El próximo año se cumplirá el
cuadragésimo aniversario de la Constitución, por lo que se preparan
unos actos conmemorativos, para los cuales se ha formalizado un
consejo asesor, del cual Monedero ha querido formar parte y sólo se
me ocurren dos motivos para ello.
Ambos los puede adivinar todo el mundo.
El primero es que quiera estropear la fiesta y el segundo y es que el
puesto sea remunerado.
Explicó
hace poco Martin Hilbert, en una entrevista publicada por El Mundo,
que
las nuevas tecnologías han cambiado todo en la política y, que no
queda más remedio que encontrar el modo de defender la democracia.
Los
constituyentes españoles quisieron ser más demócratas que nadie y
con ello no hicieron ningún favor a la democracia ni a los
ciudadanos. Por
ejemplo, en el artículo 25.2 pone que las penas de cárcel estarán
orientadas hacia la reeducación
y
reinserción social,
cuando
es evidente que los etarras y otros asesinos de similar crueldad es
prácticamente imposible que sean reinsertados y la sociedad estaría
mejor protegida si se les encerrara de por vida.
También
los constituyentes, en su afán por ser más demócratas que nadie,
dieron paso a casi cualquier formación política que se presente
como tal y como consecuencia de ello tenemos partidos abiertamente
contrarios a la propia Constitución, a algunos de los cuales, como
es el caso de los nacionalistas, se les dieron ventajas sobre los
demás que han sabido aprovechar a conciencia. Sin
esos privilegios no habrían podido hacer tanto daño. También
soportamos a otros partidos, como el del propio Monedero, cuyo afán
es destruir el orden constituido para establecer el suyo propio, cuyo
modelo es público y notorio.
A
la
vista de las declaraciones del citado Martin Hilbert, cuya
veracidad no se puede poner en duda, lo primero que habría que hacer
es establecer unas nuevas reglas para los partidos políticos que
impidieran el paso a los que en lugar del espíritu constructivo que
se espera se les pudiera adivinar intención destructiva.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Septiembre puede esperar'
'La gran trampa'
No hay comentarios:
Publicar un comentario