Puesta ante los tribunales de justicia,
Forcadell sólo responde las preguntas que le hace su abogado y
reclama su inviolabilidad como parlamentaria.
O sea, que pretende la impunidad. La
señora cuya obligación consiste en cumplir y hacer cumplir la ley
exige poder hacer lo que le dé la gana.
Cualquier persona sensata que haya visto
el vídeo en el que explica quienes pueden ser considerados como
pertenecientes al pueblo catalán y quienes como sus enemigos, se
habrán dado cuenta de que esta señora es una tarada, condición que
se puede extender a quienes le aplauden.
Nadie con dos dedos de frente se podría
creer con autoridad moral para dar esas instrucciones a los
ciudadanos, asunto en el que no sólo hay que incluir las ridículas
palabras pronunciadas por ella, sino también toda la estúpida
gestualidad con que las acompañó. Los catalanes que conservan la
capacidad de raciocinio se han de sentir molestas con el hecho de que
una persona con tales limitaciones éticas e intelectuales ocupe el
cargo que ella ostenta.
Se puede anticipar, por otros casos
anteriores, que el peso de la ley caerá sobre ella, pero por los
mismos motivos se puede temer también que lo hará de forma leve. No
obstante, esa levedad con que los tribunales de justicia vienen
castigando a personas que han perjudicado gravemente la convivencia
de los españoles viene siendo suficiente para asustar a otros
felones, que tratan por todos los medios de no estampar su firma en
ningún documento, por cuyo motivo se ha lanzado la campaña
‘apadrina una urna’.
Estos secesionistas carecen de decoro,
carecen de vergüenza y, en fin, carecen de todas aquellas cosas que
seguramente sus abuelas les recomendaban que adquirieran. Si
levantaran la cabeza y vieran en lo que han ido a parar les darían
con la zapatilla. No por defender la secesión, sino por la forma en
que lo hacen.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
'Por qué España'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
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