La democracia requiere personas adultas
que voten con conocimiento de causa, pero la infantilización del
personal, que se toma las elecciones como un juego -si no resulta
bien, a las siguientes elegiremos a otro- lleva a que los políticos
adecuen su pensamiento al de sus votantes.
Quizá fuera ese el motivo por el que
Macron quiso distinguir entre patriotismo y nacionalismo. Las
naciones son convencionalismos que se han formado a través de
procesos históricos. El hecho de compartir unos mismos intereses
genera unas costumbres, que junto con la situación geográfica -no
es lo mismo estar en un extremo que en un lugar de paso- , el clima y
las formas de vida configuran una forma de ser colectiva, que de
todos modos no deja de ser cambiante, porque las circunstancias
tampoco son siempre las mismas. Lo ideal es que las fronteras vayan
cayendo en la medida en que sea posible hacerlo sin daño para nadie y
a eso tienden los vientos de la historia. Los nacionalismos, en
cambio, frenan el proceso e incluso proponen fronteras nuevas. El
propósito viene dado porque aquellos que no tienen suficiente
carácter para lograr una personalidad individual asumen la
colectiva.
Rufián rima con patán y lo es. Ejerce
de charnego y le pagan bien por ese ‘trabajo’. Es de lo que dicen
‘dame pan y llámame tonto’. Ha llamado ‘exiliados’ a quienes
son prófugos, fugitivos de la justicia, cobardes que no han sido
capaces de arrostrar las consecuencias de sus actos.
Lo ideal sería que los aspirantes a
político tuvieran que pasar un examen de cultura general, otro de
conocimiento exhaustivo de la Constitución, otro más de
conocimientos generales de las leyes y por último otro de salud
mental, para cerrar el paso a los psicópatas y otros con dolencias
peligrosas para la comunidad. Si se hubiera hecho así., Rufián no
estaría en el Parlamento y muchos otros, como Tardá y quizá
Sánchez, tampoco.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Necesidades emocionales'
'Animales in Harena'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Necesidades emocionales'
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