No son perfectos, como tampoco lo son los
carteros, los arquitectos, los médicos o los revisores del gas. Pero
en conjunto creo que son mejores que los políticos.
Cualquiera entiende fácilmente que si se
enfrentara en una simple prueba de ortografía a cincuenta o más
jueces contra un número igual de políticos, escogidos todos por
sorteo, los primeros obtendrían una victoria abrumadora. Si la
prueba fuera sobre la Constitución, que los políticos tienen la
obligación de dominar, o sobre historia de España, de conocimiento
también obligatorio para éstos y no tanto, aunque también, para
los jueces, el resultado sería el mismo.
En la política española se han juntado
unos impresentables, que se han juntado a otros que ya había de
antes, cuyo proyecto consiste en hundir a los españoles en la
miseria y para conseguirlo intentan socavar los pilares del sistema,
la monarquía, la fe en la justicia y si vislumbraran posibilidades
de éxito también atacarían a la Seguridad Social. De momento, se
conforman con intentar colapsarla y dificultar, en la medida de sus
posibilidades, su funcionamiento. Intentan ocupar puestos clave,
desde los que puedan hacer el mal.
Me estoy refiriendo, claro está, a
Podemos, aliado circunstancial de los nacionalistas y unos y a otros
les interesa debilitar a la Monarquía y desacreditar a los jueces.
Lo que pretende Podemos, o sea, el
coletas, Echeminga, el niño de la beca, etc., es convertir a España
en Venezuela, pero no en la de antes de Chávez, sino en la actual,
en la que la miseria y el miedo avanzan a pasos agigantados; o en
Cuba, pero no en la de antes de Fidel Castro, sino en la de ahora
mismo, en la que el hambre se enseñorea de la isla.
Los jueces nos pueden salvar de ese
destino que algunos pretenden para nosotros. Incluso en la Venezuela
de Chávez ha habido jueces honrados, aunque bien es verdad que lo
han pagado caro. En España también los hay y estoy seguro de que se
sienten acosados.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Necesidades emocionales'
'Animales in Harena'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
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