Anda Urcullu cabreado por el trato que
unos suecos han dado a la ikurriña. Dice que es un ultraje a la
bandera del País Vasco.
No cae en la cuenta de que él es el
primero que la ultraja cada día con su actitud. No rinde ningún
honor a la ikurriña, sino todo lo contrario, con el invento de lo
que llaman 'Paz y Convivencia' cuyo secretario es Jonan Fernández.
No demuestra ningún respeto a la
ikurriña con su perpetua deslealtad al resto de España y su
constante petición de privilegios.
Su propio partido, el PNV, nutre, sin que
el detalle le preocupe demasiado, de argumentos y coartadas a los
malditos etarras. Si el PNV no hubiera existido, ETA no habría
podido durar, y eso en el caso de que hubiera sido fundada, cosa que
seguramente no habría ocurrido tampoco.
A causa de esa bandera se ha vertido
mucha sangra, en el propio País Vasco y en el resto de España. Son
los etarras los que más y mejor ultrajan a la ikurriña.
Ultrajan a la ikurriña todos aquellos
que son cómplices, activos o pasivos, de la maldita banda etarra.
Ultrajan a la ikurriña todos esos que
reciben como si fuera un héroe al etarra Otegui. También todos esos
que se manifiestan pidiendo la libertad de los presos etarras, que
están en la cárcel por haber cometido delitos muy graves.
El propio pueblo vasco ultraja a la
ikurriña al permitir que Bildu esté en las instituciones, y lo
permite porque vota a este partido.
No debería indignarse tanto Urcullu
cuando es el propio pueblo vasco el más pisotea su ikurriña con su
comportamiento poco ejemplar.
Respetan a la ikurriña los vascos que no
se han sometido al terror, ni a las presiones ambientales. Esos pocos
vascos, muchos de los cuales han tenido que abandonar su tierra,
vivir con escolta y tener que mirar siempre los bajos de sus coches
son los que merecen el respeto y la solidaridad de las gentes de
bien. Respetan la ikurriña quienes apoyan a Covite,
https://covite.org/ayudanos/