Pero es que al terrorista este los periódicos que le gustan ya sabemos cuales son. La opinión de este sujeto no le puede interesar a nadie que se precie.
Tampoco es muy listo, alguien que dice «quizá hicimos más daño del que teníamos derecho a hacer» no puede estar muy alejado de la oligofrenia. Algún periodista le atribuye inteligencia y dice que está preparado. Pues que Santa Lucía le conserve la vista. Cada vez que habla demuestra que tiene el alma más negra que el carbón. Lo cual si fuera inteligente lo intentaría disimular. Que guste a determinado público indica el nivel moral e intelectual de esas personas.
Javíer Rupérez afirma que lo secuestro. Y él calla. No anuncia querella, ni mucho menos la pone. Indudablemente, teme que se repita el juicio.
Pero es que en la información que está difundiendo el diario El Mundo consta ese secuestro. Y otros actos terroristas.
La lucha de España contra ETA ha dejado mucho que desear. Hay casi cuatrocientos atentados sin resolver. La democracia no tuvo la precaución de dotarse de instrumentos legales que facilitaran la tarea a jueces y policías. Los sucesivos gobiernos no acertaron a comprender que la ETA jugaba con ventaja con respecto a ellos. La situación actual puede calificarse como apoteósica para los terroristas.
Menos mal que los reportajes de El Mundo, que han propiciado algunas querellas o denuncias que quizá lleven a Otegui ante la justicia, lo cual no le gustará a Sánchez, si se da el caso, pero sería un acto de justicia y además muy afortunado para los españoles.
También otro descerebrado calificó a Otegui como un hombre de paz, pero cuando dijo eso no hizo huso de su condición de descerebrado, sino de su perversidad.
Ignoro los motivos por los que esos datos han salido a la luz ahora, pero en cualquier caso lo han hecho en un momento muy oportuno.
Otegui quizá tenga más crímenes a sus espaldas de los que sospechamos.
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