No se plantea adelantar las elecciones ni hacer ningún otro cambio. Alegan sus dirigentes que hay que entender en clave regional lo ocurrido en Andalucía y que en lo que se refiere a las elecciones generales las encuestas les siguen dando como favoritos.
Traducido al román paladino, significa que el PSOE sabe que el personal no traga a Sánchez, como viene demostrando vez tras vez, aparte de que Marlasca ha de cerrar las calles por las que tiene que pasar para que la gente no le muestre su ‘cariño’.
La única opción que tiene Sánchez es resistir en la Moncloa hasta el final de su mandato, sabiendo que cada día que dure en el cargo se producirá una sangría de votos para el PSOE. ¿Y habiendo tantos socialistas cuyas formas de vida penden de un hilo , por qué no lo echan? Le pediremos a Ignacio Varela que lo explique: «El caso es que no pueden hacer nada para librarse de él porque se ocupó de eviscerar a su partido para protegerse de él y todos ellos se lo consintieron».
Así las cosas, queda claro que todas las declaraciones que hacen sus dirigentes, mediante las que pretender hacer creer que tienen afán de servicio a la sociedad son falsas. Si el máximo dirigente de su partido tiene desactivados todos los controles internos, lo cual llevó a cabo nada más recuperar la Secretaría General, eso ya no es un partido político, porque ya no puede decir que está al servicio de la sociedad, sino de una sola persona. Y esa persona es capaz de sacrificar las carreras de todos para salvar, aunque sólo sea momentáneamente la suya. Porque más pronto que tarde ha de caer.
La situación, además, es muy peligrosa para España, porque al ser Sánchez alguien dominado por el rencor y a la vista de que no es querido por la población, lo más probable es que las medidas que tome en el ejercicio de sus funciones estén orientadas a la venganza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario