miércoles, 29 de julio de 2015

De acuerdo con Ribó

Por una vez en la vida y sin que sirva de precedente estoy de acuerdo con ese alcalde de sonrisa artificiosa e intenciones perversas que nos han caído a los valencianos a plomo como castigo de los dioses. No cabe duda de que ha venido a empeorar lo que había.
Estoy de acuerdo con Ribó en que la Señera no entre en la catedral el 9 de Octubre. Pero los motivos míos y los del alcalde han de ser forzosamente distintos. Mis motivos son democráticos y tienen que ver con la separación Iglesia-Estado. Los motivos de Ribó no pueden ser democráticos, puesto que este alcalde es nacionalista. Y puesto que cabe situarlo ideológicamente en la extrema izquierda habría hay que pensar en el anticlericalismo. Hay que hacer constar que esto de ser nacionalista y de extrema izquierda es como la cuadratura del círculo, como sorber y soplar al mismo tiempo, como comer cerezas y cantar, todo a la vez. Existe gente así. Conocí a un matrimonio muy beato que al mismo tiempo era comunista. El caso es que los dos recogían de todas partes.
Éste va en bicicleta y quizá se trate de una bicicleta vieja.
O sea, estamos de acuerdo en que la señera no debe entrar en la catedral, pero yo por motivos democráticos y él por su anticlericalismo.
En el resto de los asuntos, es difícil que el señor Ribó (que tanto entusiasmo ha despertado en el rey de la sopa: ¡el alcalde de Valencia es de Manresa!) y yo coincidamos en algo. Si yo opto por el respeto a las leyes y los símbolos, aunque no me gusten, él se mostrará condescendiente con quienes se los salten si son nacionalistas o de izquierda, o ambas cosas, que esas mezclas tan raras se dan en los países con escasos hábitos democráticos. Ribó puede pintar la márfega en su bicicleta, si quiere. O sugerirle a Puig que la pinte en su peluquín.

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