miércoles, 31 de enero de 2018

Puigdemont, a fregar suelos

Finalmente, se le ha acabado el cuento a ese señor que tantos perjuicios de todo tipo, también económicos, ha causado a los españoles, principalmente a los de la región del nordeste de España, como la suele denominar don Juan Bautista Viñals Cebriá, ese gran valenciano y español que tan bien los conoce.
No hay salida para Puigdemont, porque sus secuaces ya saben que el riesgo de ir a la cárcel es real. De hecho, unos cuantos de quienes presuntamente tenían que votar su candidatura es improbable que lo hagan, puesto que disfrutan de una libertad que quizá sea pasajera, pues están acusados de delitos que conllevan muchos años de cárcel si son encontrados culpables. Por tanto, no van a tener ganas de interrumpir ese periodo de libertad.
El expresidente de la Generalidad es de un egoísmo exagerado, que supera con creces su cobardía y ahí le duele, porque trata de desviar la atención de esto último poniéndole una serie de disfraces absolutamente disparatados, como todo lo suyo. Y tiene que saber, no porque sea capaz de darse cuenta, sino porque alguien se lo tiene que haber dicho, que en el momento en que sea juzgado en rebeldía y en el caso de que sea condenado su periplo en la Unión Europea habrá llegado a su fin.
Tendrá que escaparse, si puede, ya tiene práctica en meterse en el maletero de un coche, aunque también podría probar a meterse en una caja de manzanas de Gerona o de Lérida, las dos provincias que quedan fuera de Tabarnia. Luego tendrá que intentar recalar en un país con el que no haya tratado de extradición y allí tendrá que ganarse la vida, bien como atracción, para aprovechar su fama durante el tiempo que dure, o bien directamente fregando suelos o lo que sea. No tiene más que coger un mocho y pasarlo humedecido por el suelo. Eso sí que lo sabrá hacer.

martes, 30 de enero de 2018

Piqué es tonto

Sé que este chico es futbolista, porque es imposible no saberlo, pero jamás lo he visto jugar. Tampoco a ningún otro de los de hoy, puesto que hace mucho que dejé de ver el fútbol, porque ya no se puede considerar deporte.
De modo que sé por deducción que Piqué le ha de saber dar patadas al balón y espero que no se las dé a los contrarios, moda esta, la de patear a los rivales, que iba creciendo cuando decidí olvidarme del fútbol.
Pero este futbolista está siempre en los medios, por una cosa o por otra, y no entiendo que se le haga más caso que otros que sí que son diestros en el arte de pensar.
Este elemento catalanista, digámoslo ya, tiene derecho a profesar las creencias que quiera, a ser separatista, por ejemplo, pero no a tergiversar las cosas, afición esta que lleva tiempo calando hondo en esa región del nordeste de España, que tanto tiene que agradecer al resto y que, no obstante, lo desprecia.
Últimamente ha dicho, y no he pasado del titular, porque para qué viendo lo que hay, que «no se está respetando el resultado de las elecciones en Cataluña», y hay que ser lerdo para afirmar eso. Claro que se respeta el resultado de las elecciones. Cuestión distinta es que algunos de los que han salido elegidos diputados tengan problemas con la justicia, porque están acusados de haber cometido delitos muy graves y esos problemas van a subsistir hasta que se celebre el juicio, en el cual pueden ser absueltos o condenados. Si ocurre lo primero, podrán dedicarse plenamente a la política y si se da el segundo caso tendrán que ingresar en la cárcel.
La impunidad puede existir en las dictaduras, pero no en una democracia. La imprudencia consistió en que esas personas que tienen problemas con la justicia figuraran en las listas, pero no parece que esté Piqué esté capacitado para entender esto.

lunes, 29 de enero de 2018

Cataluña y Dinamarca

Se nos decía que Cataluña es como Dinamarca, como queriendo dar a entender que los demás españoles estamos más retrasados. La casualidad (llamémosle así) hizo que pudiéramos comparar Dinamarca y Cataluña.
Representando a Cataluña estaba quien hasta hace poco ha sido su presidente y que incluso a pesar de las circunstancias se insiste en que lo vuelva a ser. Sus intervenciones demostraron que se trata de un zascandil que habla con desparpajo de todo, sin tener ni idea de nada. Ni para jornalero serviría, puesto que un día vio un campo de cebada y dijo que era trigo. Qué pensarán los daneses de los catalanes después de haberlo visto actuar. Diríase que sus ancestros no provienen del mono, como los de los demás, sino que alguna especie de asno debió de colarse en la evolución sin que Darwin lo advirtiera. Nadie es infalible, ni siquiera ese genio al que tanto detestan los Testigos de Jehová.
En representación de Dinamarca estuvo una profesora, que demostró ser una señora y civilizada, que no tenía nada que ver con el energúmeno que tenía enfrente. A tenor de los representantes de ambos lados, el país nórdico no tiene nada que ver con esa región del nordeste de España, por la cual no sólo pastan jumentos como el citado, sino también otros especímenes dignos de estudio en un laboratorio, como algunas verduleras histéricas, rufianes ridículos, y otros caganers.
Tuvo que ser esta señora danesa quien le explicase al melón que tenía delante que en democracia se respeta la ley, cosa que él no sabía porque no sólo se la ha saltado muchas veces, sino que, en su torpeza, ha presumido de hacerlo.
Pero no es el único. Otra representante de Cataluña, nada menos que la actual alcaldesa de Barcelona, sólo superada en estupidez de entre los alcaldes por el de Valencia, también dijo que sólo respetaría las leyes que le parecieran justas.
Conque Cataluña es comparable a Dinamarca. Eso sería antes de que los mangantes esos se acomodaran en sus instituciones.

domingo, 28 de enero de 2018

Jaque mate a Puigdemont

El Tribunal Constitucional ha reconocido a Puigdemont el derecho a ser investido como presidente, puesto que, al menos de momento, no pesa ninguna condena sobre él. Ahora bien, para ser investido ha de acudir al Parlamento y para poder hacer esto le ha de pedir permiso al juez. Dice Rull, que está en libertad provisional, que la va a pedir. Hasta que no hundan para siempre el prestigio de Cataluña no van a parar.
Las verduleras del catalanismo ya se han puesto histéricas, porque presienten que una parte importante de sus ingresos se va a difuminar y los rufianes que nos llaman lacayos de la caverna, sin darse cuenta de que ellos hacen el ridículo una y otra vez por dinero, también vislumbran que la gallina de los huevos de oro agoniza y seguramente les tocará trabajar.
Puigdemont pronto pasará al olvido y una vez que no sea útil tendrá que ir pensando en mantenerse con el sudor de su frente y eso seguramente no le gustará mucho. A partir del momento en que haya un nuevo gobierno en Cataluña sus numeritos dejarán de interesar.
Será de ver el juicio. Presumiblemente, los acusados van a pasar mucha vergüenza cuando escuchen al fiscal, a pesar de que hasta el momento no han demostrado tener mucha. Pero ellos insisten en las manifestaciones de los separatistas fueron pacíficas y habrá que ver la cara que ponen cuando se les muestren las imágenes, entre las que estarán las de los gamberros encima del destrozado coche de la policía, y los partes reales de lesiones, en los que consta que hubo muchos más heridos entre los policías que entre los manifestantes.
Paralelamente a esto, Cataluña se empobreciendo a marchas forzadas y para frenar este deterioro sería indispensable que todos los catalanes fueran a una, pero eso no es posible porque la locura se instalado de forma permanente en muchos de los habitantes de esa región.

sábado, 27 de enero de 2018

Boadella y Picasso

Ha hecho el dramaturgo unas declaraciones sobre Picasso y también sobre el Guernica y ocurre que ambas cuestiones salieron a relucir en un libro del que soy coautor junto a Rafa Marí.
Aportaron también sus opiniones sobre diferentes asuntos 27 personajes públicos y el libro se titula ‘1978. El año en que España cambió de piel’. Sobre Picasso opinan José Ricardo Seguí, que en el momento en que el libro fue escrito era jefe de cultura del diario Levante-EMV, y Enrique Senís-Oliver, pintor valenciano, cuyos murales decoran las paredes de emblemáticos edificios de Estados Unidos y que creo que vende todo lo que pinta. Y la opinión de Boadella sobre Picasso me ha remitido a lo dicho por Enrique en el libro, aunque no sea exactamente lo mismo.
Sobre el Guernica habla Amparo Zaragozá, la mítica dueña de la Galería Punto ya fallecida. Amparo conoció toda la historia del Guernica, desde antes incluso de que comenzara a pintarse hasta que adoptó su nombre definitivo, porque se la contó Renau de viva voz. Su versión por supuesto que no coincide con la oficial, o por lo menos con la oficial del momento en que apareció el libro.
En el capítulo en que aparece Amparo Zaragozá lo hace también Ouka Leele, la extraordinaria fotógrafa, que ese año 1978 lo vivió en Barcelona, en donde estaba su tío Jaime Gil de Biedma. La Ciudad Condal ya estaba dejando de ser cosmopolita y convirtiéndose en pueblerina.
Este hecho, Boadella lo ha digerido haciendo uso del sentido del humor. Convertir la frustración al ver que lo que uno ama se degrada de manera inevitable, a causa de la estupidez de muchos y de la maldad de otros, en obras de arte humorísticas, que son unos monumentos teatrales, tiene mérito.
Hay que aplaudir a Boadella por haber logrado eso y a los participantes en el libro por su brillantez y sinceridad.


viernes, 26 de enero de 2018

El gobierno no debe impugnar la investidura de Puigdemont

La obcecación del gobierno de impugnar la investidura de Puigdemont, a pesar del informe negativo del Consejo de Estado, parte de una idea equivocada, como lo es la de pensar que Puigdemont es un problema para el gobierno, cuando lo es para su partido y sus votantes.
Los separatistas han fracasado y, sobre todos, ha fracasado Puigdemont, que allá dónde va es el tonto del bote, salvo para cuatro fanáticos desquiciados.
Puigdemont no puede ser presidente de Cataluña, porque para ello tendría que regresar a España, en donde sería detenido de inmediato y puesto a disposición del juez, que vistos los antecedentes cabe suponer que lo enviaría a la cárcel. De modo que al proponer la investidura de este sujeto no hacen más que provocar la reacción del gobierno, pero sobre todo engañan a sus votantes. Eso es un simulacro, un juego estúpido, mediante el cual perjudican a Cataluña, cuyo prestigio ya está por los suelos, pero se benefician ellos, al conseguir que toda esa gente embrutecida por el nacionalismo los siga votando. Esos votos se transforman en dinero, que es lo que quieren.
Mientras tanto, Decathlon, cancela una importantísima inversión en Cataluña, y van… El perjuicio que está sufriendo Cataluña no les preocupa a esos dementes a los que el pueblo catalán les ha dado la manija. La tienen, la han conseguido democráticamente, y si los catalanes, a pesar de que el número de parados aumenta en Cataluña más que en ningún otro lugar de España, lo han decidido así, hay que respetar su voluntad. Si Cataluña se empobrece del todo el problema catalán habrá dejado de existir.
Lo único que puede hacer el gobierno es velar por el cumplimiento de la ley y, en este sentido, dar los pasos que sea cuando sea el momento de darlos. Puigdemont no es importante, un cagón no puede serlo.


jueves, 25 de enero de 2018

Torrent, candidato a presidiario

No hace mucho estaba de moda la seriedad asnal, por lo que quienes posaban para el fotógrafo de algún medio componían el gesto severo, como si estuvieran concentrados pensando en algo importante, a pesar de sus rostros delataban que sus oquedades craneales no podían contener sino serrín.
Hoy en día, en cambio, se estila la risa, por lo que los protagonistas de la foto, aunque estén en un entierro, ríen. Así pues, los dos melones que se han visto en Bruselas también se han fotografiado riéndose. Con respecto al calificativo de melones que les he aplicado me remito a los vídeos en los son protagonistas, pero no sólo a los vídeos. Se ríen a pesar del horizonte penal que se cierne sobre uno y que puede pronosticarse que se procurará el otro, haciendo bueno también con esto el calificativo de melón.
Torrent se cree muy listo y piensa que puede utilizar las prerrogativas que le concede la ley para saltarse la ley, y como prueba de su perspicacia ha viajado a Bruselas, dice que pagándose el viaje de su bolsillo, pero lo ha hecho en jornada laboral, desatendiendo sus funciones y seguro que cuando lo pillen en otra más gorda esto saldrá a relucir como agravante. Si en las cosas más sencillas ya mete la pata…
Por otro lado, en este juego de tahúres que se llevan entre manos Puigdemont y Junqueras, en el cual Torrent es un títere, porque no se le vislumbra capacidad para más, la parte principal del engaño está dirigida a sus votantes, a los cuales tratan de mantener en tensión, porque si desmoralizan se habrá acabado el juego. Es más, tratan de enardecerlos, para ver si a alguno se le va la mano y provoca una catástrofe.
La elección de Torrent demuestra que van a la desesperada, tratando de salvarse ellos, más que la causa. Podrían haber optado por salvar la causa, pero para eso tendrían que sacrificarse ellos abandonando la primera línea y dando paso a otros.

miércoles, 24 de enero de 2018

Lo de la Corona catalanoaragonesa y el IEC

El IEC es uno de esos chiringuitos montados con dinero público que se dedican a difundir cosas que no son ciertas. Tiene una sucursal en Valencia, también regada con dinero público, nacida de la necesidad de Aznar de contar con los votos de Pujol, que es la AVL.
Están acostumbrados los catalanistas a manejar mucho dinero, y éste es el dios que más respeto inspira, por lo cual hasta el momento han podido decir todas las barbaridades que se les han ocurrido, sin que nadie les saliera al paso. Dados tales antecedentes no es de extrañar que ahora protesten airados por el hecho de que el gobierno autonómico de Aragón prohíba una mentira.
Los catalanistas han conseguido el favor de muchas voluntades, pero no de todas. Todavía quedan profesionales independientes que hacen su trabajo con rigor y amor a la verdad. José Vicente Gómez Bayarri, por ejemplo. Esto es lo que dice:
«De los miles de documentos contrastados y de los centenares recogidos en la obra se extrae que lo históricamente correcto es hablar de Corona de Aragón y no de Confederación Catalano-Aragonesa. Ninguno de los documentos medievales avala esta denominación anti-histórica que pretende distorsionar la realidad que refleja la documentación archivística.»
Es un motivo de satisfacción y alegría comprobar que quedan personas que en lugar de querer ser admitido y alabado en ciertos círculos y de paso lucrarse optan por la honradez y el servicio a la sociedad en la que viven, lo que consiste en preferir lo cierto, aunque lleve al ostracismo y acaso dificulte el acceso al mundo editorial, a buscar el brillo personal a través de la descarada mentira y el embuste.
En este sentido, el personal debería saber quienes son los que no pretenden engañarle y apoyarlos, porque su labor nos beneficia a todos. Los mentirosos pueden patalear todo lo que quieran.


martes, 23 de enero de 2018

El circo de Marlene Wind

Alega la directora del Centro de Política Europea de la Universidad de Copenhague que Puigdemont tiene montado un circo y añade después que no fue invitado, sino que fue él, o su entorno, quien mendigó su actuación en ese Centro.
No tenía ninguna obligación aceptarlo y tampoco debió haberlo hecho, puesto que el sujeto ese sólo piensa en hacer daño, concretamente a Cataluña, a la que está poniendo a la altura del betún. Quizá a la buena señora, o a su universidad, les apeteciera la posibilidad de ser noticia fuera de sus fronteras, pero esta es una opción mezquina. Quizá por ello, para que no se notara que su gesto no era correcto, acorralaron al imbécil al que habían dado hospitalidad y con ello desviar la atención hacia este aspecto del caso. En las declaraciones posteriores han puesto verde a su invitado, pero sin tener en cuenta la intención aviesa de este, descubierta por el juez Llarena, ni el daño causado. El prestigio de Cataluña, y por consiguiente de España, está cada vez más bajo.
Puigdemont es un pájaro de cuenta que no tiene idea buena y además es muy cobarde. Si se atrevió a ir a Copenhague es porque se sabía a salvo. Debe de haber un equipo jurídico, que a lo peor pagamos todos los españoles, que examina las posibilidades de un prófugo de la Justicia y diseña estrategias para que pueda engañar al Estado, o sea, a todos los españoles.
Si no ha huido, o intentado huir, a un país con el que España no tenga tratado de extradición cabe achacarlo únicamente a que mientras esté en Bruselas su mantenimiento correrá por cuenta ajena, o sea, que no tendrá que ganarse la vida, pero en el momento en que le digan que ya no le van a dar ni un céntimo más, por supuesto que intentará la fuga.


lunes, 22 de enero de 2018

Qué hacer con los mozos de escuadra

La última de ellos es que se ha descubierto que intentaron quemar la alerta de EE.UU. sobre el atentado de las Ramblas, ese que luego los impresentables catalanistas y otros emboscados quisieron cargar al Estado, cuando obviamente la culpa fue de los mozos y de Colau.
No cabe ninguna duda a estas alturas de que a la clase política se le fue la mano en el asunto de las Autonomías. Una cosa es que se acuerde la descentralización, para acercar la administración al ciudadano y otra muy distinta servirse de ella de modo artero y nocivo, además, para los bolsillos de los contribuyentes. Los sucesivos gobiernos de España han dado carta blanca a las Autonomías y como consecuencia de ello ha surgido un monstruo administrativo, lleno de artefactos llenos de funcionarios muy bien pagados cuya característica fundamental es la inutilidad.
¿Para qué querían las Autonomías que se les cediera la Educación? Se ha demostrado que para nada bueno. El Estado jamás debió abandonar a los niños dejándolos en manos de unos impresentables.
¿Para qué la Sanidad? Pues para enchufar a los suyos y enredar con los dialectos. Un médico que hable español no interesa en según qué sitios.
¿Para qué la policía? Si el Estado no hubiera cedido las competencias policiales las bandas terroristas que han surgido en España al calor de los nacionalismos no habrían podido cometer tantos atentados. La lucha contra el terrorismo se habría desarrollado con más posibilidades de éxito. Con respecto a los mozos de escuadra ya se ve el papelón que van haciendo día tras día. Urge su disolución.
Pero, sobre todo, si el Estado no hubiera cedido tantas competencias a las despilfarradoras Autonomías sería mucho más fuerte y, por tanto, habría podido resistir mejor los chantajes, desafíos y bravatas de ciertos impresentables, con mocho o con ensaimada.

domingo, 21 de enero de 2018

Los psiquiatras de Copenhague

En contra de que lo que se pueda pensar en un principio, no hay indicios de que en las embajadas se estudien los pormenores de los países en que están enclavadas, sino que todo apunta a que se limitan a defender, egoístamente, o sea, sin excesivos miramientos, sus propios intereses nación.
Esta falta de delicadeza quedó clara cuando un país tan orgulloso de sí mismo como Francia cometió la bajeza de proteger en su territorio a los etarras. Si Francia no se hubiera comportado de un modo tan infame no habrían surgido los GAL, sin que eso signifique que tenga toda la culpa, porque el gobierno español tampoco debió caer tan bajo.
Ahora tenemos otro asunto más o menos parecido, en cuanto a torpeza se refiere, y es la anunciada visita de Puigdemont a Copenhague, de la que no sólo cabe destacar el hecho de se le vaya a recibir, sino que además, en un alarde de mala educación y estupidez, los organizadores han mandado una invitación para acudir al acto a la embajada española. Supongo que habrá ido directamente a la papelera.
Se conoce que el entorno de Puigdemont en Bruselas, porque su partido en España debe de estar deseando desembarazarse de él cuanto antes, mendiga sin cesar ante los parlamentarios europeos, para que le concedan algún acto de relieve, con el fin de que los medios no se olviden de él, lo cual inevitablemente tendrá que ocurrir.
Si percibe algún riesgo en su desplazamiento a Dinamarca, puede apostarse a que no irá, porque ya ha demostrado que es un cagón.
Si finalmente va, porque le den garantías de que puede hacerlo, su actuación servirá para seguir perjudicando a Cataluña, para hundirla más económicamente y que un buen número de catalanes se queden sin trabajo. Pero el hecho de que el gobierno danés sea desleal no significa que todos los daneses sean tontos. Verán lo que hay.
Por su parte, los psiquiatras de Copenhague, cuando lo vean actuar y hablar, no tendrán dudas ya acerca de él.