viernes, 23 de diciembre de 2016

Incorrecta apreciación del portavoz del PP

Ramón Riera, portavoz del PP en la diputación de Barcelona, dijo que en tiempos de Franco los componentes de la CUP estarían muertos o detenidos, y esto no es cierto y ni siquiera aproximado.
Basta con examinar la hemeroteca de La Vanguardia, cuyo nombre en esos tiempos era más largo, para comprobar que si en algún sitio fue querido Franco es en Barcelona. En otros sitios de España también, pero en Barcelona y Cataluña más. No en balde, Barcelona y Cataluña fueron la ciudad y la región que más prosperaron durante la dictadura.
En tiempos de Franco los de la CUP no habrían sido muertos ni detenidos por la sencilla razón de que la mayor parte de sus componentes, si no todos, habrían sido franquistas.
Me remito de nuevo a las fotos de La Vanguardia, cuyo nombre entonces tenía más palabras, para que se vea el fervor que despertaba el Caudillo por esas tierras, y añado que muchos de esos que levantaban el brazo entonces pasaron a ser antifranquistas tras la muerte del que había sido su ídolo.
Lo que sí se puede decir es que en tiempos de Franco los de la CUP se habrían comportado de forma más educada y se habrían esmerado en hacer creer a los demás que eran personas cabales y conscientes de sus obligaciones. Ni se les habría ocurrido poner de manifiesto su vena cerril, como ocurre en la actualidad.
En aquellos tiempos ni siquiera existía el germen de las CUP. Los independentistas, si los hubo, no eran ni tres. Los nacionalistas se conocían todos entre sí y Franco se esforzaba en complacerlos y mimarlos y ellos estaban encantados de la vida.
La peste nacionalista ha surgido luego y lo ha infectado casi todo, aunque parece ser que todavía queda tejido sano en Cataluña, no todo es delirio.


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