Me refiero a la portacoz del PSOE, Esther Peña. Portavoza, preferirían algunas que se creen feministas. Por idénticos motivos Rufián se cree Superman.
No hay nada, no hay nada, no hay nada, repite de forma maquinal. A ver si porque lo haya dicho su señorito ha de ser así. Su señorito y la verdad son enemigos irreconciliables.
Además, hay más ojos mirando el asunto. Están los de los abogados de la acusación, que probablemente son más competentes que ella y su señorito, lo cual, ciertamente, no tiene ningún mérito. Están los de los periodistas que cubren el caso, varios de los cuales son personas ilustradas. Y están los ojos del juez, que es un señor que ha tenido que hacer unas oposiciones, sin plagiar ni nada, y que lleva muchos años haciendo su trabajo. Y aunque lo están intentando asustar, desacreditar, ridiculizar, viene aguantando.
Evidentemente, el socialismo era un sueño de muchos, pero los que han venido estando al frente del partido no saben mucho de sueños, y estos de ahora menos que ninguno. Van a lo práctico. O sea, a llevárselo. Luego viene el Tribunal Constitucional y dice que hicieron bien, o sea que tienen razón los que dicen que este tribunal sobra.
Lo debieron de incluir con vaselina los socialistas, por si no conseguían el control absoluto de los jueces. Con Pumpido estaría cumpliendo el papel para el que fue pensado. Peces-Barba tenía mucha cultura y era un avezado jurista, pero también avieso y retorcido. Si hubiera estado Tierno Galván entre los padres de la Constitución, Peces-Barba no habría podido hacer y deshacer a su antojo, motivo por el que impidió que estuviera.
Pues ahora estamos, de nuevo, ante varios casos de esos casos tan temidos por los mandamases socialistas de hoy y de siempre. Hay varios jueces intentando hacer su trabajo, lo cual incomoda de forma palpable a los socialistas. Que siempre tienen la palabra democracia en la boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario