viernes, 27 de octubre de 2023

Pablo, haga lo que haga, perderá

 

He leído un análisis según el cual si Pablo facilita la investidura de Pedro se sumirá en la irrelevancia política, mientras que si no lo hace habrá que ir a la repetición electoral, en la que puede conseguir algo mejor.

Añade también que Pedro venció a Pablo. Y no, a Pablo lo venció Isabel, y le debemos una. Y más también. En realidad, Pablo se suicidó, porque no sabe dónde está, ni con qué armas cuenta. Tampoco sabe calibrar al adversario. Lo mismo se podría decir de Pedro, que solo tiene una idea en la cabeza y piensa que mientras haya alguna traición que hacer podrá seguir disfrutando de lo único que le interesa en la vida.

Pablo creyó que podría enfrentarse a Isabel, y perdió. Quienes lo veían como alguien valioso, se dieron cuenta de su error, o sin darse cuenta lo abandonaron, porque siguen al ganador, o al que creen que va a ganar.

Pedro también sucumbirá ante Isabel. Sus infames aliados se van enterando de que ella no se traga las bolas y que marcará la pauta en el PP, y todos los presidentes de las CCAA gobernadas por este partido harán lo mismo, e incluso Feijóo se tendrá que dar cuenta de que conviene seguir el camino que ella marque. Los facinerosos van a saber que diga lo que diga Pedro, el asunto no está claro y tendrán miedo, porque son cobardes.

Hasta Pumpido le tendrá miedo a Isabel. Sabe que está muy bien asesorada, por lo que no le va a poder dar gato por liebre.

Isabel y Felipe VI son los dos mejores garantes de la democracia. Sin ellos dos ya nos habrían arrebatado.

Pablo tuvo la oportunidad de situarse por encima del PSOE y lo habría conseguido si tuviera algo en las oquedades del cráneo. Se le escapó la oportunidad sin que sepa todavía por qué.

En esas condiciones, no puede aspirar a nada.

Esos libros míos


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