lunes, 21 de noviembre de 2016

El PNV y el PSE de la mano

La vasca es una sociedad en la que el terror ha condicionado la vida de sus moradores de forma escalofriante, embruteciendo de forma irreversible a muchos de ellos, durante los últimos decenios.
Desde fuera se ven las cosas con mucho desinterés, y a ese desinterés cabe llamarlo claramente como suicida, porque es como tener un tumor y olvidarse de él. El relato de cualquiera que haya vivido allí sin contaminarse, cosa que requiere de un alto grado de heroísmo, pone los cabellos de punta.
En algunos de los atentados de la banda etarra los testigos han colaborado activamente con los asesinos, lo cual da idea del grado de perversión moral en que incurre parte de la población vasca.
Muchos vascos tuvieron que abandonar su tierra y buscar aires más puros, con menos chivatos, menos acosadores, menos asesinos, menos mierdas.
No consiguieron amedrentar a Consuelo Ordóñez y para que se fuera tuvieron que hacerlo con sus clientes.
Es inconcebible que partidos supuestamente serios como el PSOE y PP no se pusieran de acuerdo para frenar tanta barbarie, tanta indignidad, tanta porquería humana, y como consecuencia de no haberlo hecho esto han acabado por contaminarse ellos también.
El PNV, en tanto que partido nacionalista, es un partido antisistema, porque sus fines consisten en romperlo, y es antidemocrático porque no está al servicio del pueblo, sino que pretende imponer al pueblo sus designios. El PSE, en tanto que partido nacionalista no puede ser socialista. En un principio aún se pudo mantener la ficción de que era socialista, pero poco a poco se ha ido imponiendo el dogma nacionalista y, por tanto, ya es antisistema y antidemocrático.
Que el PNV y el PSE sean menos malos que Bildu, Podemos y compañía no sirve para tranquilizar a nadie. Cualquiera que esté en la zona y mantenga la vista y el olfato limpios percibirá la peste ambiental.


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