Mientras unos se divierten en una fiesta mediante la que pretenden hacer ver a sus socios de gobierno que los tienen cogidos y si cae una caen todos, es decir, cae el gobierno, aquí se trata de la realidad de la vida, de lo que hay fuera del escenario en el que los farsantes se mueven.
Lo que cuenta la víctima: https://youtu.be/ADAvj_G4pOk. La llevaron esposada. La presidenta del tribunal se apresuró a disculparse. Quien debiera haberlo hecho, si tuviera honor, es Mónica Oltra. Si tuviera honor. El nombre de cualquiera de los componentes de Compromís y la palabra honor no encajan bien. El catalanismo jamás tuvo buenos propósitos.
Veamos ahora la otra parte, porque todo el mundo echa cohetes, pero no ha sido nada fácil. En España no son independientes la justicia ni los medios de comunicación, con lo cual resulta que los ciudadanos estamos amenazados por el poder. Lo ocurrido con esta niña debería servir para que el personal se dé cuenta, porque están intentando repartirse de nuevo el CGPJ.
Veamos lo que dice Cristina Seguí: «1-La investigación del asunto Oltra la he llevado en la más absoluta soledad casi 2 años. No es que me lama a las heridas, pero hay que dejar bien claro que su impunidad durante 2 años ha sido un regalo de todos los medios de comunicación valencianos incluyendo a los de derechas».
«7-Amenazas y coacciones a familiares en el ejercicio de su labor profesional. Correos semanales avisándome: “Múdate”».
Lo dicho, es necesario que los jueces y los medios de comunicación sean independientes.
Si para defender a una persona sin medios hay que echarle valor al asunto, sin que a nadie le importe lo que les pueda ocurrir a la víctima y a quienes la están ayudando el panorama que se vislumbra es muy feo, porque se puede dar el paso de la dictadura de hecho a la dictadura formal.
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