Ha
dicho José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, que su
entidad podría devolver a los accionistas que acudieron a OPV con la
que salió a Bolsa sin necesidad de que el Estado le ayude.
¿Y
a qué espera? Quienes invirtieron su dinero en esas ruinosas
acciones lo hicieron confiando en instituciones que se ha demostrado
luego que no son nada de fiar.
Según
unos investigadores de la Universidad de Valencia, los más
perjudicados por la salida a Bolsa de Bankia fueron junto con las
cajas que los componen los accionistas que acudieron a la OPV. Y
nadie les tiene en cuenta, ni el gobierno, ni los partidos que
estaban en los consejos de administración de las distintas cajas de
ahorros, ni los sindicatos. Tampoco se tiene en cuenta a los
accionistas del Banco de Valencia, que dependía totalmente de
Bancaja, entidad con la que compartía presidente, y que lo perdieron
todo.
En
la prensa hay informaciones en las que se dice que Elena Salgado
presionó al Ibex, para que apoyara la OPV; Guindos apunta en la
misma dirección; en todas partes se dice que la CNMV avaló la
salida a Bolsa; el Banco de España no ejerció el control al que
está obligado; etc. Hay un cúmulo de responsables y parece ser que
sólo están en peligro (relativo) de ir a la cárcel dos o tres,
cuando deberían estar cuarenta o cincuenta.
Goirigolzarri
está satisfecho de su labor. Se supone que se referirá a su labor
económica. Para estar satisfecho por completo debería ser solidario
con los accionistas que acudieron a la OPV engañados, lo que
significa que debería colaborar con la justicia en todo lo que
pudiera, para que los culpables reciban el castigo que merecen y si,
como afirma, se puede resarcir a quienes fueron engañados debería
hacerlo inmediatamente.
Hay
que agradecer a UPyD que este caso esté en el candelero. Es el
partido que lo ha denunciado ante los tribunales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario