viernes, 13 de febrero de 2015

El votante de Podemos

Aunque en algún momento se llegó a decir que entre los votantes de Podemos había desencantados del PP, en la actualidad ya parece claro que proceden mayoritariamente de la izquierda moderada. De hecho, el PP puede tener la tentación de servirse del miedo a que gane Podemos para estimular el voto de los suyos. Por su parte, Podemos, que es de extrema izquierda, trata de disimular eso.
Y cabría decir que en muchos de los potenciales votantes de este partido hay un fervor que no sería descabellado considerar como religioso. La religión ha estado tan presente en la vida política de España durante tantos siglos que la fe inquebrantable, sobre todo en cosas imposibles y más aún en los milagros, está muy presente en nuestra sociedad. Pero me atrevería a afirmar también, y creo que esto no lo ha dicho nadie, que entre los partidarios de Podemos abundan los que tienen tendencia a creer en los ovnis y demás maravillas de la imaginación humana.
De poco sirve que se aireen los trapos sucios de Podemos, sus vínculos con Venezuela y con Irán, sus chanchullos en la Universidad, el escrache a Rosa Díez. Todo es mentira para sus seguidores, o pecadillos veniales.
España es un país tradicionalmente sometido a absolutismos o dictaduras y como consecuencia de ello los españoles están acostumbrados a que otros les digan lo que han de hacer y les expliquen lo que está bien y está mal. La democracia es un sistema que precisa de gente madura que sepa que si se equivoca al emitir su voto puede hacer un daño considerable. Pero en España el acto de votar no se entiende como responsable, sino como un derecho y se vota por capricho y se piensa que con votar en sentido contrario a la siguiente vez se repara el mal causado.
La democracia, además, tiene falsos amigos. Hay cosas que parecen democráticas, pero no lo son. Muchas de esas cosas que parecen democráticas son usadas por esos tunantes de Podemos.
Se me ha solicitado ayuda para divulgar esta encuesta:
 

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