lunes, 15 de julio de 2024

Atentado contra Trump

 

Aventurarse en conjeturas sobre lo ocurrido en Pensilvania puede ser una vía segura hacia el ridículo. De momento, hay unos datos: un chico armado con un rifle pudo llegar hasta un sitio desde el que podía disparar contra Trump. ¿Cómo fue posible? Aquí hay que hablar de negligencia, eso seguro. Si hay algo más o no ya se sabrá en su día, si se llega a saber.

Parece ser que el francotirador llegó a hacer hasta quince disparos, aunque algunos dicen que ocho. En cualquier caso, más negligencia.

Y luego hay otra cuestión y es el vicio de intentar estigmatizar al adversario político convirtiéndolo en enemigo. A Trump lo comparan con Hitler. Si se excita a la masas con mensajes terroríficos y luego no se controlan las azoteas puede pasar cualquier cosa.

En España también estamos acostumbrados a eso. Ya pasaron en su día unos vídeos con unos perros muy agresivos a los que vinculaban con la derecha, y actualmente se lanzan infundios, mentiras soeces y bulos hediondos contra políticos de derechas.

Esperemos que este atentado no tenga en los Estados Unidos las mismas consecuencias que tuvo en España el 11M.

Los mensajes de condolencia y solidaridad se suceden. Elegante es el del Rey de España y curioso el de Sánchez, que, entre otras cosas, dice que «la violencia y el odio no tienen cabida en una democracia», como si tuviera alguna simpatía por la democracia, como si no estuviera todo el tiempo intentando amedrentar y someter a los jueces, sin los cuales actuando con independencia no es posible este sistema político, como si no fuera público y notorio el odio que le tiene a la derecha. Como si no se apoyara, para seguir en el gobierno, en socios cuyo odio al resto de los españoles no esconden, sino que lo proclaman a viva voz.

En fin, que este tipo no tiene remedio.

Esos libros míos

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