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miércoles, 8 de enero de 2020

El sueño del tamayazo

Había la esperanza, no muy fundada por cierto, de que el tipo este que seguramente no podrá volver jamás por Teruel cambiase el sentido de su voto. Vana ilusión. Habría sido más factible que alguno de los diputados socialistas sintiera vergüenza. Cosa que, lógicamente, no sucedió.
De todos modos, no habría servido de nada, porque han dicho los de Bildu, ese partido que fue legalizado con los votos de Pascual Sala, Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asúa, en el caso de que hubiera ocurrido algo así, ellos habrían votado a favor del Felón.
Conviene hacer un matiz: si un diputado socialista hubiera demostrado que tenía vergüenza el hecho sí que habría servido para algo: para su satisfacción propia y para demostrar que en el PSOE hay un poso de decencia. Aunque lo hubieran expulsado, como ocurrió con Alonso Puerta.
De modo que ya saben los socialistas, que quieren tener la razón histórica, que presumen de honrados y cabales, que de eso nada, que lo que tienen, en lugar de razón, es a un felón, también conocido como Falconeti o Doctor Fraudez. Y junto a él a una señora de Cabra, ciudad cordobesa que no tiene ninguna culpa. De Cabra fue Solís, la sonrisa del Régimen, y de Cabra es Carmen Calvo, la ‘feminista’, ‘Pixi y Dixi’, ‘el feminismo no es todas, bonita’, o sea, un florero en toda regla.
El Felón ha logrado la presidencia con el apoyo de partidos que tienen terroristas en sus filas, que atacan al Rey de forma miserable y cobarde sin que nadie del PSOE, que tiene víctimas del terrorismo en sus filas, diga nada, ni haga nada. También está apoyado por delincuentes condenados a penas de cárcel y por comunistas que tienen amistades más que peligrosas. Esos que no hace mucho quitaban el sueño al Felón. 

martes, 29 de noviembre de 2016

La voz de la caverna mediática

En su día, los medios de la extrema izquierda dijeron que la caverna mediática criticaba a Pascual Sala, Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asúa, o sea, los seis miembros del Tribunal Constitucional que decidieron la legalización de Bildu.
La trayectoria de este partido ya se va viendo. Incluso cabe observar que es inconcebible que las leyes hayan permitido que un grupo de jueces pueda legalizar a un partido como este. Bildu es siempre bochornoso y entre tantos hay dos pueblos, Andoáin y Alsasua, ya malditos para siempre. El buzón de Joseba y la agresión multitudinaria a dos guardias civiles y sus novias, más la reacción posterior, lo certifican.
El secretario general de Bildu ahora es el etarra Otegui. Más claro, agua. El etarra Otegui viajará a La Habana a rendir homenaje al siniestro dictador cubano recientemente fallecido. Miembros de otro partido equiparable a Bildu también harán el mismo viaje, por idéntico motivo. Quizá hayan sentido envidia.
El sanguinario y longevo dictador cubano, que recibió los elogios de no pocos intelectuales del mundo, para vergüenza de ellos, llevó a cabo una revolución en la isla, como resultado de la cual al cabo del tiempo, ha quedado peor de lo que estaba. Indirectamente ha hecho un bien a la humanidad, innecesario si bien se mira, al demostrar las nefastas consecuencias del comunismo. Ya de antemano se debería saber que no funciona. Cuando se proyecta cualquier cosa, un edificio, un puente, una obra de teatro, un sistema político, un avión, hay que calcular las posibilidades que tiene de mantenerse en pie, o en el aire en el caso del avión. Para instaurar un sistema político hay que tener un profundo conocimiento del ser humano. Lo que ocurre es que a algunos el ser humano les interesa para matarlo, para humillarlo, para reducirlo y convertirlo en un despojo moral. Lo que ellos son.



martes, 19 de noviembre de 2013

El ministro catalán tonto

Según ese ministro que seguramente lo es por catalán, en la equiparación de etarras con violadores salen perdiendo los primeros. Y añade que esto es lo que evidencia la derrota de Eta.
El ministro del Interior no sabe por donde va, y quizá esta era otra de las condiciones para que lo hicieran ministro.
Los violadores son terribles, es obvio, pero los etarras aún son peores. Los etarras están en el escalón más bajo de evolución humana. Quizá los violadores estén un pelín por encima. Y a mí me parece que tanto a unos como a otros les da salir juntos que separados, lo que quieren es salir, y de lo que se ríen es de la incompetencia de la casta política, de la que el ministro del Interior es un buen representante.
Que este tipo, que cobra un buen sueldo y se pasea con una cartera en la mano, nos quiera convencer de que Eta ha sido derrotada, es ofensivo. ¿Se ha mirado al espejo? ¿Se cree capaz de tomarnos el pelo?
Eta ha conseguido muchas más cosas de las que podía soñar cuando comenzó. Por de pronto, muchos de sus asesinos están por la calle, alguno de ellos incluso ha montado una cristalería en los bajos de la casa en la que vive su víctima, y otros ni siquiera han sido descubiertos y no es probable que este ministro catalán los encuentre. Y encima en el País Vasco mandan los sucesores de Herri Batasuna. Cabe poner aquí unos cuantos nombres: Pascual Sala, Eugenio Gay, Luis Ortega Alvarez, Elisa Pérez Vera, Adela Asúa y Pablo Pérez Tremps. No hace falta explicar quiénes son, ni porque aparecen aquí. He querido ponerlos, porque sería injusto que la gente los olvidara. Como diría un amigo mío, estos tipos son la hostia.
Cualquier negociación con la banda asesina era un triunfo para ésta y una traición al pueblo español. Y ha habido muchas. Eso es lo que este tipo y otros como él llaman 'la derrota de Eta'.