Más de trescientos curas catalanes han
firmado un manifiesto en favor de la ilegalidad y de la mentira.
Más de trescientos curas catalanes, los
vascos son de la misma clase, fomentan entre sus feligreses la
ingratitud, el egoísmo, el odio, el desprecio al prójimo, el gusto
por la mentira y el ejercicio de la violencia moral, entre otras
bajezas.
Ni el papa ni la curia dicen nada sobre
el particular. Se conoce que les parece bien que los sacerdotes
estimulen la maldad entre los fieles y abandonen el que debería ser
su cometido para hacer incursiones en la política, optando para
ello por una ideología nefasta que rompe familias, amistades y todo
lo que de sano hay en el mundo.
La Iglesia Católica siempre está
hablando de la familia, como si fuera de ella no hubiera nada, y se
contradice al optar por la ideología que más familias rompe.
El
13 de junio de 1907, Vicente Blasco Ibáñez publicó
un artículo en El Pueblo, diario republicano de Valencia, titulado
‘La lepra catalanista’ en el que, entre otras cosas, dice lo
siguiente, que
sirve para demostrar la ingratitud y el egoísmo de los catalanistas:
«Valencia,
que ha sido la Cenicienta del Mediterráneo, en cuyo puerto impera la
más honda miseria, por culpa de Barcelona, que lo absorbe todo, que
es el verdugo de Levante, que quiere convertir toda España en huevo
para tragarse hasta la cascara, que envía a nuestra ciudad sus
productos libremente, sin que sufran ningún impuesto a su entrada, y
en cambio la pasa, la naranja y la legumbres valencianas pagan un
enorme tributo municipal al entrar en Barcelona; Valencia, cuya
agricultura muere por imposición del industrialismo catalán, porque
catalanes y vizcainos han conseguido la confección de unos infames
aranceles que nos tapian los mercados internacionales para la
exportación de nuestra fruta, sometiéndonos a una pérdida anual de
mas de cien millones de pesetas, que se traduce en hambre y congojas
en el campo y languidez en la vida comercial de la ciudad».
Cuando
llega la campaña de la renta los curas piden que ponga la equis en
su casilla. Lógicamente, no lo hago ni lo haré mientras elementos
como estos estén entre sus filas.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La Guerra Civil y la Tercera España'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La Guerra Civil y la Tercera España'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
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