Se conoce que de golpista a ocupa va
poco; de hecho, el ocupa puede serlo, legalmente, gracias al apoyo de
unos presuntos golpistas.
Tejero dijo en el Congreso «se sienten,
coño» y Sánchez nos recomienda que esperemos sentados. Aquel
esgrimía una pistola, este su carencia de escrúpulos. Adolfo Suárez
y Manuel Gutiérrez Mellado arriesgaron sus vidas en defensa de la
democracia, mientras Felipe González y Alfonso Guerra se tiraban al
suelo; en esta ocasión también.
Sánchez debe de pensar que todos los
socialistas son de la misma calaña que él, o bien que los tiene
sujetos por salva sea la parte, porque de no ser así no se
entendería tanta petulancia.
A la vista del modo en que ha llegado al
gobierno y de las exigencias de sus socios y el palpable deterioro de
la situación en todos los órdenes, económico, político, laboral,
etcétera, debería pensar que los dirigentes de su partido lo
invitarían a dimitir o lo expulsarían del PSOE. Porque el desafío
de Sánchez es, en primer lugar y sobre todo, a su partido, que fue
fundado, al menos teóricamente, para favorecer o mejorar España, y
él la está perjudicando gravemente. Los dirigentes del PSOE tienen
que mirar además por la supervivencia de su partido y actuaciones
como la del actual Secretario General la comprometen seriamente. No
es necesario fijarse en los países del entorno, sino nada más en
los pasos que da este personaje tan peculiar, tan amante de la buena
vida, si son otros quienes pagan la cuenta. Esperar que Felipe
González y Alfonso Guerra, artífices de este PSOE renovado le paren
los pies no tiene sentido. Tampoco lo tiene confiar en José Borrell, que
es cómplice. Joaquín Leguina sí que está poniendo el grito en el cielo,
pero los socialistas no lo oyen. Tendrán que ser los demás
españoles los que digan: hasta aquí hemos llegado. Y lo harán,
seguramente en este mismo año.
Que se siente él a ver si cae la breva.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La voz y el agua'
'Cavilaciones y melancolías'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La voz y el agua'
'Cavilaciones y melancolías'
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