Hay
un niño de unos tres años al que de vez en cuando hay que llevar al
servicio de Urgencias del hospital más cercano. El motivo es que
tiene asma. Por la mañana y por la noche ha de llevar una pequeña
mascarilla durante diez minutos, que hay que ponerle bien y llevar
cuidado para que no se la quite, cosa que intenta hacer
continuamente.
Hay
medir la dosis de Ventolín y Budoestisona con una jeringuilla. Esta
dosis se determina según la tos que tenga y los pitidos de su pecho.
Si no se acierta, el niño se ahoga y hay que ir corriendo al
hospital. A todo lo anterior, hay que añadir el carácter inquieto y
aventurero del niño y su afición a llevarse cosas a la boca.
El
padre de este niño se ha quedado ciego hace poco, pero una juez ha
dictaminado que su ceguera no es óbice para otorgarle la custodia
compartida. El hecho de que sea un ciego reciente indica que todavía
no se ha adaptado totalmente a su nueva situación. Le quedan muchas
cosas que aprender aún. Pero es que aunque estuviera adaptado
resulta muy arriesgado dejar que cuide a solas del niño. Si no
hubiera más remedio, habría que hacer de tripas corazón, pero es
que la madre del pequeño tiene muy buena vista y está acostumbrada
a tratarlo y a adivinar sus travesuras.
Lo
políticamente correcto en estos tiempos actuales es dar por sentado
que los ciegos son capaces de adaptarse a todo. Es de común
conocimiento que, por lo general, cuando falla un sentido los demás
tienden a agudizarse. En la gran novela El río que nos lleva, de
José Luis Sampedro, hay un
personaje ciego, que sirviéndose del olfato sabe si una mujer es
virgen o no. Otros ciegos me
han dicho que eso es imposible, pero al menos se puede admitir como
posibilidad. Lo que es
imposible es que un ciego haga milagros.
Como
resumen, cabe decir que este hombre, con tal de fastidiar a su ex
mujer pone en riesgo la vida de su hijo. La ley lo permite.
'Creciendo juntos'
'Iluminados y perversos'
'Cien palabras'
'La caída de Madrid'
'La muchacha de Catulo'
'Niños, adolescentes y redes sociales'
'El franquismo'
'Hablar en público y en privado'
'Iluminados y perversos'
'Cien palabras'
'La caída de Madrid'
'La muchacha de Catulo'
'Niños, adolescentes y redes sociales'
'El franquismo'
'Hablar en público y en privado'
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