Se trata de dos hermanos ya fallecidos,
que tenían un corazón inmenso, una bondad fuera de lo común, una
nobleza de espíritu que, desgraciadamente, no es contagiosa.
Hablaban español, como todo el mundo en España, aunque algunos
degenerados quieran borrar esta lengua de los usos cotidianos.
Vivimos unos tiempos en que lo habitual
es reclamar derechos, reales o inventados, y presumir de logros al
más puro estilo narcisista. Todo iría mejor si la gente se afanara
en hacer cosas útiles, de forma voluntaria, para el resto de la
humanidad. No esperemos eso de Torra, ni de otros como Torra.
Son muchos los que a estas alturas habrán
adivinado ya de que dos futbolistas se trata, porque estos casos no
son muy frecuentes, ni en el fútbol, ni en general. El primero en
morir de los dos fue el conocido como Castro. Lo hizo por ayudar a
una familia inglesa cuyos miembros se introdujeron en el mar a pesar
de que había bandera roja. No pensó en que la responsabilidad era
de ellos, por entrar, sino que se lanzó en el agua a salvarlos,
luchó denodadamente contra la corriente hasta que logró salvarlos a
todos, pero terminó tan agotado que al final no pudo salir él. Esta
manera de ser está fuera del alcance de la gente mezquina a la que
me he referido antes.
El otro hermano era conocido como Quini y
lo suyo también tiene miga, puesto que estuvo secuestrado durante 25
días por tres delincuentes. Luego los perdonó y gracias a su perdón
pudieron rehacer sus vidas al salir de la cárcel. Si no lo hubiera
hecho así, seguramente no habrían levantado cabeza. Conviene
detenerse en el asunto: abundan quienes se sirven de cualquier
pequeño detalle para asesinar (metafóricamente) a otra persona,
aunque son capaces de perdonar fechorías gordas, no contra ellos, a
quienes les caen bien. Quini, en cambio, estuvo por encima de los
caprichos, ajeno a las venganzas, y perdonó a quienes le habían
perjudicado tanto y hecho pasar mucho miedo.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
No hay comentarios:
Publicar un comentario