El 21 del pasado mes de agosto hubo un
intento de atentado en el tren Thalys que cubre el trayecto
Amsterdam-París. Este acto terrorista, que pudo ser espantoso, fue
frustrado por la acción decidida de cuatro héroes.
A ellos los homenajea ahora Covite, que
es consciente de la importancia de su gesto. A partir de ahora
tendremos que acostumbrarnos a actuar como ellos. La actitud pasiva
frente a los terroristas es una forma de complicidad, o suicidio,
llámese como se quiera. Hemos de mentalizarnos para actuar como esos
valientes. No me cabe duda de que el premio que les otorga Covite
tiene, entre sus finalidades, la de hacernos pensar en ello.
Hay que tener el cuenta que el tiempo del
buenismo se ha acabado. Lo que dice Carmena, que cae mejor a los
etarras que a sus víctimas, de dialogar con los terroristas es una
carmenada.
Tenemos al enemigo en casa. Los españoles
tenemos experiencia en estas cosas, puesto que ahí está Bildu, y
también Podemos que pacta con Bildu. Tenemos al enemigo en casa
puesto que el Islam, que dicen que es una religión pacífica, es la
herramienta de la que se sirven los ideólogos del yihadismo para
reclutar voluntarios.
Lo que temen los dueños del Islam es la
pérdida del poder que se produciría si los inmigrantes musulmanes
se integraran en el mundo occidental. Por eso necesitan recalcar la
división entre musulmanes y no musulmanes. Necesitan establecer un
muro de odio y desconfianza entre ambos mundos para seguir
conservando el poder sobre uno de ellos. Y ocurre que son los dueños
buena parte del petróleo y esto hace que sea difícil actuar contra
ellos.
Por parte de Covite, conviene señalar
que su presidenta, Consuelo Ordóñez, está acostumbrada a actuar
como los cuatro héroes del tren. En San Sebastián tuvo que vérselas
con los cobardes etarras, que la agredían por la espalda y cometían
otras vilezas similares con ella.
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