Es una organización terrorista que no desea el diálogo ni la paz, solo matar, matar y matar. Sembrar el terror y provocar el caos.
Ninguna organización terrorista quiere la paz. Con los terroristas no valen medias tientas. Si hubiera existido la cadena perpetua en España, la ETA no habría podido condicionar la política española ni envilecer a tanta gente.
Se han publicado varios artículos en España explicando el caso de Israel y el caso de Hamás. Los han escrito personas consideradas de derechas y personas que antes de Sánchez eran consideradas de izquierdas; actualmente, y por estar bajo el control de Sánchez, les dicen fachas.
Todos estos artículos mediante los que se ha dejado clara la cuestión no han servido para convencer a ni uno solo de los propagandistas de Hamás, todos los de la extrema izquierda, y algunos de la izquierda, como, por ejemplo, el impresentable de Javier Solana Madariaga.
La fiscalía debería haber actuado de oficio contra varios y varias podemitas, entre ellas, las ministras, pero aquí no hay separación de poderes, no hay vergüenza, no hay dignidad.
Es tan brutal y tan salvaje su actitud, tan torpe, porque deja claramente al descubierto sus horrendas intenciones, y es tanto el descrédito internacional al que condenan a España, que obliga a enfocar la mirada en los diputados socialistas, pero pensar que van a reaccionar como deben es una vana esperanza.
A Sánchez, el Felón, le da todo igual. Que asesinen a bebés, que violen y maten a mujeres en presencia de sus hijos y resto de familiares, a los que asesinan luego, no lo conmueve. Lo único que le interesa es seguir siendo el presidente. Y puesto que dada esta premisa no puede destituir a sus ministros y ministras canallas, trata de disimular, para engañar a sus bases. Pero lo que hace es traicionar a las víctimas. Como también ha traicionado a las de España y especialmente a las de su partido, no sorprende a nadie.
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