La idea de las Autonomías era buena en
principio, por aquello de acercar la Administración a los ciudadanos
y de conservar mejor las tradiciones y usos que merecen, pero se
cerró mal, sencillamente porque no se cerró, por confiar en la
nobleza de los iban a ser sus dirigentes.
No se tuvo en cuenta tampoco uno de los
principales problemas que presenta el Sistema de las Autonomías y es
que si ya resulta difícil encontrar un presidente de Gobierno no que
sea un hombre (o mujer) de Estado, sino que simplemente tenga dos
dedos de frente, conseguir 17, como demuestran los hechos, es
imposible. En el Reino de Valencia (esta denominación es mucho
correcta que la que usan los sectarios) pudo haber uno con gran
capacidad intelectual y era Manuel Broseta, pero fue asesinado. En
otros sitios están. En Cataluña, por ejemplo, tienen a Puigdemont y
supongo que más de uno estará sofocado de vergüenza.
En el Reino de Valencia tenemos a Puig y
se da el caso de que cuando cayó Camps pudimos tener la tentación
de pensar que ya no podíamos tener otro peor…
En España se da el caso de que estamos
tratando de salir de la crisis en la que caímos bajo el mandato del
presidente más nefasto de todos y al mismo tiempo, gracias a la
labor de un partido al que los votantes volvieron la espalda, están
saliendo a relucir muchos casos de corrupción. Ese partido traía la
solución en su programa, pero lo que quiere la izquierda no es
solucionar los problemas de los españoles, sino sacar provecho
electoral de todo.
Esta izquierda española tiene demuestra
su mala voluntad cuando intenta reescribir la historia, resucita a
Franco, olvida a Carrillo y premia a Negrín.
Se ponga como se ponga, los
historiadores, no sólo Viñas, harán su labor y entre todos
alumbrarán la verdad.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
'Por qué España'
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