Si para desplazar a Rita Barberá de la
alcaldía había que poner al mastuerzo que la ha sucedido más
valdría que siguiera ella, con todo lo que eso significa.
En democracia, la ley está por encima de
todo. El deseo de respetar las leyes equivale a la intención de
respetar a los ciudadanos; a todos los ciudadanos sin excepción. En
democracia, no se puede alegar que una ley es injusta, como pretexto
para incumplirla, puesto que están previstos los cauces para
modificar las leyes que se crea conveniente. Un demócrata siempre
acepta las leyes, aunque no le gusten todas. En cambio, este alcalde
de Valencia se sirve de artilugios legales, como alegar que no se
trata de una bandera, sino de una pancarta, para burlar la ley, o
sea, para burlarse de los ciudadanos que le pagan el sueldo.
He visto por las calles que muchos de los
árboles que las hacen más acogedoras tienen puesto un cartel, atado
con cordeles, escrito en una lengua que no entiendo ni quiero
entender. Si el ayuntamiento me escamotea información, al no darla
en la lengua que entiendo y que es la más usada en España, también
debería descontarme una parte de los impuestos que me cobra. Del
mismo modo, en el mobiliario urbano de Valencia o en muchos edificios
dependientes del ayuntamiento o de la Generalidad Valenciana la
información consta únicamente en esa lengua que no entiendo ni
quiero entender y nadie tiene derecho a obligarme a que la aprenda.
De modo que son más todavía los impuestos que deberían
descontarme.
Por mucho que el presidente de la
Generalidad Valenciana quiera bromear con el imperialismo de los
catalufos, éste es innegable que existe. Es un imperialismo imbécil
y trasnochado, pero cierto. Y el actual alcalde de Valencia es uno
más de los caballos de Troya.
Cataluña ha dado al mundo personas
sensatas y admirables, pero también un número ingente de pájaros
de cuenta, ridículos, pero con licencia para cometer barbaridades.
'Paris-Austerlitz'
'Internet negro'
'Manual de insultos para políticos'
'Los hombres que susurran a las máquinas'
'Al pie de una pared sin puerta'
'A pesar de los pesares'
'El árbol del silencio'
'El bucle'
'Internet negro'
'Manual de insultos para políticos'
'Los hombres que susurran a las máquinas'
'Al pie de una pared sin puerta'
'A pesar de los pesares'
'El árbol del silencio'
'El bucle'
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