Su discurso redefine al PSOE. Ya no es un partido político cuya finalidad es procurar el bien a los españoles, basándose para ello en los principios e ideales que, supuestamente, le son propios. Ahora es un ejército que se moviliza mediante consignas, que tiene señalado unilateralmente un enemigo que es una parte del pueblo español, y cuya finalidad consiste en conseguir privilegios y prebendas para unos pocos aun a costa de perjudicar a todos los demás.
Dada su evidente pobreza intelectual, que pese a su afán de etiquetar todo lo que se mueve, no atina a veces en su empeño, le ayudaré a definir correctamente uno de sus asuntos preferidos: lo que propugna es el feminismo leninismo. Dirán que es difícil aplicar la palabra leninismo aquí, pero es que todavía cuesta más catalogar como feminismo lo que ella dice.
El hecho de que le hayan dado el cargo que desempeña, viene a indicar que por los mismos motivos podrían haberla puesto a pilotar aviones, sólo que en este caso no habría podido hacerlo más de una vez.
Tampoco se ha dado cuenta ella de que el gobierno que defiende con tanto ímpetu como torpeza está presidido por un presunto delincuente, porque si se confirmara que Marruecos lo está sometiendo a chantaje, y la actitud que mantiene sobre ciertos asuntos hace verosímil esta sospecha, lo suyo sería alta traición. El PSOE debería ser el primer interesado en aclarar este punto y si se confirmaran las sospechas, tomar las decisiones convenientes, por drásticas que fueran.
Hay otro problema para el PSOE, del que tampoco se ha percatado esta señora, y es un buen número de antiguos votantes socialistas andaluces han manifestado su intención de votar al PP en esta ocasión. Es muy difícil que con discursos como el de Adriana Lastra esos andaluces vuelvan a votar alguna vez al PSOE.
Para recuperarlos haría falta un cambio radical.
No hay comentarios:
Publicar un comentario