¿De qué no presumirá éste? Es,
además de vanidoso -esas coletas- tan inútil que todo lo convierte
en ideología. Advirtió el clásico que las ideologías son hijuelas
de las ideas.
El mecanismo es simple, quienes no tienen
ideas tienen ideología, como demuestran claramente, pero no solo
ellos, los afectados por la fiebre nacionalista.
A Pablo Iglesias no se le conoce ninguna
idea. Ni siquiera esa tan conocida afición suya a la guillotina ha
surgido de una idea suya, sino que es copiada de otros. Y ese
dárselas una vez de macho alfa, o, mejor dicho, macho alfalfa, varón
dando, y a la siguiente de perfecto amante gracias a su impostado
feminismo ha motivado algunas carcajadas, cosa que hay que
agradecerle.
Hay que repasar las biografías de sus
ancestros para vislumbrar al personaje. Su abuelo fue condenado a
muerte por un tribunal en los primeros tiempos de la dictadura. Poco
después, se le conmutó esa pena por la de cadena perpetua. Tras
cinco años de cárcel fue indultado y se le dio un cargo relevante,
o sea, con un gran sueldo, en el ministerio de Girón de Velasco.
Nada menos. Este es un dato que intriga mucho y que induce a hacer
deducciones. El padre del coletas también fue un jefazo en un
ministerio franquista. Ya hubieran querido muchos en ese tiempo poder
entrar a trabajar en un ministerio, y se puede imaginar cualquiera
qué requisitos se exigían. En 1973, si la memoria no me falla,
hizo un movimiento que puede enmarcarse en lo que Fernando Vizcaíno
Casas llamó ‘De camisa vieja a chaqueta nueva’ y se enroló en
el FRAP. Ahora le llega el turno al protagonista, o sea, a Pablo
Iglesias, y ya se ve que no le atrae especialmente eso que se llama
trabajar. Y se lo monta. En Venezuela acogen con cariño a los
etarras y demás gente de mal vivir. Y allá que se va él, como hijo
de uno del FRAP, a aprender tretas y modales del bolchevismo, para
ganarse a los descontentos y vivir a su costa.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La voz y el agua'
'Cavilaciones y melancolías'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La voz y el agua'
'Cavilaciones y melancolías'
No hay comentarios:
Publicar un comentario