sábado, 6 de julio de 2024

No hay nada de nada

 

Eso dice quien siempre miente y se confiesa enamorado, sin que nadie le haya preguntado por ninguna de las dos cosas.

Que Sánchez esté muy enamorado, como dice, me lo puedo creer, pero es que es un asunto que me pilla muy lejos de mi interés. Si fueran dos personas modélicas y admirables, ese sería un punto más a aplaudir. Pero tratándose de quienes se trata, del mismo modo que me lo puedo creer, puedo pensar que es una tomadura de pelo más.

Con respecto al caso por el que Begoña está en boca de todos, todavía me interesa menos la opinión del gran embustero. La opinión sobre el asunto que verdaderamente me interesa es la del juez. Y algo habrá cuando el buen hombre se expone a ser linchado día y día también por todos los troles y difundan datos confidenciales sobre él, datos que no tienen nada que ver con la cuestión.

Se le intenta arrebatar el caso. ¿Por qué? ¿No dicen que no hay nada? Algo habrá cuando el juez no se deja torear y sabe defender lo que es de su competencia.

La primera obligación de todo ser humano es dejar de ser un botarate. Pero tenemos un gobierno compuesto totalmente por botarates.

Incluso en los aledaños del gobierno, en el Tribunal Constitucional -Casa Pedro le llaman ahora-, su presidente, el ya famoso Pumpido, pretende ser más poderoso que la justicia. ¡Ojo!, no que la justicia de España, sino de la justicia, del concepto.

Tan listo que dicen que es, tan listo como se cree, y no se ha dado cuenta de que mientras haya mundo habrá justicia.

Se ha impuesto un afán del que no puede más que salir perdiendo y frustrado. En los lugares en los que se ha conseguido, pasajeramente, matar la justicia, como Venezuela, no existe la vida. Pero volverá a haberla.

En España todavía no la han matado y será la que acabará salvando la democracia.

Esos libros míos

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