No es necesario hacer números para
comprender que por este camino el pronóstico no puede ser halagüeño.
El tamaño de la administración es desorbitado.
La clase política española es numerosa
y con derecho a muchas canonjías, que no suele desaprovechar. Aparte
de eso, hay una infinidad de organismos e instituciones perfectamente
prescindibles, pero absolutamente necesarios para que los partidos
puedan colocar a los amigos y familiares de los líderes.
Es
una carga enorme para los hombros de los contribuyentes, pero no
tiene visos de arreglo, porque el partido que abogaba por reducirla
no ha sido respaldado electoralmente y los partidos de nuevo cuño
pretenden aumentar todavía más dicha carga. De
modo que hay que temer que el sistema de las pensiones sufra un duro
golpe.
Es
curioso el modo en que se distrae la atención del votante mediante
señuelos falsos, para
que pierda de vista lo que le conviene, que es defender
su bienestar. La
Generalidad Catalana, sin ir más lejos, derrocha el dinero a manos
llenas. El dinero de los futuros pensionistas, el dinero de los
parados, el dinero de las atenciones médica y farmacéutica, para
promover una quimera irrealizable basada en supuestos más falsos
que una moneda de madera.
O
la
Generalidad Valenciana, empeñada en promover la lengua catalana en
el Reino de Valencia, como si no hubiera cosas más serias que hacer.
O
la Junta de Andalucía, empeñada en mantener el voto cautivo, con
las graves consecuencias que eso tiene. O el gobierno vasco que gasta
dinero para tratar de igualar a víctimas con verdugos. Etc.
Para
sostener el Estado del Bienestar no hay más remedio que reducir
drásticamente el tamaño de la Administración y
prohibir por ley el gasto en chorradas tales como embajadas,
subvenciones a medios afines, televisiones regionales, etc. Los
canales de televisión autonómicos son pozos sin fondo, por ahí se
escapa el pan de las futuras generaciones.
'Paris-Austerlitz'
'Internet negro'
'Manual de insultos para políticos'
'Los hombres que susurran a las máquinas'
'Al pie de una pared sin puerta'
'A pesar de los pesares'
'El árbol del silencio'
'El bucle'
'Internet negro'
'Manual de insultos para políticos'
'Los hombres que susurran a las máquinas'
'Al pie de una pared sin puerta'
'A pesar de los pesares'
'El árbol del silencio'
'El bucle'
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