¡Viva la Guardia Civil!

De vez en cuando hay que lanzar el grito y conviene hacerlo en voz muy alta. Gracias a la Guardia Civil algunas personas dignas de ese nombre pueden seguir viviendo en el País Vasco.

Doscientos mil vascos se tuvieron que ir de su tierra y de no ser por la Guardia Civil aún se habría tenido que ir más gente. Se han ido los más valientes. Los que se sometieron a los dictados de la banda y adyacentes no tenían nada que temer.

Algunos de esos animales, a los que ningún cura decente bendeciría si se los llevaran el día de San Antonio, trataron de amedrentar por todos los medios a Consuelo Ordóñez, pero sin éxito.

Entonces optaron por amedrentar a sus clientes y al quedarse ella sin medios de vida tuvo que salir de su tierra.

Nosotros tenemos valores, dice el pájaro que manda allí. Valores tiene Consuelo Ordóñez. Ese se ha confundido. Covite, la asociación que preside Consuelo Ordóñez, pone placas en recuerdo de las víctimas del terrorismo, y los que mandan por la zona, como tienen 'valores', las quitan.

Y ahora quieren hacerle jaque mate a la Guardia Civil para que se vaya del País Vasco. Un guardia civil vale más que todos los etarras y quienes se manifiestan para que salgan de la cárcel juntos. ¡Viva la Guardia Civil!

La operación Mate un servicio más a la sociedad de las personas decentes. Y un dirigente de Podemos la ha criticado.

Si se comparan los organigramas de Podemos y Covite se entienden muchas cosas. En Covite hay mucha verdad, mucho valor, mucha abnegación, virtudes que cuentan poco en el mundo de hoy, en el que prevalecen el rencor y las propuestas mágicas.

En la Guardia Civil no hay magia que valga. Hay trabajo, abnegación, sacrificio y mucho riesgo. ¡Viva la Guardia Civil!

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