Venezuela es un país que dispone de
muchos recursos naturales, o sea, es muy rico y sin embargo sus
habitantes viven en la miseria, mientras sus dirigentes lo hacen en
la opulencia.
En España tenemos a granujas que han
irrumpido en la vida política gracias a los votos de esos que no
desean mejorar su condición, sino vengarse de los que están mejor,
con lo cual promueven desgracia para todos y más para ellos. Por
cierto, los dirigentes de ese partido infame también viven en la
opulencia, maltratan a quienes los cuidan e incluso les pagan poco y
en negro. Uno de ellos dijo que en Venezuela se come tres veces al
día.
Los venezolanos se han cansado de pasar
hambre y ven en Guaidó su salvación. Todos los países de América
que pueden considerarse democráticos lo han reconocido como
presidente de Venezuela. España, cuyos vínculos con ese país son
más que evidentes, debería haberse solidarizado enseguida con esos
venezolanos que intentan librarse de la tiranía. No lo tienen fácil,
Maduro es un asesino redomado. Merece ser juzgado por un tribunal
internacional. Pero a Sánchez los venezolanos no le importan mucho.
Teme que sus socios de gobierno lo abandonen si da el paso que debe
dar. Dejará que se le adelante Francia y que en los corazones de los
hispanoamericanos crezca la gratitud hacia ese país y el desencanto
hacia España.
Por su parte, la pudorosa Unión Europea
está ajustándose las enaguas antes de dar un paso. El odiado y
salvaje Trump ha demostrado ser más solidario comprometido con los
valores democráticos que todos esos santos varones e intachables
damas de la aristocrática Unión Europea. Unión de burócratas
minuciosamente aburridos, urdidores de pactos interesados y
fomentadores de traiciones inesperadas (o no tanto) para los incautos
que conservan la fe.
Los venezolanos se juegan la vida y
esperan comprensión y ayuda. A Sánchez solo le interesa poder usar
el falcon.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La voz y el agua'
'Cavilaciones y melancolías'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La voz y el agua'
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