martes, 12 de julio de 2016

Las referencias a Venezuela

Ha dicho algún idiota, o cretino, o gilipollas, que ya no se habla de Venezuela y que no se volverá a hacer hasta 2020.
Esta afirmación es de una maldad incuestionable, aunque no es extraño que cale en mentes propicias a tragarse los sapos de Podemos. Dije hace tiempo que no se puede descartar que algunos votantes del PSOE lo sean por idealismo, pero que para votar a Podemos hay que sentir odio.
En primer lugar, no está nada claro que las próximas elecciones vayan a ser en 2020. Incluso podría ser que se repitieran en 2016. Algunos de nuestros políticos han dejado suficientes muestras de su burricie. Cualquier cosa mala puede suceder.
Las relaciones de Podemos con Venezuela son más que evidentes y palpables. Hay muchos vídeos, muchos discursos y muchos artículos firmados por dirigentes de Podemos. Nadie ha desmentido que el chavismo financia o ha financiado a Podemos. Lo que dicen es que se han desestimado las querellas presentadas en ese sentido. Que no se haya presentado una querella en condiciones es otra cuestión
Que las intenciones de Podemos son dictatoriales es más que evidente. No hay nada en ninguno de sus discursos que remita a la democracia, ninguno de los podemitas demuestra tener ninguna simpatía por la democracia. Cabe decir que su ideal es un gobierno como el de los Castro en Cuba y si para llegar a ello hay que pasar por un intermedio como el de Venezuela se pasa, pero su ideal sería ahorrárselo y pasar directamente a la dictadura.
Por otro lado, tampoco se puede dar por hecho que el régimen de Maduro vaya a aguantar hasta 2020. Y veremos qué ocurre con Podemos si vuelve la democracia a Venezuela y los nuevos dirigentes deciden pedirles cuentas por el dinero recibido.
Hay que tener en cuenta también las relaciones de Podemos con Irán, ese país en el que se les ha encontrado una utilidad inesperada a las grúas.

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