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lunes, 4 de octubre de 2010

Rosa Regas, esa brújula

A pesar de que Sócrates nos enseñó a cuestionárnoslo todo y de Einstein nos explicó la ley de la gravedad, cosas ambas que dejan bien claro que lo natural de los seres humanos es vivir en la duda permanente, abundan quienes se empeñan en implantar sus certezas absolutas y posiblemente por eso Hawking nos induce a salir pitando en busca de otros mundos.
Lo cierto es que por mucho que algunos se empeñen en hacernos creer en sus verdades la duda se impone la mayor parte de las veces. Para estos casos resulta de mucha utilidad tener una referencia, una brújula, ese instrumento que señala el norte. Se discute sobre la legalización de las drogas, ese asunto tan controvertido y tan difícil de resolver, porque muchas de las personas más poderosas del mundo deben de hacer negocio con ellas, y tras leer el sensato artículo de Berna González Harbour publicado en El País con el título “El error de legalizar las drogas”, se puede quedar uno medianamente convencido, pero si antes hubiera leído en El Correo el artículo titulado Drogas, en el que Rosa Regas se muestra a favor de su legalización, ya no hace falta leer nada más para saber que legalizarlas es un error. Basta con leer lo que dice Rosa Regas sobre cualquier cuestión para saber que la verdad está en el lado contrario.
Así ocurre también en el caso de los recientes sucesos de Ecuador, Moisés Naím, escribe en El País, un artículo titulado “Golpes: la nueva receta”, en el que concluye que el escepticismo protege mejor a la democracia que el apoyo incondicional a los gobiernos que sobreviven a las intentonas. En cambio, Rosa Règas, en su artículo “Golpe de Estado”, publicado también en El Correo, no sólo se refiere a Rafael Correa, sino también a Hugo Chávez. Lo suyo es, precisamente, el apoyo incondicional a ambos, Chávez y Correa. Ese par.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Golpe a las FARC

Por mucho que les pese a Hugo Chávez y sus mariachis (Correa, Morales, etc.), Colombia prosigue su exitosa lucha contra el terrorismo, por muy apoyado y protegido que éste esté. Quienes apoyan a las FARC y presumen de ello critican que Colombia reciba el apoyo de los Estados Unidos. Evidentemente, se dirigen a un público infantil y manipulable. Por cierto, el tratamiento de Hugo Chávez a la jueza Afiuni le confirma como psicópata.
Dicen que la operación que ha acabado con el también psicópata Jorge Briceño, conocido como el Mono Jojoy, es similar a la que se llevó a cabo con Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, para vergüenza de Rafael Correa. Si éste hubiera tenido una actitud palpablemente contraria al terrorismo, el ataque al campamento de Raúl Reyes se hubiera encomendado al ejército ecuatoriano, lo que ocurre es que en supuesto difícilmente el campamento de Raúl Reyes hubiera estado en Ecuador. Rafael Correa trata de salvar la cara rompiendo las relaciones con el gobierno colombiano, pero lo único que logra con eso es demostrar su complicidad con los terroristas.
No se debe desear la muerte, ni la desgracia de nadie, pero a la vista del historial del Mono Jojoy y de lo que se proponía hacer en el futuro, su muerte es un mal menor. Incluso quienes dependían de él estaban en peligro. Y es una pena, a la vista de lo que ha hecho, de lo que hace y de lo que pretende hacer, que Hugo Chávez no estuviera de visita en ese campamento. Obviamente, Hugo Chávez no va a visitar nunca estos campamentos, pero no es porque no tenga deseo de hacerlo, sino porque sabe que sería detectado por quienes le conocen bien y por eso mismo no se fían de él. Parte de América del Sur, la que sigue los dictados de Chávez, camina imparablemente hacia la ruina. En otros países, los que resisten esa influencia, hay motivos para la esperanza.

'Hablar sin palabras'
'Los tiburones han muerto'
'El Cid contado a los niños'
'Ninfas'
'El día del juicio'
'El Palestino'
'Poesía reunida'
'Ese modo que colma'

miércoles, 26 de mayo de 2010

La Kirchner en el bicentenario

Hay pájaros en el mundo, pájaras en este caso, que no desmerecen de nuestros paletos con pinganillo. Cristina Fernández, conocida como Cristina Kirchner, no tuvo ningún empacho en decir que Argentina está ahora mejor que hace cien años. Y Marruecos también. Hace falta mucho desparpajo para comparar la situación actual con la de hace un siglo. Podría haber añadido que Argentina fue la octava potencia económica del mundo, con posibilidades de llegar a ser la primera y gracias a una sucesión de dirigentes como ella ahora está por detrás de la quincuagésima.
Cristina Fernández, conocida como Cristina Kirchner, aprovechó su última visita a España para insultar al Tribunal Supremo español. Esa la educación que recibió la dama de sus mayores. Y ahora ha aprovechado el bicentenario para celebrar la ausencia del mismo de la Casa Real española. Y se le ocurre hablar de democracia, cuando de lo que ella entiende es de demagogia, en presencia de Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales, entre otros. También asistió a la ceremonia Manuel Zelaya, ¿por qué no Porfirio Lobo? ¿Es que Manuel Zelaya es más demócrata que Porfirio Lobo? Está muy bien, entonces, que se refiera a América Latina y no a Hispanoamérica. Estos países cuyos dirigentes son los citados demócratas se van a pique.
Hay muy pocos sabios en el mundo, ya lo dijo Fray Luis de León, y, en cambio, el número de los necios es infinito. De ahí que a los políticos sin escrúpulos les interese ganarse la voluntad de estos últimos, aunque para ello hayan de hacerse los necios. A algunos les sale de forma natural, se ponen el pinganillo o ensartan una tontería tras otra, aparentando decir cosas trascendentales, como si de lo que pretenden hacer pudiera desprenderse algún beneficio para los ciudadanos. Argentina aún puede hundirse más, pero dicen que los Kirchner pueden mirar el futuro con optimismo.

'Sabiduría esencial'
'La llave del secreto'
'El estupor y la maravilla'
'Mil millones de mejillones'
'Camaleones, desmemoriados y conversos'
'Compañeras de viaje'
'No destruirán nuestra libertad'
'Todo el amor y casi toda la muerte'

jueves, 6 de agosto de 2009

Moratinos en Venezuela

Cuando Barack Obama o Alan García, por ejemplo, pierdan las elecciones, lo que harán, sencillamente, será irse a su casa. En el caso se Hugo Chávez, las cosas son de otro modo. Si algún día pierde las elecciones, cosa que parece difícil a la vista del tinglado que se viene montando, lo más probable es que acabe, más o menos, como Mussolini.
Él sabe lo que se juega, de ahí que siempre esté con bravatas, amenazas, e insultos. Necesita marcar el territorio, hacer ver que está vigilante y mantener despiertos y en pie de guerra a sus partidarios. Con el dinero del petróleo venezolano, tiene vergonzosamente comprados y sometidos a algunos gobiernos de América del Sur. Otros gobernantes de la zona no se atreven a criticarle, por temor a las consecuencias.
Por otro lado, Chávez y los gobernantes de su cuerda tienen buen cuidado en desacreditar ante sus huestes adictas a esos países, como España, Estados Unidos o Colombia, susceptibles de ejercer alguna influencia en los suyos. Desde luego que a Chávez no le interesa una Colombia floreciente, de modo que utiliza todos los medios a su alcance para desestabilizar al gobierno colombiano, para dificultarle su labor. La cosa llega al extremo de que cuando los guerrilleros de las FARC se refugiaron en Ecuador, las tropas colombianas las persiguieron hasta allí, sabedoras de que no cabía esperar ninguna colaboración del gobierno ecuatoriano. Rafael Correa, el presidente de Ecuador, títere de Chávez, en lugar de avergonzarse por el hecho de que los terroristas se refugiaran en su país y ofrecer su colaboración en la lucha contra las FARC, amenazó al presidente de Colombia con declarar la guerra.
¿Qué ha ido a buscar Moratinos a Venezuela? Tal y como está la situación, no cabe esperar nada bueno del gobierno de Chávez, salvo que se apueste por él, que es el único modo de escapar a sus iras e infamias. Miguel Ángel Moratinos no puede hacer eso, aunque lo esté deseando, de modo que hay que catalogar el viaje como tremendamente inoportuno.

jueves, 6 de marzo de 2008

La OEA, indigna

Toda persona que se precie tiene una escala de valores. Tener una escala de valores significa reconocer que unas cosas tienen prioridad sobre otras. Las FARC llevan mucho tiempo asesinando, secuestrando y cometiendo todo tipo de atrocidades en Colombia. No es un grupo que haya surgido recientemente. La primera obligación de Rafael Correa, presidente de Ecuador, era la de disculparse ante Álvaro Uribe, presidente de Colombia, por no haber sabido impedir que los terroristas se refugiaran en su país. Tratándose de la lucha contra las FARC, que no es un grupo cualquiera, la violación de la frontera debe quedar en segundo plano. Es más, debería haber autorizado expresamente cualquier otra acción similar contra el mismo grupo o, en su defecto, comprometerse a impedir que ese grupo terrorista se refugiara en Ecuador. Lejos de eso, advirtió que podría haberse empezado una guerra. Pero antes que Correa, acaso antes que nadie, gritó Chávez y lo hizo tal y como se podía esperar de él, insultando a Uribe y poniéndose de parte de los terroristas. Hay personas que continuamente ponen de manifiesto su maldad, todo lo que intentan es nocivo para la humanidad y no hay modo de impedir que lleguen hasta las más altas magistraturas. Quizá llegue un tiempo en que la humanidad no pueda permitirse esos lujos y que no tenga más remedio que poner controles para evitar que personas sin principios éticos puedan dedicarse a la política.
En los ordenadores incautados a Raúl Reyes figuran documentos que vienen a poner las cosas en claro, a desenmascarar a Hugo Chávez y a su acólito Rafael Correa.
Vergonzosa la actitud de la OEA o, mejor dicho, de los presidentes de los demás países, que se pliegan ante el poder del petróleo de los venezolanos, que está en manos de Chávez. La OEA debería colaborar abiertamente con Colombia, para vencer a las FARC. La OEA debió haber censurado a Chávez, por su primer mensaje, pero el caudillo venezolano los tiene comprados a casi todos.
Lo que va comprendiendo Uribe es que todavía hay alguien peor que los terroristas de las FARC y es Hugo Chávez.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Que se preparen

Que se preparen, dijo Rafael Correa, refiriéndose a algunas empresas españolas. Es sabido que las empresas, las españolas y las de los demás sitios, por lo general, lo que buscan es ganar dinero y en cuanto las cosas se complican un poco, toman el montante y se van. Este estado de cosas se acabará cuando sólo haya un gobierno en el mundo. Mientras tanto, hay que atenerse a la realidad. Sin duda que Correa sabrá muy bien que las empresas que tengan planes para establecerse en Ecuador observarán atentamente lo que ocurra en este asunto. Ningún país, tampoco Ecuador, puede prescindir de la inversión y, por tanto, hasta que punto lo que dijo no es más que una bravata cargada de populismo barato. Porque es indigno que el máximo mandatario de un país se exprese de este modo. También podría ser, por otra parte, que estuviera planeando romper con las multinacionales empresariales para caer en una multinacional peor, la del aspirante a dictador Hugo Chávez, que no se conforma con subyugar a los venezolanos, sino que además gasta el dinero de éstos para mangonear en todos los países en los que puede. Puesto que Chávez es un esclavo del poder, no hay más que ver como trata de acrecentarlo más y más, no puede tener ningún respeto por los humildes. Ningún poderoso lo tiene. Los utiliza, los manipula y los explota. Este mismo camino sigue Rafael Correa, a quien no se le puede atribuir ningún amor por la justicia, puesto que mantiene encarcelada injustamente a Sandra Correa León. Ninguna huelga de hambre ni ningún llamamiento ha sido capaz de ablandar al presidente ecuatoriano, acaso porque piensa que eso sería una flaqueza y que no se puede permitir ninguna, si quiere llegar a alcanzar sus ambiciosos objetivos. Con la ayuda de Chávez, claro. María Teresa Fernández de la Vega le pide reglas de juego claras. Transparentes se las van a dar.

miércoles, 11 de julio de 2007

Rafael Correa

Ha dicho Rafael Correa, presidente de Ecuador, que la RCTV apoyaba un golpe de Estado en Venezuela y tácitamente se ha mostrado conforme con que Chávez cerrara esa cadena. Yerra el presidente Correa al preferir, una vez más, la fuerza a la justicia, porque lo que debió haber hecho Chávez para desautorizar a la cadena es profundizar en la democracia, justo lo contrario de lo que viene haciendo, con su intento de perpetuarse indefinidamente en el poder. No estoy de acuerdo con aquellos que dicen que hay que utilizar la violencia para derrocar a Chávez, porque la violencia nunca trae nada bueno.
Decía que a Rafael Correa no le gusta la justicia y lo justifico en el hecho de que mantiene encarcelada a Sandra Correa León, a pesar de su inocencia. Sandra hizo su huelga de hambre, y la respuesta del presidente fue la indiferencia. Luego fue condenada a tres años de cárcel en una sentencia que, según su abogado, contiene numerosos errores, imprecisiones e incoherencias.
De su amistad con Chávez y de su espíritu prepotente y mesiánico no cabe esperar que se produzca el milagro de que entre en razón. No puede un hombre solo, ni tampoco un gobierno, acabar con la corrupción arraigada de forma tenaz en un país. Se puede ir disminuyendo el nivel de la corrupción poco a poco, con mucho esfuerzo y sobre todo dando ejemplo. Aprovechar que se tiene el favor de la mayoría del país para echarlo encima de 18 diputados a quienes ha tratado de corruptos, dando sus nombres y apellidos, es prepotencia. Hay labores que debe hacer la justicia.
Debo reconocerle, sin embargo, al caballero que estoy de acuerdo con él en cuanto a que el resto del mundo debería pagar a Ecuador por no explotar el petróleo del parque Yasuní y también en que las visitas a las islas Galápagos deben restringirse.
América Latina no necesita líderes populistas que busquen éxitos espectaculares y, por tanto, inciertos, sino políticos trabajadores y honrados, dispuestos a trabajar calladamente por mejorar en lo posible la situación de sus países.