viernes, 14 de octubre de 2016

Los Premios Nobel

No me he parado a averiguar la cuantía de estos premios, pero supongo que será tan sustanciosa que será difícil rechazar el premio y la verdad es que no recuerdo que nadie lo haya hecho.
Pero todas las cosas tienen un principio y un final y aunque las expectativas que despierta la concesión de estos premios siguen siendo grandes la gente se los toma cada vez menos en serio, sobre todo en aquellos casos en que es más fácil opinar. Así, por ejemplo, el Premio Nobel de la Paz, que bien podría ser el Premio Nobel de la Risa.
En el caso de los premios que se conceden a científicos de diversas disciplinas la mayoría de la gente no dispone de información para saber si se han dado con más o menos justicia, pero a la vista de lo que sucede con el de la Paz cabe suponer que el rigor no importa demasiado, sino que es posible que la Academia sueca aproveche la concesión de los premios para quedar bien con quienes le convenga.
En lo que respecta al Premio Nobel de Literatura, llevan tiempo haciendo pinitos para que también sea de la Risa y no dejar todo el ridículo para el de la Paz. Este premio se desacreditó definitivamente al no dárselo a Borges, probablemente el mejor escritor en lengua española del siglo XX. Con ello dejaron ver que pueden tener mucho dinero, pero que aquella pureza que quizá tuvieron en un principio y que les ayudó a conseguir un enorme prestigio, poco a poco ha ido siendo sustituida por la mezquindad. De hecho, cada vez es más evidente que en la concesión de este premio hay cosas que tienen más peso que los méritos literarios, porque Borges no es el único que ha merecido el premio y no lo tiene, hay muchos más casos, aunque el suyo sea el más llamativo.
Quizá el próximo año se lo den a Joaquín Sabina.


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