héroe nacional a estas alturas.
Hay quien predice que Pumpido va a tener mucho trabajo, y también los hay que vislumbran un paralelismo entre Sánchez y Biden.