¿Quién es el gobierno para controlar las aficiones de la gente? Hay una legislación y luego están la policía y los jueces para vigilar que se cumpla. Ningún gobierno democrático osaría vigilar a sus conciudadanos, pero del PSOE cabe esperar cualquier barbaridad, desde organizar los GAL hasta soltar delincuentes peligrosos.
Por otro lado y ya que estamos en el ámbito de la pornografía, hay algo un tanto cercano, pero en plan delincuente: nunca nos enteraremos de cuántos pederastas hay en el PSOE. Pero el hecho de que algunos peces gordos reaccionen con tanta mansedumbre y sumisión a las barbaridades del gobierno da que pensar. Tampoco el PP va a tirar de la manta. Si no se ha personado en el caso Begoña, que puede darle casi automáticamente la presidencia de la nación, será por algo.
El reparto de cromitos entre González Pons y Bolaños es obsceno, y ya que estamos hablando de pornografía, el concepto obscenidad referido a estos dos viene muy al caso.
El asunto de la pederastia no es ninguna broma y deben de haber peces muy gordos metidos de hoz y coz en él y los policías que lo vigilan seguramente pasan mucho miedo cada vez que descubren a uno. Los demás no nos enteramos.
Volvamos al intento del dictatorial gobierno de controlar los gustos y aficiones de aquellos a cuya costa vive, puesto que pagan impuestos: dice Escrivá (al que no tengo más remedio que catalogar como imbécil) que los datos de acceso al porno serán absolutamente anónimos. ¿Cómo es posible que no se dé cuenta de que no tiene ningún derecho a controlar esto? Por eso le llamo imbécil.
La segunda cuestión, después de pasar por alto la primera, es que nadie de este gobierno es de fiar. Nadie. Si dice que los datos de acceso serán absolutamente anónimos, eso se lo va a creer él y nadie más. Pero es que ni él. Menudo elemento.
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