Posible negocio con las donaciones de sangre

Es un hecho cierto y comprobado que en España todo corre peligro. La Sanidad, que puede considerarse, gracias al esfuerzo de sus profesionales, como una de las mejores de mundo, los derechos de los trabajadores, la dignidad ante el terrorismo, etc.

Los profesionales de la Sanidad española, o la mayor de parte de ellos, la han situado al más alto nivel, pero los políticos, que han accedido a sus cargos mediante el arte de caerle bien al jefe, con su incompetencia, amenazan con mandarlo todo al traste.

Mediante el truco de dar por cierto algo tan discutible como que lo privado funciona mejor que lo público les ha dado por entregar la gestión sanitaria de algunas zonas a empresas privadas. Pero ni los ciudadanos ni el personal sanitario que trabaja en esos centros salen ganando. El negocio para las empresas que se encargan de esa gestión sería redondo si no fuera porque cobran mucho más tarde de lo esperado. Los políticos españoles se han gastado todo el dinero y ahora no tienen ni para cumplir con los compromisos más urgentes.

Pero la crisis, que se empezó a gestar al final del mandato de Aznar, y que nadie hizo nada por frenarla durante los mandatos de Zapatero, ha dado excusa para que unos y otros desmantelen el Estado del Bienestar y todos se acusen entre sí de lo mismo.

Lo de entregar la gestión de las donaciones de sangre de la Comunidad de Madrid a la Cruz Roja no tiene pies ni cabeza. Los políticos españoles entienden la democracia del siguiente modo: El que gana las elecciones hace lo que quiere. Y si le hacen una pregunta sobre alguna de sus decisiones, puede no contestar o servirse de un pretexto.

Hemos llegado a un punto en el que cuando un político español, del partido que sea salvo los más recientes, Ciudadanos, UPyD o Vox, mueve un dedo, el ciudadano debe preocuparse.

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