El
gobierno tenía a mano una solución lógica. Hubiera consistido en
pactar una ley del aborto razonable con el mayor número posible de
partidos, procurando dejar aparte a los proetarras, porque es gente
con la que no conviene juntarse.
El
del aborto es un asunto serio que no debería utilizarse por ningún
partido de forma electoral.
Logrado
el consenso sobre el aborto, el PP podría haber habilitado una
Fundación de ayuda a las mujeres que no quieran abortar. Si cada uno
de los que salen en manifestación contra el aborto, cuando los
convocan los obispos, diera un euro, se recaudaría suficiente dinero
para establecer al menos una sede.
Si
en lugar de manifestarse, cada uno de los que van diera una módica
cantidad mensual -un euro por ejemplo-, se podría evitar que algunas
mujeres abortasen. Si se estableciese una buena desgravación para
las donaciones a esta Fundación, es posible que se recaudasen buenas
cantidades de dinero. No creo que ningún partido pudiera encontrar
razones para oponerse que estas donaciones desgravaran.
Si
se actuase de esta forma se demostraría que de verdad se quiere
combatir el aborto y ayudar a las mujeres que no quieren abortar.
Tratar
de imponer las propias convicciones morales a los demás, como suelen
hacer los políticos españoles es lo propio de las mentalidades
dictatoriales.
Las
votaciones secretas también han venido a poner de relieve que los
políticos españoles son demócratas de nombre. Están tan
acostumbrados a la disciplina cuartelera que obedecen los mandatos
del partido, obviando que no hay obligación de seguirlos por dos
motivos: En primer lugar, porque la votación era secreta; y en
segundo y más importante, porque está prohibido expresamente en la
Constitución.
Si
las votaciones se hubieran hecho a cara descubierta, el resultado
hubiera sido, probablemente, exactamente el mismo. Esta es la calidad
de nuestra democracia.
'El amor no es un verso libre'
'Figuraciones mías'
'Fuga y contrapunto'
'Pasos de baile y otros relatos'
'El crimen de la calle El Salvador'
'Creciendo juntos'
'Iluminados y perversos'
'Cien palabras'
'Figuraciones mías'
'Fuga y contrapunto'
'Pasos de baile y otros relatos'
'El crimen de la calle El Salvador'
'Creciendo juntos'
'Iluminados y perversos'
'Cien palabras'
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